Producción intensiva de alimentos en ambientes protegidos

Chieri Kubota, experta internacional y fitofisióloga de la Universidad de Arizona comparte con los asistentes al evento Greenhouse Short Course las ventajas de producir en sistemas cerrados de producción, conocidos como “Fabricas de Plantas’ (iCEA, por sus siglas en inglés), y algunos de los retos a tomar en cuenta al tratar de implementar este sistema de producción.

La producción iCEA de hortalizas mayormente se concentra en tres distintos tipos de produccion:

1. Producción de hortalizas de hojas y hierbas culinarias
2. Plantas medicinales y farmacéuticas
3. Transplantes

La arquitectura de estos sistemas suele ser vertical, estilo tablilla, donde las charolas están colocadas una sobre la otra, y entre éstas el sistema de agua y luz diseñado para cada nivel.

Este sistema multitablillas le permite al productor producir en un espacio limitado, mientras cuadruplica la cantidad producida. Las plantas reciben luz vía focos LED, los cuales son manipulados para ajustar los niveles de fotosíntesis. Las luces LED, las cuales son mayormente utilizadas en los colores rojo y azul también pueden ser manipuladas para ajustar los distintos valores nutritivos de la hortaliza.

Este tipo de producción intensiva le ofrece al productor varias ventajas sobre el sistema tradicional hidropónico; entre estas:

Sin embargo, este tipo de sistema de producción requiere que el productor esté bien informado sobre las necesidades de luz, agua, temperatura nutrición y niveles de CO2 de sus cultivos.

Es necesario tener en cuenta que al implementar un sistema donde cada charola requiera cierta cantidad de luces en un sistema cerrado, éste generará mayor cantidad de calor. Esta generación de calor ha de ser mitigada mediante un sistema de enfriamiento que regule la temperatura del área productiva, incurriendo en costos mucho más elevados de electricidad, en comparación con la producción convencional en invernadero.

El productor podría proporcionar cierta cantidad de ventilación natural a su área de producción, pero después estaría arriesgándola a la introducción de enfermedades generadas en el aire. Adicionalmente, la introducción de ventilación natural evita que el productor pueda controlar los niveles de CO2, sacrificando asi cierto porcentaje de rendimiento.

Por otra parte, el costo de electricidad generado con el uso de luces LED y un sistema de enfriamiento puede ser parcialmente absorbido por el sistema de riego y uso de agroquímicos para el control de plagas y enfermedades. Este tipo de sistema cerrado no requiere un suministro constante de agua, ya que la cantidad inicial proveída es continuamente reciclada. Adicionalmente, no está expuesto a plagas y enfermedades comunes en los campos productivos.

En conclusión, este sistema es recomendable para productores de transplantes o productores de frutas y hortalizas que deseen producir sus propios transplantes. Según Kubota, un productor de plantulas puede ganar hasta $700 USD por metro cuadrado de producción cada tres semanas.

Grafted Growers, una empresa con base en Tucson, Arizona (EUA), especializada en la producción protegida de plántulas injertadas de tomate y otras hortalizas para mercados profesionales y de aficionados, es un buen ejemplo de cómo este sistema cerrado podría ahorrarle tiempo y dinero a largo plazo.

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