In Cerebrum – Manejo del estrés vegetal por temperatura

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El “estorbar” los mecanismos que las plantas han desarrollado a través de millones de años de evolución con tecnologías de propósito directo versus los fenómenos de estrés, indirectas o aplicadas con otros propósitos de manejo, pero resultantes en bloquear, impedir o aun desactivar los mecanismos de reacción adaptativa pro supervivencia, es uno de los grandes retos para los desarrollos agrológicos de este siglo.

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Los estudios serios y de alto fundamento científico en este sentido se están multiplicando en todos los centros de formación, información y extensionismo. Cada vez es más abundante la literatura y las publicaciones que abordan este tema, sin embargo, la aplicación a nivel del día a día dista mucho de estar al ritmo y sintonía del nivel teórico.

Como en todas las interacciones con seres vivos, lo primero es no hacer daño y lo segundo no estorbar. Para ello, el conocimiento de los mecanismos de reacción y su concatenación en sinergia con los delicados y precisos procesos metabólicos que logran que el genoma se exprese en proteoma, que el transcriptoma transfiera información para que el metaboloma y el secretoma funcionen en sincronía, con los cambios, flujos y ritmos de las fases propias de las oscilaciones metabólicas y la difusión molecular de la nutrición genomática, es el eje fundamental para lograr tener una producción planeada de la biomasa, objeto de la producción agrológica.

 

Definicion del término “estrés vegetal”

Es un término difícil de definir, por muchas razones; la principal es la compleja interacción entre la planta y el medio ambiente. En la naturaleza es imposible encontrar condiciones dónde el estrés se manifieste por la acción de un solo factor. En ciertas situaciones, muchos de los factores que combinados producen estrés, individualmente no tienen el mismo efecto cuya causa es la combinación de esos elementos.

Debido a ello, el estrés se define de forma genérica como el conjunto de factores bióticos o abióticos que causan alteraciones en el funcionamiento normal de la planta afectando su crecimiento y reproducción.

Causas de enfermedades abióticas o no infecciosas:

  • Temperaturas extremas
  • Falta o exceso de humedad en el suelo
  • Falta o exceso de luz
  • Falta de oxígeno
  • Aire contaminado
  • Deficiencias nutrimentales
  • Toxicidad por minerales
  • Acidez o alkalinidad del suelo
  • Toxicidad por pesticidas y compuestos orgánicos
  • Prácticas agrícolas inadecuadas

Importancia de la temperatura

Efectos de la temperatura en el crecimiento

El crecimiento es un aumento irreversible en volumen y biomasa estructural que implica división celular, alargamiento, maduración y especialización para formar tejidos y órganos. La tasa de crecimiento es proporcional al producto de la tasa de actividad catabólica y la eficiencia para convertir fotosintátos en biomasa estructural.

El crecimiento es influenciado por diversos factores del medio ambiente, pero ninguno más importante que la temperatura. El patrón de las temperaturas diarias estacionales y sus efectos sobre la tasa de crecimiento es complejo. Gráficas de la temperatura media diaria y temperatura cinética promedio en un año para una localidad particular produce curvas como las mostradas en la Figura 1.

 

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Figura 1.- Gráfica de temperatura diaria y cinética promedio en un año (2010) para la localidad de Culiacán, Sin. (México), Agrícola Paralelo 38.

Como la relación entre la tasa de crecimiento y la temperatura es logarítmica, la tasa de crecimiento es proporcional a la temperatura cinética media y no al promedio de temperatura. Sobre todas las variables térmicas, las temperaturas extremas diarias ilustran el rango de temperatura que cambia constantemente en el medio ambiente térmico de la planta.

