Incluya un plan de manejo integrado de plagas en su producción

beauty shotLa mejor herramienta para controlar las plagas es un buen sistema de Manejo Integrado de Plagas (MIP). Las plagas son el resultado natural de un trastorno ecológico — no se deben a la falta de plaguicidas y herbicidas.

Las plagas proliferan en plantas hospederas de monocultivos en los que hay suficiente suministro de alimento y pocas presiones ecológicas que puedan reducir sus poblaciones.

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“El concepto central de un sistema de manejo integrado de plagas es que cada zona es un ecosistema,” comenta Mary Louise Flint, Entomóloga y Especialista en el Manejo de Plagas de la Universidad de California.

El Manejo Integrado de Plagas (MIP) es un método para el manejo de plagas, consciente del medio ambiente, basado en una combinación de prácticas con sentido común.

Los programas MIP utilizan la información actualizada y completa de los ciclos de vida de las plagas y su interacción con el medio ambiente. Esta información — en combinación con los métodos de control de plagas disponibles — se utiliza para manejar el daño ocasionado por las plagas de la manera más económica y con el menor riesgo para las personas, la propiedad y el medio ambiente.

Depender únicamente de los plaguicidas puede ocasionar problemas como reincidencia de las plagas, contaminación de los mantos freáticos y resistencia a los plaguicidas.

En México, el uso de plaguicidas en la horticultura está regulado por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Medio Ambiente y Recursos Naturales, de la cual depende la Comisión Intersecretarial para el Control y Uso de Plaguicidas, Fertilizantes y Substancias Tóxicas.

En cuanto a los cultivos hortícolas que exporta el país, los países importadores tienen reglamentos muy estrictos para los residuos de plaguicidas y otros contaminantes. Los productores que exportan sus frutas y hortalizas frescas tienen que utilizar plaguicidas autorizados por el país de destino de sus productos; o en otros casos, dependiendo del comprador, los productores deben cumplir con requisitos específicos para los residuos de plaguicidas.

Manejo Integrado de Plagas: método PAMS
MIP puede ahorrarles dinero y se basa en cuatro principios que son llamados el método PAMS. Estos cuatro principios son: prevenir, evitar, monitorear y suprimir.

Prevenir que las plagas entren al campo de cultivo es más sencillo que controlar o erradicar las plagas después de que aparecen. Los productores deben fijarse la meta de interrumpir las vías que utilizan las plagas para llegar a los campos de cultivo. Las plagas se mueven de campo en campo a través del equipo. Es necesario limpiar el equipo en el campo para evitar que las malezas y las plagas pasen de un campo de cultivo a otro.

Como primera línea de defensa en el control de plagas, los programas MIP se concentran en el cultivo, el césped alrededor del cultivo y los espacios en interiores, para evitar que las plagas se transformen en una amenaza. En la producción agrícola este esfuerzo implica utilizar distintos métodos de cultivo, incluyendo la siembra de portainjertos libres e plagas. Estos métodos de control pueden ser muy efectivos y eficientes en cuanto a costos; además de presentar poco o ningún riesgo al ser humano y al medio ambiente.

Administrandose para el futuro

Evitar, se refiere a manejar las plagas que ya existen en el campo de cultivo. Las técnicas para evitar las plagas se basan en prácticas de cultivo como la rotación, para evitar darle a la plaga una hospedera adecuada.

El cambiar de un cultivo de hortalizas a un cultivo de protección es otro ejemplo. Los cultivos de protección ofrecen muchas ventajas, incluyendo la supresión de maleza, la nutrición del suelo y la mayor diversidad en el suelo y el terreno. Se puede colocar zacate Ryegrass en rollo antes de sembrar para evitar el crecimiento de la maleza.

Otra técnica implica sembrar cultivos con fechas de maduración distintas, a fin de evitar proporcionar una sola hospedera a las plagas durante todo su ciclo de vida. Asimismo, se pueden sembrar cultivares resistentes a las plagas y a las enfermedades.

El monitoreo y la revisión periódica del cultivo para la detección temprana de plagas permite a los productores reducir al mínimo el brote de plagas. La identificación correcta de las plagas durante las inspecciones en campo es de suma importancia para manejar los problemas de manera efectiva. La identificación correcta de las plagas permite al productor manejar la fuente real del problema y evitar asperjar sobre organismos que no son plaga. A menos que se identifique la plaga, el programa de control puede ir dirigido a la plaga incorrecta.

La identificación permite al productor resolver el problema de plagas y evitar el daño a organismos que no son el objetivo, en especial si el productor utiliza plaguicidas específicos para cada plaga. La revisión periódica en un campo de cultivo y la detección temprana de las plagas funcionan en combinación como sistema de detección temprana de plagas, ayudando a evitar o a reducir al mínimo los brotes de plagas.

