Sandía sin semillas

México es una potencia en producción de cucurbitáceas, en especial de sandía (más de un millón de toneladas producidas en 2007). Aunque tradicionalmente se han producido sandías convencionales, varios importantes mercados de destino, tales como EUA, han incrementado su demanda por minisandías y sandías sin semillas en los últimos años. Esto ha llevado a las compañías semilleras mejorar las variedades existentes. Veamos qué diferencias fundamentales existen en el cultivo de variedades triploides con respecto a las convencionales.

 

Desarrollo de sandías sin semillas

En realidad, una sandía sin semillas (triploide) no es más que una sandía estéril, producto de cruzar dos plantas cuyo juego de cromosomas es incompatible. Las sandías triploides son fruto de plantas estériles (3N), resultantes de cruzar una planta diploide normal (2N) con una tetraploide (4N).

El tetraploide se usa como parental femenino y la diploide como masculino. Dado que el tetraploide produce sólo del 5 al 10% de semillas que una diploide, el costo de la semilla es considerablemente más alto. Las líneas tetraploides son desarrolladas normalmente mediante el tratamiento de plantas diploides con un producto químico llamado colchicina.

Las plantas triploides estériles no producen semillas verdaderas, sino pequeñas semillas blandas de color blanco o cáscaras de semilla, las cuales se consumen junto con el fruto al igual que en el caso del pepino.

El número de estas semillas inmaduras varía con la variedad y ocasionalmente puede encontrarse una semilla verdadera dura y oscura. En EUA, el principal mercado de exportación de las sandías sin semillas, los estándares de calidad establecen que las sandías sin semillas deben tener menos de 10 semillas maduras, sin incluir pepas en la superficie expuesta al cortar el fruto longitudinal y transverslamente en cuatro secciones iguales.

Las sandías triploides requieren una serie de prácticas culturales únicas para su producción exitosa.

 

Establecimiento

La producción de trasplantes de sandía triploide es esencial, debido a las condiciones especiales requeridas para germinación, emergencia, y desarrollo en las primeras etapas de la planta. Además, el costo extra de los trasplantes está justificado, ya que las semillas de triploides cuestan unas cinco veces más que las de sandías diploides híbridas y 60 veces más que las de sandías diploides de polinización abierta (OP).

Debe sembrarse una semilla por celda a 2.5cm de profundidad con el radículo apuntando hacia arriba para reducir la adherencia de la cáscara de la semilla a los cotiledones. Los trasplantes pueden cultivarse con éxito en charolas con sustrato estéril en celdas de 2.5 a 5cm. Deben colocarse las charolas prerregadas en una cámara de germinación a 30-32ºC durante dos días o hasta que los radículos sean visibles en los orificios de drenaje de la celda.
 

Se trasladan las charolas al invernadero a temperatura diurna de 21-27°C y nocturna 18-21°C. La fertilización de plantas se realiza cada tres días con solución de 50ppm de N de Ca(NO3)2 y KNO3 desde la expansión de cotiledones hasta el desarrollo total de la primera hoja verdadera, y a partir de entonces se aplica solución fertilizante de 200ppm de N en días alternos hasta el desarrollo total de la segunda hoja verdadera.
 

Las plantas están listas para el trasplante cuando las raíces están suficientemente desarrolladas como para permitir su extracción de la celda con la

 

Disposición en campo

El cuajado y engorde de fruto de sandía depende de los reguladores de crecimiento en el polen y de los embriones de las semillas en desarrollo dentro del fruto. Las flores de sandía triploide no produce polen viable en cantidad suficiente para inducir cuajado y desarrollo de frutos. Por tanto, deben intercalarse sandías diploides polinizadoras con sandías triploides para proporcionar polen adicional. Las principales compañías semilleras han desarrollado variedades comerciales de sandías polinizadoras.