La temperatura climática afecta las plantas de tres formas:

  1. Los cambios estacionales de temperatura requieren que el timing de los eventos del ciclo vital de la planta sea apropiado para la supervivencia y la reproducción.
  2. Las temperaturas extremas limitan la supervivencia y la reproducción en forma booleana: SI/NO = 1 0. En este modelo, la temperatura extrema determina la tasa de crecimiento en períodos en que los extremos no excedan los límites de estabilidad de la especie.
  3. Las fluctuaciones de corto plazo entre los límites extremos, típicamente diurnos, también afectan el crecimiento de la planta y por consiguiente su productividad. La Figura 1 muestra que aún cuando las temperaturas medias diarias están dentro del rango para crecimiento activo, los cambios diurnos pueden causar que la tasa de crecimiento disminuya bastante durante el día. Las variaciones de la temperatura diurna tiene grandes efectos sobre el crecimiento de la planta.

Típicamente, el crecimiento de la planta en función de la temperatura se describe como: despacio a baja temperatura, luego se acelera cuando se alcanza cierta temperatura arriba de la cual el crecimiento se vuelve lento y, cuando se excede cierto límite cesa el crecimiento.

El crecimiento es resultado de un conjunto de relaciones químicas concertadas sincrónicamente con una dependencia definitiva de la temperatura a nivel enzimático, ya que una enzima es activada, desactivada o aún destruida dependiendo de los cambios térmicos. Los cambios en la tasa catalítica indican modificaciones en la energía de activación de la reacción catalizada por una enzima, esto es, cambio en el coeficiente de temperatura.

Los efectos de la temperatura sobre el metabolismo y el crecimiento son dependientes del tiempo. Los tiempos intermedios de respuesta de las plantas a los cambios ambientales se conocen como aclimatación o plasticidad fenotípica.

 

 

Mecanismo de acción de la temperatura

Temperatura e índices de velocidad de reacción

La temperatura no es una medida de cantidad o concentración de una substancia o de la energía total. La temperatura mide el movimiento molecular, es decir, la energía cinética de las moléculas dentro del sistema. En consecuencia, los índices de velocidad de todas las reacciones elementales se incrementan exponencialmente con los incrementos de temperatura.

El metabolismo es una combinación de reacciones elementales, muchas de las cuales, la gran mayoría, controlan su velocidad por actividad enzimática. El índice de velocidad de una reacción catalizada por enzimas es regulado tanto por el número de copias activas de la enzima (cinética) como por el equilibrio químico dependiente de la temperatura. Esto influye directamente en el proceso activador o inhibidor de una enzima con respecto al sustrato.

Por medio de la ecuación de Arrhenius conocemos el índice dependiente de la cinética molecular con respecto a la temperatura, y por medio de la ecuación de Van T Hoff, los índices dependientes del equilibrio químico y la temperatura. Hemos comprobado que en ambos casos las constantes de equilibrio son funciones exponenciales idénticas en base a la temperatura absoluta recíproca.

  • Arrhenius:

k (T) = A * e (-Ea/RT)

Dónde:

k (T): Constante cinética (dependiente de la temperatura)

A: Factor pre-exponencial o factor de frecuencia. Refleja la frecuencia de las colisiones

Ea: Energía de activación, expresada en kJ/mol

R: Constante universal de los gases. Su valor es 8,3143 J•K-1•mol-1

T: Temperatura absoluta en grados Kelvin (K)

Para ser usada como modelo de regresión lineal entre las variables K y T − 1, esta ecuación puede ser reescrita así:

ln (k) = ln (A) – (Ea/ R) (1/T)

  • Van ‘T Hoff:

d ln(K) / d T = ∆Ho / RT2

Considerando las relaciones entre la energía libre de Gibbs y la constante de equilibrio (∆Go = ∆Ho – T ∆So y ∆Go= -RT* lnK), la ecuación también se podría escribir de la siguiente manera:

ln (K) = – (∆Ho/R)[1/T] + ∆So/ R

Dónde:

K: Es la constante de equilibrio a la Temperatura Absoluta

T: Es la Temperatura Absoluta en grados Kelvin (K)

R: Es la constante universal de los gases. Su valor es 8,3143 J•K-1•mol-1

∆Ho: Es la variación en la Entalpía

∆So: Es la variación en la Entropía

Por tanto, al representar valores de logaritmo natural de la constante de equilibrio medidos para cierto equilibrio versus el inverso de la temperatura se obtiene una línea recta, cuya pendiente negativa es igual a la variación de la entalpía dividida entre la constante de los gases, y la ordenada en el origen es igual a la variación de entropía (∆So) dividida entre la constante de los gases.

