Ahorra agua durante el riego de arándanos

Al igual que ocurre con otros cultivos, el arándano tiene requisitos de consumo de agua que varían con la edad del cultivo (hasta alcanzar la madurez total), así como la edad del acolchado de corteza, ciclo agrícola, y hora del día.

El mayor consumo de agua ocurre durante el verano, y en el transcurso del día, el mayor consumo depende de las condiciones del clima. Por ejemplo, en un día normal, el consumo más alto se realiza al mediodía, e incluso en un día fresco, los niveles de consumo de agua pueden aumentar ante condiciones meteorológicas de viento y baja humedad.

Suelo y consumo de agua
Usualmente, el consumo de agua por la noche es mínimo. El suelo debe poseer la capacidad de almacenar suficiente cantidad de agua para que pueda ser liberada conforme a las necesidades del cultivo. Sin embargo, los suelos arenosos no tienen la capacidad de almacenaje adecuada. Cuando se añade acolchado de corteza de pino al suelo, la situación se torna aún más compleja.

 

Los pedazos de corteza de pino son cientos de veces más grandes que las partículas del suelo, por lo que los espacios de aire entre los pedazos de corteza son demasiado grandes como para retener el agua en contra de la fuerza de gravedad. Por lo tanto, el ritmo de drenaje del agua aumenta de tres a seis veces cuando hay corteza de pino en el suelo.

El sistema radicular del arándano se confina más o menos al nivel de la capa enmendada con corteza de pino, la cual se encuentra de 20 a 30 cm de profundidad, y se requieren menos de 10 minutos para drenar el agua que se acumula por exceso de riego debajo de la zona radicular activa.
Las estimaciones indican que el total de agua que requiere un cultivo es de aproximadamente 1,270 mm de agua. Debido a que la precipitación pluvial varía a lo largo del año, surge la necesidad del riego mecanizado, ya sea por aspersion, por goteo, u otro sistema.

 

Necesidades de la planta
En un estudio realizado en dos operaciones agrícolas, calculamos que el total de agua utilizada en el campo era de cinco a ocho veces más alto que el volumen requerido por el arándano.

Por medio de sensores de agua en el suelo, monitoreamos el número de sesiones de riego por día [Cuadro 2], así como el contenido de agua en el suelo antes de cada sesión [Cuadro 1].

El primer riego en un día normal, iniciaba con un contenido de agua en el suelo por debajo de la capacidad de almacenaje. Sin embargo, en las sesiones de riego subsecuentes, el contenido de agua en el suelo subía por encima de la capacidad de almacenaje y por lo tanto, existía la probabilidad de que el agua de riego se drenara por debajo de la zona radicular.

Método de cálculo
Supongamos que el agua consumida por el cultivo es una unidad. Entonces, si dividimos el agua recibida por el campo en dichas unidades, el número de unidades invertidas en la cantidad de agua de lluvia recibida, en el agua utilizada para protección antiheladas, en la cantidad de agua usada por el cultivo, en el total de agua recibida por el campo, y en exceso de agua suministrada durante las sesiones de riego, esta información se muestra en el Cuadro 3 bajo los sistemas de microaspersores y riego por goteo.

De esta manera determinamos que el agua no usada por las plantas de arándano representaba el triple de los requisitos del cultivo en el caso de riego por goteo; y seis veces más cuando se riega con microaspersores.

 

 

Reduzca el exceso de riego

X