Etiquetas de país de origen

El inminente sistema obligatorio de Etiquetado de País de Origen (COOL, por sus siglas en inglés) promete mejoras en rastreabilidad que los expertos confí­an aumentará la confianza del consumidor en calidad alimentaria, pero ¿a qué costo?

El 30 de septiembre, “todo individuo involucrado en el negocio de suministrar uno de los bienes cubiertos bajo esta ley a vendedores minoristas, ya sea directa o indirectamente, debe mantener registros para establecer e identificar la fuente inmediatamente anterior y el receptor posterior durante un año.” [USDA]

Parece un requisito simple a primera vista. Pero el cumplimiento obligatorio de una polí­tica que en su día fue voluntaria, plantea preguntas acerca de la eficacia del programa, especialmente cuando el margen de ganancia está en juego.

 

Costos del etiquetado obligatorio

Análisis de proyecciones del programa revelan que los costos de implementación podrían ser causa de privaciones en algunos negocios que ya pasaban por momentos difíciles debido a la escalada en precios de insumos. En los mismos estudios se afirma que “los costos de etiquetado, registro de datos y procedimientos de operación necesarios para mantener el sistema COOL van a ser arduos.” [Krissoff, et. al]

De hecho, el único factor seguro ante esta situación es que la implementación a gran escala es un proyecto que requiere una inversión considerable: 1,339,000 compañí­as se verán afectadas por esta reforma en EUA, las cuales necesitarán cerca de $600 millones de dólares en inversiones iniciales; aunque algunas estimaciones sitúan las cifras en $4,000 millones de dólares. [Krissoff] El departamento de Agricultura de EUA (USDA, por sus siglas en inglés) a su vez, predice un costo más moderado de $2,500 millones de dólares.

Con la inestabilidad actual del mercado agrí­cola, expuesto a la inflación y a los elevados costos de transporte y energía, cualquier medida que reduzca los márgenes de ganancia se percibe, cuanto menos, como inoportuna.

 

¿Afecta COOL al productor?

Afortunadamente para el productor, el peso de implementación del programa de etiquetado recaerá principalmente en distribuidores y vendedores minoristas, quienes son responsables en conjunto de informar a los consumidores sobre el origen de los productos que ofrecen. De acuerdo a la resolución provisional más reciente emitida por el USDA, los costos estimados por tipo de negocio son “$376 dólares para los productores, $53,948 para intermediarios (encargados de manejo de productos, compradores, importadores, procesadores y vendedores mayoristas), y $235,551 para vendedores minoristas.” [USDA]

Kathy Means, vicepresidente de Relaciones Gubernamentales de la Asociación estadounidense para Mercadeo de Productos Agrí­colas Frescos (PMA, por sus siglas en inglés), ofrece más seguridad a las compañías distribuidoras, o productores que están verticalmente integrados. En relación a costos de etiquetado, aseguró en un seminario por Internet el pasado 24 de junio que “60% de las 20 frutas y hortalizas más importantes ya poseen algún tipo de etiqueta de origen.” Un simple cambio en el diseño de la etiqueta podrí­a satisfacer la mayor parte de los requerimientos de la ley COOL.

 

Las etiquetas no son novedad

John Pandol, director de mercadeo de Pandol Bros., Inc., productor de uva de mesa con base en California y operaciones productoras en Brasil, Chile y México, corrobora la afirmación de Means. Al preguntarle acerca de la ley COOL, dice que, debido a las regulaciones aduaneras, sus productos se etiquetan desde hace algún tiempo. “En general, no se necesitaba etiqueta del país de origen en facturas comerciales “ése es el único cambio que hemos tenido que hacer,” dice, refiriéndose a dos de los nuevos requisitos para productores. Como sus productos ya son etiquetados para importación a EUA, sólo necesita modificar su bitácora mediante el empleo de los métodos establecidos para el cumplimiento de las nuevas normas.

A simple vista, estas medidas de etiquetado de país de origen podrí­an ir encaminadas a promover el consumo de productos nacionales en EUA, con lo cual irí­an en contra de los objetivos del TLCAN y las asociaciones internacionales que los gobiernos de México y EUA tratan de acentuar. Pandol no comparte esta opinión. Según el productor, el factor origen puntúa bajo en la lista de criterios de compra. “Todos dicen que apoyan a los productores y establecimientos locales, pero luego se van de compras a un gran centro comercial en otra ciudad.”

 

 

 

Fuentes:
1) “Mandatory COOL of Beef, Pork, Lamb, Chicken, Goat Meat, Perishable Agricultural Commodities, Peanuts, Pecans, Ginseng, and Macadamia Nuts.” AMS/USDA. 1/8/08: Pg 4.
2) Doyle, Michael. “Food labels specifying country-of-origin to cost U.S. firms $2.5 billion” Sacramento Bee. 2/8/08: Pg. B7
http://www.sacbee.com/agriculture/story/1127606.html
3) “COOL Is Coming September 30th: Be Prepared With Best Practices Kathy Means et al.
http://www.pma.com/issues/COOLWebinar/ 24/6/08
4) Pandol, John. Entrevista telefónica, 15/8/08.
5) Fuente:
ams.usda.gov

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