En ambos casos el índice de velocidad de los procesos biológicos cambia exponencialmente con la temperatura.

El índice de velocidad de una reacción catalizada por enzimas es regulado por el número de copias activas de la enzima y por el equilibrio químico dependiente de la temperatura. La temperatura no es una propiedad extensiva a la cantidad de materia o concentración de materia. La temperatura es una propiedad intensiva a la energía cinética molecular.

No hay rangos en los cuales los cambios de temperatura dejen de afectar las tasas de crecimiento, por lo que es incorrecto hablar de “rangos de estrés por temperatura”, lo correcto es hablar de “estrés por temperatura-tiempo”.

Daños por acción de la temperatura

Los primeros daños manifestados en tejido vivo tanto a bajas como altas temperaturas son cambios en la fase lipoidea y desnaturalización proteínica. Como las plantas no pueden huir del ambiente estresante y protegerse de las condiciones adversas, han desarrollado varias estrategias durante su evolución para adaptarse a las cambiantes condiciones del medio ambiente.

La adaptación involucra tres eventos importantes:

  1. Percepción del estrés
  2. Transducción a señales específicas
  3. Respuesta final

En los fenómenos de estrés la planta “siente” las variantes ambientales, “reconoce” correctamente las señales que se producen ab intio y “usa” estas señales como iniciadores de una serie de cambios específicos a varios niveles, como alteraciones en la estructura morfológica, desarrollo fisiológico, modificación de rutas bioquímicas y expresión de genes estrés-específicos, como respuestas adaptativas.

La percepción de las señales de estrés y sus interacciones iniciales con las células pueden reconocerse por varias perturbaciones físicas que incluyen cambios en el volumen celular, estructura de las biomembranas, balance iónico, contenido total y composición de los solutos celulares que culminan con la alteración de las interacciones proteína-ligando.

La membrana lipídica tricapa, límite entre la célula y su medio ambiente, se considera uno de los sitios de mayor percepción para las señales de estrés. Adicionalmente a la membrana plasmática, las membranas del núcleo, mitocondria y cloroplasto son estructuras muy bien organizadas que implican no sólo a lípidos y proteínas, sino a iones y otros tipos de receptores que reconocen tanto las señales intrínsecas como las del medio ambiente externo, esto desencadena una serie de eventos biofisicoquímicos.

En el control de esta serie de “eventos de vida” interviene la plena estructura funcional de la planta: genoma (G), transcriptoma (T), secretoma (S), metaboloma (M) y proteoma (P), como unidades interrelacionadas de alta vinculación, ver la Figura 2.

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Figura 2.- Intersecciónes Biomáticas. Genoma, Transcriptoma, Secretoma, Proteoma y Metaboloma.

En la regulación de este complicado mecanismo por parte del genoma intervienen genes específicos y no específicos. Aquí se da un parteaguas en las formas de enfrentar el fenómeno de estrés, por una parte se estudian los diferentes mecanismos genéticos para desarrollar plantas más tolerantes mediante la ingeniería genética (Figura 3).

