Desarrolla el plan de negocios para tu empresa (Parte II)

Desarrolla el plan de negocios para tu empresa (Parte II)

La planeación estratégica es el conjunto de actividades que realizamos para alcanzar un objetivo, si éste es obtener utilidades, entonces hay que hacerlo con orden para maximizarlas. Quiero dejar muy claro que existen otros objetivos al crear negocios, los cuales son lograr un impacto positivo en la sociedad al generar riquezas sociales, culturales, entre otras.

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Bienvenido a la segunda parte de tres, en la que daremos continuidad a todo lo que necesitas tomar en cuenta al realizar el plan de negocios para tu empresa. La primer parte del artículo la puedes encontrar dando click AQUÍ.

Todo negocio o actividad humana siempre tiene una estrategia y una planeación, en algunos casos son intuitivas, adquiridas con la experiencia o simplemente se nos ocurren sobre la marcha para solucionar problemas que se nos presentan.

Sin embargo, en el sector agrícola, donde el promedio de edad productiva de pequeños productores se encuentra alrededor de los 50 años de edad o mayores, y que el nivel de escolaridad es no mayor a la educación primaria, es indispensable hacerle saber a los que participamos en dicho sector lo importante que es la planeación estratégica, ya que las nuevas generaciones que prefieren emigrar a las ciudades no ven en el sector agrícola oportunidades ni rentabilidad, surgiendo la pregunta de por qué países que son mucho más pequeños que México son potencias mundiales en la producción de vino, de pastas de trigo, de chocolates, de aceitunas, etc., demostrando que el agro para ellos es muy rentable, y sus campesinos tienen un nivel de vida óptimo; encontrando que una de las respuestas es la aplicación de una planeación y una estrategia en sus actividades.

Definición sencilla de “planeación estratégica”

La planeación estratégica es lo que nos permitirá seguir de pie en las batallas diarias y despiadadas del mercado, nos permitirá crecer, y sobre todo generar riqueza. Si el objetivo de cada negocio es generar riqueza, entonces esta planeación es básica y fundamental.

Entonces, ¿cómo comenzar una planeación estratégica?

Debemos de establecer tres conceptos básicos: la visión, la misión, los valores.

Desarrolla el plan de negocios para tu empresa (Parte II)

1.- La visión (nuestros sueños)

El primer paso es dejar en claro cuál es nuestra visión: ¿qué quiero alcanzar?, ¿cuál es mi meta?  Ejemplos hay muchos, en los negocios es desear alcanzar un ingreso que además de cubrir mis gastos fijos, me genere excedentes para poder repartirlos entre el (los) dueño(s) y que éstos sean cada vez mayores.

Recuerdo una historia inspiradora que conocí hace unos años con un productor de la región norte de México, me dijo que a los 47 años de edad renunció a su trabajo de profesor de secundaria, dejando a un lado su cómodo sueldo mensual, sus prestaciones y, especialmente, su pensión; y al preguntarle cuál fue la razón que lo llevó a tomar esa decisión, me respondió que él no quería verse con una jubilación a los 60 años, él quería, a sus 47 años, comerse el mundo, crear un negocio que creciera y que fuera exitoso.

Empezó con una hectárea rentada de siembra de pepinos a cielo abierto, 20 años después, cuando yo lo conocí con sus 67 años, ya tenía sembradas 60 hectáreas propias de invernadero, produciendo y exportando pepinos en su totalidad, me confesó que se sentía como un joven de 20 años y que ni por error le venía a su cabeza la idea de jubilarse.

Este productor estableció claramente su visión, es decir, su sueño.

2.- La misión (el objetivo)

Después de definir mis sueños, debo de pensar en cual será mi objetivo, de qué forma lo voy a hacer, cómo, cuándo y dónde. Regresando al profesor, él definió también claramente su misión (sus actividades a realizar): producir con calidad de exportación, con el menor costo y a un precio competitivo. Su objetivo fue claro y concreto para llevar a cabo su sueño.

