Oportunidades de exportación para México

Los productos hortícolas han representado más del 40% del crecimiento de importación de Estados Unidos desde el 2010. Se espera que la importación de la mayoría de países proveedores se incremente en el año fiscal 2014 con Canadá, México y la Unión Europea — que juntos representan más del 59% de la importación estadounidense — contribuyendo a la mayor parte de dicho incremento.
Libras de consumo por persona.
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Dos tendencias importantes caracterizarán la oferta y demanda de frutas y hortalizas frescas en el próximo año — el deseo del consumidor estadounidense de mejorar su dieta y la capacidad de producción del estado de California (la principal región productora de frutas y hortalizas en Estados Unidos) para satisfacer la demanda ante una sequía esperada de tres años consecutivos.

La demanda de Estados Unidos de productos hortícolas de importación permanece sólida, con un crecimiento de $4,400 millones de dólares desde los $48,500 millones en el 2013. Tanto el volumen total importado como el valor promedio unitario de productos importados son más altos que en el 2013. El valor de importación total en la primera mitad del 2014 creció en 5%.

México, la principal potencia exportadora a Estados Unidos, está bien posicionado para tomar ventaja de una demanda creciente de hortalizas y frutas frescas. México es el principal exportador a Estados Unidos en tomates, alcachofas, aguacates, apio, pepinos, berenjena, aceitunas, cebollas, papaya, pimientos, espinacas, calabacitas, y fresas.

Formas de vida saludables y buena nutrición

La mayoría de los principales problemas de salud — enfermedades cardíacas, obesidad, cáncer, accidentes cerebrovasculares y diabetes — en Estados Unidos están directamente ligados a la dieta. Llevar una vida sana (sin consumir tabaco, realizar actividad física, mantener un peso saludable, y consumir alimentos saludables) reduce en gran medida el riesgo de desarrollar estas enfermedades. La buena nutrición reduce el riesgo de sufrir numerosas enfermedades crónicas, incluyendo enfermedades del corazón, derrames cerebrales, diabetes y osteoporosis. El incremento en el consumo de frutas y hortalizas también contribuye a reducir el riesgo de contraer ciertos tipos de cáncer.

Los expertos en nutrición recomiendan incluir al menos cinco porciones de frutas y hortalizas en la dieta estadounidense para reducir los índices de enfermedades cardíacas, cáncer, y en especial, obesidad. Sin contar las papas (ya que suelen considerarse como fécula o almidón, en vez de hortalizas), el estadounidense tipo consume un total de tres porciones de frutas y hortalizas al día. Datos recientes de consumo elaborados por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) indican que sólo el 24% de los adultos consumen las cinco o más porciones recomendadas de frutas y hortalizas a diario. El caso de jóvenes y niños es peor todavía, ya que menos del 22% de estudiantes de secundaria reportan consumir frutas y hortalizas cinco o más veces al día.

Para que los estadounidenses cumplan las recomendaciones de consumo de frutas y hortalizas, tendrían que consumir más del doble de su porción habitual de frutas, y más de un cuarto de su porción de hortalizas. Esto presenta nuevas oportunidades para los productores de frutas y hortalizas así como la perpetuación de una demanda sólida.

La demanda del consumidor por mayor variedad y más opciones saludables en alimentos ha contribuido a reavivar las importaciones estadounidenses de frutas y hortalizas. En años recientes, el crecimiento de las importaciones ha estado sobrepasando al de las exportaciones.

Aunque muchos productos de importación compiten directamente con productos producidos en Estados Unidos, otros complementan su producción nacional y proporcionan mayores oportunidades a los consumidores estadounidenses de consumir las porciones diarias recomendadas de frutas y hortalizas.

Factores que impulsan el consumo

Los principales impulsores de consumo de frutas y hortalizas en Estados Unidos son una población más vieja y diversa con un deseo creciente de mejorar su dieta con mas frutas y hortalizas. Biing-Hwan Lin, un economista del Servicio de Investigación Económica del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA/ERS), afirma que se prevé que el consumo de hortalizas (exceptuando las papas) crezca entre el 5 y el 8% debido a ingresos más elevados, envejecimiento de la población, niveles de educación superiores, y el incremento de sectores de población hispana y asiática.

Mayores ingresos y crecimiento de población hispana en Estados Unidos favorecen el consumo de tomate, mientras que la población anciana consume menos tomates (posiblemente porque éstos ingieren menor cantidad de ketchup).

Según Lin, la lechuga lidera el crecimiento en consumo de hortalizas en cuanto a tendencias de consumo para el año 2020 debido a varios factores sociales y demográficos. En general, también se espera crecimiento en el consumo per cápita de otras hortalizas en las próximas dos décadas en Estados Unidos.

México: principal exportador de muchas hortalizas a EUA

Según datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), México es el principal exportador a Estados Unidos de las siguientes frutas y hortalizas (por porcentaje de participación en el mercado): fresas (99%), alcachofas (97%), calabacitas (94%), maíz (91%), tomates (88%), pimientos (84%), pepinos (83%), berenjena (82%), aceitunas (82%), espinacas (82%), apio (80%), papaya (72%), aguacates (71%), y cebollas (57%).

Tomate es, con diferencia, la hortaliza más importante cultivada en condiciones protegidas en México para exportación, con prácticamente el 50% de la superficie destinada a este cultivo. Los siguientes en importancia son pepino, pimientos, y berenjena.