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Figura 3.- Expresión de genes-blanco inducidos para Tolerancia a Stress según:

(Pareek Ashwani, Sopory Sudhir, Bohnert Hans, Govindjee. 2010. “Abiotic Stress Adaptation in Plants, Physiological, Molecular and Genomic Foundation”. Springer. The Netherlands. pp 201)

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Figura 4.- Genes funcionales y genes reguladores a la respuesta al stress según:

(Pareek Ashwani, Sopory Sudhir, Bohnert Hans, Govindjee. 2010. “Abiotic Stress Adaptation in Plants, Physiological, Molecular and Genomic Foundation”. Springer. The Netherlands. pp 202)

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Figura 5.- Genes osmótico específicos, Calor específicos y mixtos según:

(Pareek Ashwani, Sopory Sudhir, Bohnert Hans, Govindjee. 2010. “Abiotic Stress Adaptation in Plants, Physiological, Molecular and Genomic Foundation”. Springer. The Netherlands. pp 203)

 

Ingeniería Metabólica Lightbourn

Por otra parte se estudian los mecanismos biofisicoquímicos que disparan las plantas a nivel:

PERCEPCIÓN -> TRANSCRIPTOMA (RNA) -> SECRETOMA <-> METABOLOMA -> PROTEOMA

Nosotros en lo particular estamos desarrollando la segunda vía mediante la Ingeniería Metabólica Lightbourn (IML) y el correspondiente Modelo Bioquímico Lightbourn (MBL), fundamentados en la bionanofemtotecnología (BNF) aplicada a la arquitectura celular y arquitectura molecular.

La base de este desarrollo es enfocar el problema desde la perspectiva del pensamiento complejo, es decir, manejar el estrés térmico, o cualesquier otro tópico biodinámico, no es solo un fenómeno de simple causa–efecto. No existen soluciones únicas e independientes (mucho menos recetas de cocina).

Ergo el manejo de fenómenos biodinámicos es un proceso sistémico per naturam.

Siendo así, entendemos el enfoque que debemos dar si queremos manejar el estrés en función de nuestro principal objetivo que es la producción de biomasa de alto valor. Veamos un ejemplo en el siguiente cuadro multum in parvo (Figura 6).

El eje central son las proteínas G, base de los fenómenos transductivos en señalización celular. Nuestro trabajo consiste en la identificación y secuenciación de esas proteínas y precisar su relación con potenciales de membrana, pH intra y extra celular, cationes divalentes, ATP, nucleótidos cíclicos y conducciones acro-basipetálicas, que en relación con las expresiones teleocuánticas de aminoácidos, purinas, elicitores, hormonas y diferentes stresses, nos ayudan a interpretar los movimientos trópicos que se manifiestan antes y después de cada interacción fenomenológica en cada modelo ambiental particular.

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Figura 6.- Modelo de relación e interacción de las Proteínas G, mostrando los fenómenos de stress como una parte del todo. Este es uno de los objetivos principales de investigación del equipo Bioteksa-CIAD.

La raison d’etre es comprender epistemológicamente la fenomenología en el marco de los tres ejes circunstanciales que delimitan el desarrollo de este trabajo: glicobiología, termodinámica y ROS (reactive oxygen species) en el universo del Modelo Bioquímico Lightbourn. En esas condiciones podremos entender cosmológicamente y manejar prácticamente los fenómenos de estrés por temperatura y todos los demás estreses, aplicando dos postulados básicos de la bioética: primero no hacer daño, segundo no estorbar.

Esta es la base de manejo circunstancial con los seres vivos de cualesquier especie. No causar daños ni al individuo ni al medio ambiente con pretexto de corregir un problema. No estorbar los mecanismos y las rutas metabólicas desarrollados por las plantas tras millones de años de evolución.

Nuestras acciones tienen repercusión biunívoca; yo lo llamo el efecto bumerang: lo que hagas al ambiente se te va a regresar con consecuencias incrementadas en velocidad, magnitud, tiempo y espacio, transformándose en una reacción en cadena estocásticamente incontrolada.