La identificación correcta de las plagas es un pre-requisito sumamente importante para manejar los problemas que se presenten, de manera efectiva. La identificación es importante porque ciertas prácticas de manejo pueden controlar una sola especie, sin afectar a otras. La identificación correcta permite al productor manejar la fuente real del problema, en lugar de sólo tratar los síntomas (o controlar organismos que no son plaga).

Algunas plagas ocasionan daños similares. A menos que se identifique la plaga, el programa de control puede tener como objetivo la plaga incorrecta. La identificación permite aliviar el problema de la plaga y evitar dañar a otros organismos. Los productores pueden utilizar un plaguicida que sea específico para cada plaga y controlar las plagas durante la etapa más susceptible de su ciclo de vida.

Manejo apropiado de recursos

Los productores deben recurrir primero a métodos de control diferentes al control químico, identificando los efectos de los agentes biológicos que se encuentran presentes en la naturaleza. Para ello se requiere aprender sobre los organismos benéficos y saber qué plagas son susceptibles a ellos.

Algunas veces las plagas se mantienen bajo control de manera natural, mientras que otras veces las poblaciones aumentan de manera drástica. El productor puede controlar las plagas durante la etapa más susceptible de su ciclo de vida.

El monitoreo permite a los productores evaluar la eficacia de las medidas que se han tomado para el manejo de las plagas; además de saber cuáles organismos son benéficos y determinar si las plagas se ven afectadas por ellos.

Es preciso utilizar trampas de monitoreo de insectos para muestrear las poblaciones de insectos en el campo de cultivo. Las trampas de cubetas de plástico dentro del suelo son muy eficientes y poco costosas. Las trampas ligeras son atractivas para algunos insectos, sin embargo las trampas de feromonas ofrecen mayor flexibilidad para su colocación y son mucho menos costosas.

Algunos insectos son atraídos al amarillo brillante o a otros colores, por lo que pueden ser atrapados sobre hojas de plástico o cartulina de colores recubiertas con adhesivo. Por lo general, las trampas pegajosas se utilizan como herramienta de monitoreo en los huertos e invernaderos, aún cuando también pueden ser utilizadas como control en las plantas de interiores.

Al revisar de manera periódica las trampas pegajosas, los productores pueden detectar el momento en el que llega el primer insecto adulto a las plantas.

Las trampas atrayentes de feromonas en empaques individuales sirven para monitorear ciertas especies de polillas. Las trampas están cebadas con un señuelo que se asemeja al olor que desprenden las polillas femeninas para atraer a los machos hacia el apareamiento.

Las trampas se utilizan para saber cuándo inician el vuelo las polillas adulto y aplicar en el momento oportuno las soluciones en aerosol correctas, a fin de que surtan el mayor efecto. Los productores de huertos utilizan trampas para programar las aspersiones en contra de las polillas cuando la mayoría de los huevecillos están eclosionando y se están transformando en orugas.

Las trampas de plástico tipo fosas se utilizan para los insectos rastreros que aparecen en los campos de cultivo y en las tolvas donde se almacenan los granos. Es necesario registrar a los insectos encontrados y preparar gráficas con los datos sobre las especies y el número de insectos atrapados en cada trampa, para poder notar con facilidad los cambios en el tamaño de las poblaciones.

Las pequeñas plagas de vertebrados que casi pasan inadvertidos y algunas veces de hábitos nocturnos, son difíciles de monitorear. Asimismo, las trampas son muy importantes para revisar las poblaciones de ratones, ratas y otros roedores.


Cuando se cruza el umbral para emprender acciones

Antes de emprender cualquier medida para el control de plagas, MIP establece un umbral de acción; un punto en el que las poblaciones de plagas o las condiciones ambientales indican que es preciso llevar a cabo medidas para el control de plagas. El detectar una sola plaga no siempre significa que se requiere ejercer control. El nivel al que las plagas se pueden convertir en una amenaza económica es crítico para tomar las decisiones de control de plagas en el futuro.

Cuando se traspasan los umbrales para emprender acciones, MIP pasa a la etapa de la supresión o el control. Cuando los umbrales de monitoreo, identificación y acción indican que se requiere controlar la plaga y los métodos preventivos ya no son efectivos o no están disponibles, los programas MIP evalúan el método de control adecuado en cuanto a efectividad y riesgo.

“Los plaguicidas son parte del manejo integrado de plagas”, comenta Flint, sin embargo para practicar MIP correctamente, los productores deben “utilizar plaguicidas únicamente cuando los métodos de control distintos a los productos químicos sean poco efectivos y las plagas estén llegando a niveles intolerables.”

Los métodos de supresión y control efectivos y menos riesgosos son los que se seleccionan primero; incluyendo productos químicos de alta especificidad, tales como las feromonas utilizadas para trastornar el apareamiento de las plagas, o los métodos de control mecánicos, como las trampas y el deshierbe de malezas.