3.- Los valores (la personalidad)

Ya que se definió el sueño y el objetivo, ahora determinaremos qué conducta deberemos de tener para lograr las dos anteriores, destacando que la conducta que tengamos será la que nuestros asociados, empleados, clientes y demás personas involucradas en nuestro negocio verán, sentirán y conocerán, es momento de definir nuestros valores, como:

  1. La disciplina
  2. El orden
  3. El respeto
  4. La honestidad
  5. Muchas otras

Si nos conducimos y expresamos diariamente apegados a nuestros valores dentro de nuestro negocio, seguramente repercutirá en los clientes, sentirán ese respeto y la honestidad ocasionados por la disciplina, el orden y todos los valores que positivamente también se reflejarán en nuestros empleados o socios.

Desarrolla el plan de negocios para tu empresa (Parte II)

La disciplina

Muchas veces las personas que quieren emprender piensan que ya nunca más trabajarán horas extras o jamás tendrán que llegar temprano a su negocio, ya que para eso hay empleados a los que les pagamos. La realidad es otra, la disciplina empieza en nosotros y los negocios exitosos son en donde el dueño es el primero en llegar y el último en irse.

El orden

Una de las cosas que admiro de las sociedades del llamado primer mundo es precisamente el orden, siempre todo está encaminado a que las cosas tengan un orden establecido para todo. En nuestro país cuántas cosas desordenadas existen y cuántas, además de permitirlas, fomentamos, empezando con nuestra persona.

El orden es uno de los principales valores que debemos de cultivar, ya que nos permitirá establecer un método para perfeccionar cada día y que podremos construir escaleras para subir cada vez más. En mi opinión, es caminar paso a paso en una línea recta imaginaria, para en algún momento del camino empezar a correr y después poder volar.

El respeto

Algo esencial: si respetamos nuestra disciplina y nuestro orden convirtiéndolos en un hábito, podremos construir nuestra personalidad, debiendo transmitirla hacia los demás, desde la persona que se nos cruza en la calle en la mañana y que tal vez nunca hemos visto, hasta las personas que cotidianamente interactúan con nosotros.

La honestidad

¿Alguna vez se han equivocado y te han regresado dinero extra en el cambio de algo que pagaste? ¿O tú lo has regresado aclarando que te han dado dinero de más y que no te corresponde? Si tu respuesta es afirmativa me da gusto saber que no soy el único y que hay muchísimas personas honestas, si todos los días vivimos con esa filosofía también se la transmitiremos a la gente que nos rodea, generando un círculo virtuoso del bien y que contribuirá a poder alcanzar nuestros objetivos.

Podemos agregar más valores que construyan y edifiquen una mejor sociedad y que contribuyan a generar bienestar y debemos de cultivarlos cotidianamente para convertirlos en hábitos y formas de vida.

El mejor ejemplo en la aplicación de valores es cuando un negocio debe de cumplir alguna certificación, si ya tenemos establecido un programa de valores será mas fácil cumplir con una, pues se basan en una metodología que verifica de inicio que exista disciplina, orden, respeto, honestidad, entre muchos otros como las certificaciones de inocuidad o de calidad que nos solicitan nuestros clientes.

Una vez establecidos los tres elementos básicos de la planeación estratégica, lo siguiente será combinarlos para establecer ahora las metas:

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4.- Las metas

Deben ser precisas y, especialmente, medibles. Para establecer metas debemos de ser realistas pero debemos exigirnos el máximo de nuestra capacidad, pensando siempre en el corto, mediano y largo plazo.

Corto plazo. Existen negocios tan exigentes que es indispensable seguir cotidianamente el cumplimiento de metas y, por consiguiente, será muy dinámico su cumplimiento.

Mediano plazo. Muchas veces podemos hablar de meses, pero lo recomendable es no establecerlo más allá de un año, 12 meses es un tiempo adecuado para obtener un resultado.

Largo plazo. Es indispensable visualizar el negocio más allá de un año, muchas veces este periodo es el más importante de analizar, ya que los seres humanos somos los únicos seres vivientes que podemos planear nuestro futuro, que, aunque muchas veces no sucede como lo pretendíamos exactamente, nos ayuda a establecer el camino que tenemos que seguir para lograr nuestros objetivos y metas en el tiempo de vida de la planeación estratégica.

Y ahora lo que sigue es definir las estrategias a seguir, las cuales se deben de implementar para poder tener una ejecución exitosa de la planeación y que explicaré en la tercera y última parte del artículo.