En el manejo propiamente descrito tenemos acciones biológicas, físicas y químicas (BFQ), las cuales se dan en continuum mediante la interacción suelo, planta, agua, atmósfera (SPAA) siguiendo un patrón de matriz G3, es decir:

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Cuadro 1. Matríz tipo G3 o Modelo de Interacción Secuencial “todos contra todos” para identificar, definir y precisar las variables funcionales del sistema

En esta matriz se capturan los parámetros con periodicidad constante y se va dando seguimiento las variaciones significativas, identificando, definiendo y precisando las variables funcionales determinantes en la formación de biomasa de conservación (status vegetativo) y biomasa comercial (status reproductivo). Lo ideal es llegar a tener curvas predictivas de relación y correlación en función de tiempo fenológico real.

En al análisis detallado se deberán hacer tantas submatrices como sea necesario para la interpretación relacional de cada fenómeno, midiendo la mayor cantidad de variables (BFQ) del sistema completo (SPAA).

La profundidad del análisis va de acuerdo a las necesidades prácticas y propósitos específicos, siendo aconsejable la valoración de la mayor cantidad de parámetros de relación.

Lo más importante es entender el fenómeno de transferencia de energía entre la planta y su medio ambiente con el fin de cuantificar tanto la energía libre como la energía de reserva y así tener la perspectiva correcta para enfrentar los estados de stress sin hacer daño ni estorbar.

  • En primer lugar utilizamos la ecuación para el balance de energía en la superficie foliar, expresando valores en W.m-2

Q + H + V + B + M + A = 0

Dónde:

Q: Iridancia neta, positiva si la hoja esta irradiando menos energía que la energía radiante absorbida en sus alrededores.

H: Transferencia de calor en flujo sensible, incluye convección y conducción; negativo si la hoja pierde más energía calórica que la ganada.

V: Flujo de calor latente; término distintivo de la Transpiración, negativo cuándo el agua está vaporizando, positivo cuándo está condensando o congelándose.

B: Flujo almacenado, positivo cuándo se incrementa la temperatura de la hoja.

M: Metabolismo, positivo cuándo se produce calor.

A: Flujo de calor por Advección de la hoja al aire, positivo para advección del aire a la hoja; la advección es el flujo horizontal del aire a la hoja, ej.- viento.

Luego debemos calcular los siguientes parámetros:

  • Flujo de energía radiante absorbido por la superficie foliar (Qabs ; W.M-2)

Qabs = εQPAR + ε´Qth

Dónde:

εQPAR: Iridancia total absorbida en la región PAR (Photosynthetically Active Radiation, 400-700 nm).

ε´Qth: Iridancia térmica total absorbida fuera de la región PAR.

ε y ε´: Emisividad de la hoja en las dos regiones del espectro.

  • Flujo de energía radiante a partir de la hoja (Qε ; W.m-2)

Qε = ε  T4

Dónde:

Qε: Flujo de energía Radiante.

ε: Emisividad, aprox. 0.98 para hojas a Temperatura de crecimiento.

: Constante de Stefan-Boltzman (5.673×10-8 W.m-2 .K-4).

T: Temperatura absoluta de la hoja K.

  • Iridancia neta en la superficie foliar (Q; W.m-2)

El flujo e energía de la hoja es substraído del flujo absorbido de energía radiante (Qabs)

Q = Qabs – εIR T4

Dónde:

Q: Flujo de energía (W.m-2).

Qabs: Flujo de energía absorbido (W.m-2).

εIR: Emisividad o absortividad de la hoja para radiación de longitud de onda larga (termal); típicamente cerca de 0.95 para hojas vivas a temperaturas promedio.