Es preciso seguir las instrucciones, usar el equipo de protección adecuado y hacer la disposición correcta de los productos utilizados.

Cuando se continúa monitoreando y tanto el proceso de identificación como los umbrales de acción indican que los controles de menor riesgo no están funcionando, se utilizan métodos adicionales de control de plagas, como por ejemplo la aspersión de plaguicidas de alta especificidad. La aspersión al voleo de plaguicidas no específicos es el último recurso. Elijan los plaguicidas con mucho cuidado y utilicen el material efectivo que sea menos tóxico. Los productores deben estar conscientes de que el uso de plaguicidas produce resistencia. “Elijan el plaguicida efectivo más selectivo”, dice Flint.

Los plaguicidas selectivos matan sólo a la plaga objetivo y a los organismos relacionados de manera cercana con la plaga. Los plaguicidas de amplio espectro matan a un mayor rango de plagas y a otros organismos, incluyendo los benéficos. Sin embargo, los plaguicidas de amplio espectro pueden hacerse más selectivos por medio de la aplicación cuidadosa en el lugar correcto.

Otra razón para evitar el uso de plaguicidas es su costo. El costo de desarrollar plaguicidas nuevos ha estado incrementándose debido a que han aumentado los requisitos para su registro, al igual que la normatividad.

Desarrollos recientes
Recientemente, el mapeo de plagas se ha convertido en otra herramienta del manejo integrado de plagas. Los Sistemas de Información geográfica (GIS) y los Sistemas de Posicionamiento Global (GPS) permiten hacer mapas muy precisos de las áreas y cuando se utilizan con los mapas del suelo y los sistemas de monitoreo de rendimiento, se logra la llamada “Agricultura de Precisión”.

La agricultura de precisión tiene mucho que ofrecer a MIP, ya que identifica muchos factores que afectan los rendimientos y la calidad, utilizando tecnología que incluye sensores remotos y la inspección geo- referenciada en campo (para medir el vigor, la calidad y las enfermedades del cultivo); los sistemas de monitoreo del rendimiento (para mostrar la variación del rendimiento) y el modelaje de plagas y cultivos.

Las aplicaciones precisas de los productos para control de plagas son más efectivas que los métodos convencionales y requieren menos cantidad de plaguicidas. Los sistemas de monitoreo del rendimiento y los datos sobre la calidad del cultivo por sitio específico, proporcionan información sobre la efectividad de los productos y las tácticas de manejo.

Por ejemplo, se puede utilizar el nivel proyectado de plaga como base para determinar la dosis de aplicación del plaguicida y así contar con información para decidir sobre las diversas prácticas de cultivo, incluyendo la selección de la variedad, la rotación de cultivos, la fertilización y el riego.

El GPS se ha utilizado para elaborar mapas muy exactos de las ubicaciones de las trampas de insectos en áreas agrícolas que sirven para monitorear las plagas de los cultivos. Los conteos de las trampas son recopilados y capturados en una base de datos Excel ligada al software GIS.

El software GIS se utiliza para crear un mapa de los conteos. Se les informa a los productores de la zona sobre los conteos a través del correo electrónico o por Internet. Los mapas de los conteos de las trampas sirven para predecir dónde y cuándo llegará la plaga. Asimismo, los mapas de plagas pueden ser sobrepuestos a los mapas climatológicos para poder predecir el movimiento de las plagas y la probabilidad del daño que puedan hacer a los cultivos.

Otro desarrollo reciente que puede ofrecer control de las enfermedades y es menos dañino, es el uso de aspersiones de ozono.
Estas aspersiones se han utilizado en algunos viñedos de los Estados Unidos. Sin embargo, conforme al Decreto Federal para Insecticidas, Fungicidas y Rodenticidas de los Estados Unidos, FIFRA (“Federal Insecticide, Fungicide, and Rodenticide Act”), un plaguicida es “cualquier substancia o mezcla de substancias cuyo objetivo es prevenir, destruir, repeler o mitigar cualquier tipo de plaga”.

Las aspersiones de ozono pueden llegar a ser reguladas como aspersiones de plaguicidas y ser sujetas a las pruebas de residuos de plaguicidas.

Un último ejemplo se basa en la idea de que las bacterias, los hongos y los insectos identifican las fuentes de alimentos por medio del reconocimiento de moléculas específicas sobre las superficies de frutas y verduras frescas. Una compañía en los Estados Unidos llamada Apeel Sciences, ha desarrollado un producto en aerosol que funciona fortificando la superficie de frutas y verduras con una capa ultra delgada de moléculas químicamente contrastantes, volviéndolas irreconocibles para
las plagas.

El aerosol aplica membranas de lípidos semipermeables a las frutas y verduras. De acuerdo con la compañía, el producto es una solución exclusiva propiedad de la empresa, creada a partir de extractos vegetales.