La bionanofemtotecnología como factor clave para el desarrollo, crecimiento, consolidación y fortaleza del cuerpo radicular de las plantas

La bionanofemtotecnología como factor clave para el desarrollo, crecimiento, consolidación y fortaleza del cuerpo radicular de las plantas

El pasado mes de junio, Intagri y la revista Productores de Hortalizas ofrecieron un seminario, a través de las palabras del Dr. Luis Alberto Lightbourn Rojas, fundador de la empresa Bioteksa y del Instituto Lightbourn.

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Este seminario destacó que el cuidado de la raíz de las plantas es imprescindible para poder lograr un cultivo eficiente, si le damos prioridad a esta parte del sistema, tendremos una mayor sanidad, inocuidad y sustentabilidad.

El sistema radicular es fundamental para la adaptación y eficiencia productiva de las plantas, ya que es el órgano encargado de adquirir nutrientes y agua del medio. Cumple tres funciones importantes, la primera es el anclaje de la planta en el medio; la segunda es adquirir nutrientes, y la tercera es mantener hidratada la planta.

SISTEMA RADICULAR

Para cumplir con la función de la adquisición de agua se debe destacar que en primer lugar existe el fenómeno de la adsorción, es decir, la aproximación física de las moléculas de agua hacia la periferia radicular entre cinco y 11 nanómetros; después de esto, se continúa con el proceso de absorción, en donde la ósmosis y la difusión empiezan a luchar en contra del potencial mátrico del suelo.

Posteriormente, sigue la captación de nutrientes, que puede verse afectada si no tenemos un transporte de agua adecuado, ya que no se podrá no biosintetizar moléculas, que es la parte culminante del sistema radicular.

Cabe señalar que plasticidad del sistema radicular es esencial para optimizar la adquisición de agua y nutrientes en un medio heterogéneo o cambiante.

Se le debe permitir a la planta respirar en la raíz y desarrollar armónicamente el potencial antireológico adsortivo y absortivo; con ello, la célula estará en capacidad de tener una arquitectura que le permita sintetizar moléculas que van a responder a los cambios del medio ambiente.

Por lo anterior, es fundamental que como seres humanos seamos conscientes y apliquemos únicamente lo necesario para proteger a nuestra planta.

La bionanofemtotecnología como factor clave para el desarrollo, crecimiento, consolidación y fortaleza del cuerpo radicular de las plantas

CONSTITUCIÓN DEL SISTEMA

Ese sistema radicular es directamente consecuencia de si la planta es monocotiledónea o dicotiledónea, las primeras tienen raíces fasciculadas, haces vasculares dispuestos en forma radial y carecen de poder de anclaje porque ellas crecen preferentemente en las capas superficiales del suelo. Mientras que las raíces de las dicotiledóneas, por el contrario, son pivotantes.

Entender esta constitución morfológicoanatómica nos permite también saber cuáles son los momentos adecuados para aplicar “ayudas”.

Por ello, cabe destacar que la productividad o improductividad de un cultivo inicia en el momento en que se cuidan o se maltratan las condiciones de la raíz.

LA IMPORTANCIA DE LOS MERISTEMOS

Por lo anterior, tenemos que enfocarnos en los meristemos, que son grupos de células indiferenciadas responsables del crecimiento permanente de las plantas, debido a que tienen una alta capacidad de división celular y posterior diferenciación.

En las mismas células del meristemo hay diferenciación en células funcionales y otras que permanecen en estado indiferenciado tras la división mitótica, siendo éstas las que mantendrán al propio meristemo a lo largo de la vida de la planta; y esto hace que se controle la situación por medio de hormonas.

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ESTIMULACIÓN DE LA DIVISIÓN CELULAR: AUXINAS Y CITOQUININAS

Asimismo, las ciclinas (D) y las ciclinas dependientes de quinasas (CDK) son proteínas que regulan la transición entre G1 a S (activación de la mitosis). Las auxinas estimulan la síntesis de CDK y ciclinas, mientras que las citoquininas activan a dichas proteínas a través de la fosforilación.

Una vez que las auxinas entran en la célula, desencadenan una serie de procesos que terminan en la regulación de la expresión de genes blancos de respuesta.

Los genes inducidos por auxinas se dividen en aquellos de respuesta temprana y aquellos de respuesta tardía. Los primeros se dividen en tres grupos atendiendo a su función: genes que activan genes de respuesta tardía, genes que participan en la señalización celular y genes de adaptación rápida al estrés.

Los genes de adaptación rápida al estrés se dan principalmente en la parte aérea, aquí es donde se produce la oxina que se va a requerir en la parte radicular para que se haga el intercambio de información. Esta actividad biológica fundamental es una actividad tripeptídica a través del glutatión (gama-glutamil-cisteinil-glicina), que es el encargado de mantener la salud oxidoreductiva de la célula.

Asimismo, el glutatión también participa en la regulación de la división celular. La acumulación de auxinas en el nicho de las células madre de la raíz de la planta depende del estado oxidado del centro de quinescencia. Además, la disminución de la concentración de glutatión limita el transporte de auxinas, ya que éste regula la síntesis de proteínas de membrana que transportan la forma aniónica de la auxina.

CONCLUSIÓN

Entonces, ¿cómo vamos a regular el ciclo celular desde G1 hasta G2 para poder tener una multiplicación sana? Con una aplicación muy regulada de fósforo.

De esta manera, podemos ver cómo los aspectos moleculares que están asociados a la morfogénesis y al desarrollo del tejido radicular son fundamentales. Esta es la base de todo lo que se debe hacer para que la planta se desarrolle, crezca, fructifique y nos dé realmente una relación sinérgica con el suelo, con las otras plantas y con la atmósfera. Y estos son los fenómenos reales de trazabilidad. Aquí empieza la inocuidad, la verdadera sustentabilidad, la recuperación de los suelos, la auténtica sanidad de las plantas. Todo esto nace en el cuidado adecuado que demos a la raíz.