Algunas veces esta ecuación se escribe:

Q = IS – rIS + Lenv – εIR T4

Dónde:

IS: Irridancia solar incidente a la superficie foliar (W.m-2)

r: Coeficiente de reflexión de la superficie foliar en fracción decimal

Lenv: Longitud de onda ambiental de la iridancia incidente a la superficie foliar (W.m-2)

  • Flujo sensible de energía transferida por convección a la superficie foliar (H;W.m-2)

H = [cp(Ta- Tl)] / ra = (cp .  . T)/ ra = cp .  . T . ga

Dónde:

Ta: Temperatura del aire (K o oC)

Tl: Temperatura de la hoja (K o oC)

T: Ta – Tl

cp: Capacidad calorífica del aire seco (insaturado) (Aprox. 1000 J.Kg-1 . K-1) a presión constante

: Densidad del aire seco (1.205 kg.m-3 a 20o C y 100 kPa)

ra: Resistencia de la capa límite (s. m-1)

ga: Conductancia de la capa límite (m. s-1)

  • El coeficiente de transferencia convectiva (hc; W.m-2.oK-1) también llamado coeficiente de transferencia de calor que es proporcional al recíproco de la resistencia de la capa limítrofe, se puede usar para calcular el flujo sensible de energía transferida H (W. m-2)

hc = (cp) / ra

H = ( cp . T ) / ra =cp . ga . T

H = hc T

  • Flujo latente de energía del vapor de agua a la superficie de la hoja (v; w.m-2), duración de la transpiración

V = [ (el – ea) cp] /  (rl + ra) = (e . cp) /  (rl + ra) = (e . cp) /  (1/gl + 1/ ga)

Dónde:

el: Presión de vapor en la hoja (cavidad subestomatal) (Pa)

ea: Presión de vapor del aire (Pa)

ra: Resistencia de la capa límite en aire (s.m-1)

rl: Resistencia difusiva dentro de la hoja (s.m-1)

: Constante psicrométrica (Típicamente 66.6 Pa. K-1)

gl , ga: Conductividades de la capa límite y de la hoja (m.s-1) respectivamente.

Una vez manejados los flujos de energía expresados en transferencia de calor debemos considerar la parte metabolómica enmarcada por las relaciones entre los diferentes elementos químicos. Para ello hemos establecido una nueva frontera que he denominado árbol de la vida en vegetales superiores según la bionanofemtología del Modelo Bioquímico Lightbourn.

El fundamento de esta cosmovisión es enfrentar los fenómenos óxido-reductivos en un espacio infinitesimal, el espacio Hilbert lo que permite que las nociones y técnicas algebraicas y geométricas aplicables a espacios de dimensión dos y tres se extiendan a espacios de dimensión arbitraria, incluyendo a espacios de dimensión infinita.

Una propiedad importante de cualquier espacio de Hilbert es su reflexividad, es decir, su espacio bidual (dual del dual) es isomorfo al propio espacio. De hecho, se tiene todavía más, el propio espacio dual es isomorfo al espacio original. Se tiene una descripción completa y conveniente del espacio dual (el espacio de todas las funciones lineales continuas del espacio h en el cuerpo base), que es en sí mismo un espacio de Hilbert.

En pocas palabras, los espacios Hilbert nos permiten “ver dentro” del mundo subatómico. Ahora solo nos falta el “microscopio” como instrumento. Pero como no existe aún tal aparato a esta dimensionalidad, lo hacemos con el poder ilimitado de las funciones matemáticas. En este caso particular usamos los flujos de Ricci y las transformaciones de Newman-Penrose establecidas por Lightbourn.

La Figura 7 ilustra el concepto. Esto nos permite ver más allá de lo tradicionalmente establecido. Por ejemplo, es muy conocido el papel del calcio en la regulación del equilibrio termodinámico de la célula y su trascendental función en el control de las cascadas de kinasas.

Bajo la óptica del árbol de la vida, vemos claramente que el calcio sostiene una relación biunívoca con el potasio y boro (eje “Y” cartesiano), paladio y fierro (eje “X” cartesiano), zinc y platino (eje “Z” cartesiano). En el eje de las “Y” establecemos las relaciones estructurales anatómicas, en el eje de las “X” las relaciones fisiológicas y en el eje de las “Z” las relaciones catalíticas.

En base a este postulado, deducimos que el calcio necesita del boro y del potasio para su integración en la formación de compuestos estructurales. Necesita del fierro y del paladio para su óptima integración en las rutas metabólicas encabezada por él, y necesita del zinc y del platino como catalizadores en su equilibrio cuántico.