La demanda del consumidor por productos frescos durante todo el año, la creciente diversidad en tipos de tomate, y las tecnologías en desarrollo, han influenciado los mercados estadounidenses de tomate fresco. Los tomates frescos son cultivados bajo dos sistemas de producción diferenciados: campo abierto y horticultura protegida. Casi todos los tomates frescos consumidos en Estados Unidos son producidos en territorio nacional o importados de México y Canadá. Los productores de cultivo a campo abierto y protegido en los tres países abastecen el mercado de tomates ininterrumpidamente. La producción multirregional cada mes limita los periodos de bajo suministro y los precios pico.

En el 2005 los productores de Estados Unidos, México y Canadá produjeron tomate cultivado en condiciones protegidas en volúmenes prácticamente iguales. Desde entonces, la producción se ha incrementado en los tres países, pero México ha emergido como el proveedor dominante para Estados Unidos.

En el 2011, los tomates cultivados en condiciones protegidas constituyeron el 40% del suministro de tomate de Estados Unidos — un incremento desde menos del 10% en 2004; ahora dominan el canal de venta minorista y tienen cada vez más presencia en el mercado de servicio de distribución de alimentos.

La transición a tomates cultivados en condiciones protegidas continuará creciendo si los productores son capaces de satisfacer la demanda estadounidense del mercado de servicio de distribución de alimentos, particularmente la de los compradores del mercado de comida rápida.

De acuerdo al USDA, México también se está convirtiendo en el mayor exportador de frutas frescas a Estados Unidos. Entre 1990-92 y 2010-12, la cuota del valor de mercado de importación estadounidense de frutas frescas se incrementó drásticamente de 13 a 33%. Las fresas frescas están cobrando importancia — México domina el mercado de exportación hacia Estados Unidos con más de 160,000 toneladas importadas de México en el 2012.

El factor clima

El clima hace que la mayor parte de la producción de frutas y hortalizas en Estados Unidos sea estacional, con las mayores cosechas teniendo lugar durante verano y otoño. La importación complementa el suministro nacional, especialmente en productos hortícolas frescos durante el invierno, resultando en un incremento de opciones para el consumidor.

Por ejemplo, Florida produce la mayor parte de hortalizas de temporada cálida nacional tales como tomates frescos durante invierno y primavera, mientras que California produce la mayor parte de la producción estadounidense en verano y otoño. La importación de tomate fresco, principalmente de México y Canadá (gran parte en condiciones protegidas), complementa el suministro total durante la primera mitad del año y compite directamente con la producción de invierno y principios de primavera de Florida.

La sequía presente en California — con el año más seco registrado para ese estado siguiendo a varios años de sequía anteriores — va a tener un gran impacto en la producción agrícola del estado en 2014 y en años venideros.

Se estima que unas 175,000 hectáreas (el 5% de la superficie de cultivo irrigada) dejará de producir en el centro interior y costero, así como en el sur del estado debido a la sequía. Los cultivos más vulnerables son obviamente aquellos que emplean más agua, por lo que simplemente no se van a producir, o aquellos más sensibles a las restricciones de riego, por lo que los productores californianos concentrarán sus recursos hídricos en los cultivos con mayor valor agregado a largo plazo tales como los almendros, entre otros.

De acuerdo a un estudio reciente sobre el impacto de la sequía conducido por la Universidad de California, en Central Valley, los cultivos de alto valor, incluyendo hortalizas, fruta no arbórea y cultivos perennes representan menos del 13% de los cultivos abandonados, ya que los productores dirigen su escaso suministro de agua a los cultivos con más valor. La mayor parte de los cultivos abandonados serán forraje y otros cultivos anuales.

Los consumidores verán recortes en el suministro de ciertas frutas y hortalizas en los supermercados y pagarán precios más elevados por esos productos. El profesor Timothy Richards de la escuela de negocios W.P. Carey School of Business en la Universidad Estatal de Arizona, concluyó recientemente una investigación sobre los cultivos que se verán más afectados y su incremento en precios.

“Seguramente se van a ver las mayores subidas de precio en aguacates, frutillas, brócoli, uvas, lechuga, melones, pimientos, tomates y ensaladas embolsadas,” comenta Richards. “Esperamos ver el mayor salto porcentual en el precio de aguacate y lechugas, con el 28 y el 34% respectivamente. El consumidor es menos sensible a los precios de esos productos, y están más dispuestos a pagar lo que sea para conseguirlos.”

Aunque la producción de horticultura protegida en México también sufre retos en la disponibilidad de agua, el descenso en la producción de hortalizas y frutas en Estados Unidos representa una oportunidad para México.

Incremento esperado en la importación de Estados Unidos

En Estados Unidos, la demanda de hortalizas va a subir más rápidamente que el crecimiento de la población en la próxima década debido al énfasis continuado en salud y nutrición. Con el incremento en la concienciación de la población sobre los beneficios de frutas y hortalizas, habrá una demanda de consumo sustancialmente más alta.

Aunque se espera crecimiento en la producción nacional en Estados Unidos, existe una gran oportunidad para los productores de México de complementar la producción de Estados Unidos y abastecer de frutas y hortalizas este importante mercado en crecimiento.

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