Al realizar el trasplante en campo, se intercalan variedades polinizadoras de acuerdo a las instrucciones de la semillera (normalmente, una polinizadora por cada dos o tres triploides). Si su campo tiene instalado riego por goteo, las triploides suelen ubicarse a un lado de la cinta, y las polinizadoras al otro lado.

La variedad diploide polinizadora ideal produce polen en un extendido periodo de tiempo; no compite con variedades triploides; produce frutos tan blandos que se aplastan al caminar sobre ellos, y son fácilmente diferenciables de frutos triploides.

En el caso de las minisandías, se requiere un cuidado especial en la selección de la variedad polinizadora, ya que algunas combinaciones son difíciles de diferenciar a la hora de la cosecha.

 

Prácticas culturales

Los requerimientos de espacio entre plantas varían con la selección de variedades, zona de cultivo, y tipo de suelo. En general, el desarrollo inicial de las triploides es más lento que el de diploides. Sin embargo, el tamaño de plantas triploides finalmente supera al de diploides.

El desarrollo de semillas en frutos de diploides inhibe floración y cuajado de frutos a un punto determinado. Dicha inhibición no ocurre en triploides, por lo que las plantas continúan produciendo frutos, a menos que se produzca una infección viral, o problemas de insectos o enfermedades, si las condiciones ambientales son favorables.

La densidad de población de triploides puede ser del 10 al 20% menor que la recomendada para producción de diploides. Por ejemplo, se han reportado producciones exitosas dedicando 2.5-3 m2/planta; mientras que las minisandías sólo requieren 1m2/planta.

Todos los métodos de riego son adecuados para producción de sandías triploides, pero es fundamental mantener la humedad del suelo a niveles óptimos. El estrés hídrico podría incrementar la incidencia de pudrición del extremo apical o producir frutos con formas irregulares; mientras que la humedad excesiva en campo podría ocasionar corazón hueco en frutos, una deformidad más frecuente en variedades de sandía triploide.

 

Polinización de cucurbitáceas

La cucurbitáceas poseen flores masculinas (estamen) y femeninas (pistilo). El polen de la flor masculina (de la sandía polinizadora) debe ser transferido a la flor femenina (de la triploide) por polinización para que se produzca el desarrollo de frutos. Por lo tanto, es necesario mantener una población de abejas suficientemente alta para asegurarse de que cada flor es visitada al menos ocho veces. ¿Cuántas colmenas se necesitan? Las recomendaciones de los expertos varían, pero una colmena por hectárea parece ser lo más razonable.

Las flores de cucurbitáceas permanecen abiertas prácticamente desde el alba hasta el atardecer. El periodo de máxima actuación de las abejas — método más efectivo de polinización en cucurbitáceas — coincide con el periodo de apertura de flores. Ante temperaturas muy altas, la actividad de las abejas declina hacia el mediodía. Los investigadores han demostrado que las visitas de abejas se incrementan hasta las 10 de la mañana, declinando hasta las 3 de la tarde, cuando su actividad cesa casi por completo.

Estudios conducidos en sandía por Central Florida Research and Education Center-Leesburg, han mostrado que el número de visitas de abejas es más importante que la extensión de tiempo que cada abeja permanece en la flor. El desarrollo completo de un fruto de forma regular se produce tras ocho visitas a la flor femenina. Por el contrario, el cuajado de fruto se reduce cuando menos abejas visitan las flores femeninas.

En predios extensos, deben espaciarse las colmenas alrededor del perímetro para proporcionar la adecuada distribución de abejas sobre la totalidad del campo. Para mantener la salud y actividad de las colonias, debe limitarse la aplicación de plaguicidas a periodos del día en los que las abejas están ausentes, normalmente en el ocaso o al anochecer.

 

 


Fuentes:
• Información recopilada del artículo de D. N. Maynard, publicado en el sitio de la Universidad de Florida
http://edis.ifas.ufl.edu/HS333.
• Datos de producción de cucurbitáceas en México por SIAP/SAGARPA, 2007.

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