Ergo, si debemos emplear calcio, no debemos usarlo solo.

Esto es tan solo un ejemplo de las interacciones fundamentales de los elementos químicos cuya función es trascendente para la homeostasia celular en los vegetales superiores.

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Figura 7.- Interacciones fundamentales de los elementos químicos de importáncia bionanofemtotribológica en las plantas superiores.

Cada elemento del árbol de la vida se debe analizar en sus interacciones X,Y,Z, dando por consecuencia un continuum de sincronías fásicas que nos muestra la forma en que se comportan los elementos dentro de la planta.

Siendo el caso para el manejo del estrés por temperaturas una oportunidad capital para interactuar con la planta y su medio ambiente total sabiendo los fenómenos sucedáneos que provocamos ab intio cuándo usamos tal o cual elemento químico. Esto nos dá la capacidad de predictividad, tan necesaria como indispensable en las interacciones de y con los seres vivos.

 

Conclusiones

  1. En todas las interacciones con seres vivos, lo primero es no hacer daño y lo segundo no estorbar.
  2. En la naturaleza es imposible encontrar condiciones dónde el estrés se manifieste por la acción de un solo factor.
  3. Muchos de los factores, que combinados producen estrés, individualmente no tienen el mismo efecto cuya causa es la combinación de esos elementos.
  4. Las temperaturas extremas son la causa principal de enfermedades abióticas.
  5. El crecimiento es un aumento irreversible en volúmen y biomasa estructural que implica división celular, alargamiento, maduración y especialización para formar tejidos y órganos.
  6. El crecimiento es influenciado por diversos factores del medio ambiente, pero ninguno más importante que la temperatura.
  7. Sobre todas las variables térmicas, las temperaturas extremas diarias ilustran el rango de temperatura que cambia constantemente en el medio ambiente térmico de la planta.
  8. Los efectos de la temperatura sobre el metabolismo y el crecimiento son dependientes del tiempo. Los tiempos intermedios de respuesta de las plantas a los cambios ambientales se conocen como aclimatación o plasticidad fenotípica.
  9. Los primeros daños manifestados en tejido vivo tanto a bajas como altas temperaturas son cambios en la fase lipoidea y desnaturalización proteínica.Como las plantas no pueden huir del ambiente estresante y protegerse de las condiciones adversas, han desarrollado varias estrategias durante su evolución para adaptarse a las cambiantes condiciones del medio ambiente.

    Enfocar el problema desde la perspectiva del pensamiento complejo, es decir, manejar el estrés térmico, o cualesquier otro tópico biodinámico, no es solo un fenómeno de simple causa–efecto.

    No existen soluciones únicas e independientes (mucho menos recetas de cocina).

  10. Bajo la óptica del árbol de la vida, vemos claramente que el calcio sostiene una relación biunívoca con el potasio y boro (eje “Y” cartesiano), paladio y fierro (eje “X” cartesiano), zinc y platino (eje “Z” cartesiano). En el eje de las “Y” establecemos las relaciones estructurales anatómicas, en el eje de las “X” las relaciones fisiológicas y en el eje de las “Z” las relaciones catalíticas (Figura 7).

Dr. Lightbourn es un científico civil y empresario investigador mexicano creador del nuevo paradigma de la nutrición vegetal (Biosinergia Vegetal) a nivel mundial y de la bionanofemtofisiología vegetal disruptiva expresada como arquitectura celular y arquitectura molecular aplicada a la sinergia homeostática y homeodinámica en vegetales cultivados para hiperproductividad, entre otros modelos y aplicaciones; fundador y presidente del Instituto de Investigación Lightbourn, A.C., y fundador de la empresa Bioteksa, S.A. de C.V.. Consulta más datos sobre su CV, trabajos y publicaciones. Síguelo vía Twitter: Twitter