Utiliza nutrición para control de patógenos

La fertilización adecuada en cultivos de hortalizas es de gran importancia en la obtención de calidad y rendimiento — dos objetivos de máxima prioridad para el productor hortícola. Sabemos que el manejo de nutrientes es parte del control cultural que se puede manipular en beneficio de las plantas, pero además, cuando éstas reciben una nutrición balanceada son más tolerantes a las enfermedades, presentando más protección contra nuevas infecciones y reduciendo las ya presentes.

La nutrición afecta al crecimiento de las plantas y a su rapidez de reacción para defenderse del ataque de los patógenos. Los nutrientes influyen no sólo en las plantas sino en el proceso de infección de los patógenos.

La función de los elementos
A continuación se analiza la función de diferentes nutrientes, así como su relación con el proceso de infección en plantas.

Nitrógeno (N). Las formas más comunes asimiladas por las plantas son los iones nitrato y el amonio, pero la urea — nutriente fundamental en la formación de proteínas y parte integral de la molécula de clorofila — también puede ser absorbida por las plantas.

Altas cantidades de N propician el crecimiento joven y suculento, logrando prolongar la fase vegetativa y retardando la madurez de las plantas. Esto conduce a que presenten más susceptibilidad a los patógenos. Por otra parte, al existir deficiencia de nitrógeno, las plantas se debilitan, crecen más lentamente y envejecen más, provocando mayor susceptibilidad a los patógenos.

Por citar varios ejemplos, al disminuir la disponibilidad de N, aumenta la susceptibilidad del tomate a Fusarium (marchitez); las aplicaciones fuertes de N incrementan la susceptibilidad de la sandía a Fusarium oxysporum bajo las condiciones del noroeste de México [Fig. 1], y se incrementa el ataque de Alternaria solani (Tizón temprano) en papa y tomate.

La formas de aplicación de este elemento también son de importancia. Así la incidencia de Fusarium (marchitamiento y pudrición de raíz), Plasmodiophora brassicae (Hernia de las crucíferas) y Sclerotium rolfsii (Pudrición del tallo) es más grave cuando se aplica N en forma de amonio. Otros patógenos como Streptomyces scabies (Roña de la papa) y Phymatotrichopsis omnivora (Pudrición texana) son favorecidos por la aplicación de N en forma de nitrato, al influir en el pH del suelo.

Fósforo (P). Este elemento ha sido reconocido como un constituyente de ácido nucleico y fosfolípidos.

Al aplicarse adecuadamente en las primeras etapas de vida de la planta, contribuye al amarre de flores, mientras que su deficiencia influye en la reducción de crecimiento de las plantas, ya que está demostrado que incrementa las raíces. Asimismo, un buen suministro de este elemento activa la madurez de las plantas.

Es un elemento esencial en la formación de semilla, donde se encuentra en grandes cantidades.

Cuando este elemento se encuentra en los niveles adecuados, la calidad de los frutos y hortalizas se incrementa, aumentando la resistencia a enfermedades. Por ejemplo, se ha reportado que reduce la severidad de la Roña de la papa por Streptomyces scabies.

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Utiliza nutrición para control de patógenos

Potasio (K). Es el tercero de los elementos mayores, y es absorbido como ion. Cuando se aplica al suelo, es en forma de sales solubles como cloruro, sulfato y nitrato potásico.

Es considerado como un elemento móvil que se traslada a tejidos jóvenes cuando ocurre una deficiencia.

La deficiencia de K se asocia con una disminución de la resistencia de las plantas a la enfermedades.Por ejemplo, una carencia de este elemento aumenta la susceptibilidad de las hortalizas a Cenicilla polvorienta, mientras que niveles adecuados de K disminuyen la severidad de Tizón temprano por Alternaria solani en papa y tomate [Fig. 2]. Por otra parte, las altas concentraciones de K  aumentan el ataque del Nemátodo de los nódulos (Meloidogyne spp.)

Calcio (Ca). Es absorbido bajo la forma de ion y su deficiencia se manifiesta en la falta de desarrollo de brotes terminales. Es necesario para la formación de la lámina media de las células, lo cual está directamente relacionado con la resistencia a la penetración de patógenos. Asimismo Ca es fundamental para prolongar la vida de anaquel de las hortalizas.

Los niveles adecuados de Ca reducen la severidad de algunos patógenos radiculares como Rhizoctonia y SclerotiumFusarium, y el nemátodo Ditylenchus [Fig. 3].

Los fosfitos y la reducción de enfermedades
Estos compuestos han sido estudiados desde hace 40 años y relacionan la acción del fósforo en forma de ion fosfito en combinaciones con aluminio, calcio, cobre, magnesio, manganeso, potasio y zinc, los cuales promueven mecanismos de defensa naturales de la planta a las enfermedades.

Se pueden considerar como fungicidas indirectos y su modo de acción es sistémico, translocándose por xilema y floema.

A estos compuestos se atribuye una respuesta sistémica inducida.  La inducción a la resistencia es un fenómeno que ocurre cuando por estrés o preinfección de algún patógeno, las plantas se vuelven resistentes a la infección posterior de otros patógenos.

Las primeras aplicaciones de los fosfitos se demostraron con el fungicida Fosetyl-Al, el cual tiene movilidad del follaje hacia las raíces por el floema en forma de fosfito, y presentó control de enfermedades radiculares como Phytopthora y mildius vellosos [Fig. 4].

El fosfito de cobre presenta un efecto preventivo aceptable contra mildius vellosos y bacterias, y a la vez suplementa al cultivo con fósforo, elemento necesario en el amarre de flores y cuaje de frutos.

Los fertilizantes basados en fosfitos deben estar formulados correctamente, ya que pueden ser fitotóxicos, así que deben sen utilizados con precauciones y con un acertado asesoramiento.

En el manejo de enfermedades, la nutrición mineral es de importancia y se debe de investigar más en esta área. Los nutrientes en niveles adecuados pueden reducir el ataque de microorganismos patogénicos (hongos, bacterias, nemátodos y virus) y en combinación con otras practicas culturales, lograr una mejor sanidad de los vegetales.

Dr. Guerrero Ruiz, es Profesor-Investigador en el Departamento de Agricultura y Ganadería de la Universidad de Sonora, México.

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