La reingeniería de la agricultura, ¿cómo hacer más con más? (2/2)

Nota del editor: Antes de leer este artículo, se recomienda ver la primera parte  de éste para una mejor comprensión. La puedes encontrar dando click AQUÍ      

En la primera parte de este tema se abordó la realidad de la agricultura para las siguientes tres décadas, bajo la necesidad de una mayor producción con menores recursos naturales, lo cual lleva a un principio: pensar diferente.

Recapitulando, se llevó a cabo una mesa redonda con el título de “Reingeniería de la agricultura: hacer más con más”, dentro del contexto del evento BioCentral México 2018, en la ciudad de Guadalajara. En la primera parte, Félix Tarrats y Obed Mayoral abordaron los retos y cambios en el sector agrícola mexicano, y continúan con la pregunta: ¿cuál es la nueva definición de sustentabilidad para esta reingeniería agroalimentaria?

Sobre la pregunta anterior, Mayoral expresa que no podemos cambiar la realidad, la realidad siempre es y será la misma. El enfoque a tratar sobre la actividad es:
sustentabilidad = eficiencia = rentabilidad.

Expuso que la sustentabilidad desde esta perspectiva debe estar ligada hacia una mayor rentabilidad respecto a la tecnología, si no, el productor no se esforzará, “necesita ingresos económicos que sean mejores y mayores, los cuales provienen de hacer más eficientes sus procesos, ¿cuánto más me va a costar?”. Cuando existe la eficiencia, existe la rentabilidad, respondió a su misma pregunta.

La intersección entre sustentabilidad – eficiencia – tecnología es el punto donde se debe enfocar el esfuerzo: hacer más con más, continuó Mayoral. Las tecnologías de la información se traducen en este universo de posibilidades “que es ese ‘más’, que hay que ir por él, ver para adaptarlo a nuestros sistemas de producción y así producir más para que no cueste tanto, o que se manifieste en incremento, en rendimiento, precio de venta, en productividad, en rentabilidad; ‘más con más’ es pensar fuera de la caja”. La realidad es una, ante la cual todos debemos plantearnos cómo puedo hacer más con más, con nuestras restricciones y nuestras responsabilidades, dijo el especialista.

De lo anterior, Obed expuso las cuatro amenazas de la realidad agrícola:

  1. Alimentos precarios e inequidad: unos comen de más (con desperdicio) y otros no tienen acceso a la alimentación. El objetivo es resolver el problema del suministro general equitativo y el tema enérgico hacia la producción.
  2. Riesgos a la salud: la intoxicación es un tema alarmante que causa riesgos a la salud, en México se ha impulsado el buen uso y manejo de los agroquímicos. Se debe analizar el incremento descuidado de la producción respecto a la repercusión en la salud física humana sobre el uso de agroquímicos.
  3. El cambio climático: es una realidad que en la agricultura se perciben las inestabilidades e incidencias climáticas, sumado al daño ambiental y particularmente al activo más importante de la parte agrícola, el suelo. “¿Qué sucede allí? el 92% del suelo agrícola mexicano ya ha perdido fertilidad. El uso indiscriminado, sin conciencia y falta de conocimiento, crea un perecedero en el pueblo. Allí es donde existe una rentabilidad atrapada que se pierde día con día: rentabilidad – sustentabilidad – tecnología”.
  4. Baja rentabilidad: el precio del insumo ha incrementado, sin embargo existe una baja rentabilidad lo cual se convierte en un extremo peligroso, “si nadie quiere producir, invertir o arriesgar en el campo ¿qué sucederá con la producción de alimento? ¿qué vamos a comer? Debemos —comenta Obed— crear un equilibrio en la rama de la sustentabilidad universal, específicamente en el ramo del sector agroalimentario”.

“Tenemos que hacer un cambio —continúa el experto—, ¿qué sigue? ¿cómo producir con menor costo, sin dañar el ambiente y la salud del ser humano, creando inversiones en el tema agrícola con un panorama de rentable frente a los otros tipos de negocio?”.

Es por esto que él mismo enfatizó sobre la importancia de la naturaleza y función de estos encuentros, los cuales deben basarse en tópicos como:

  1. Investigación
  2. Innovación
  3. Biotecnología

Dichos temas son los pilares para poder “apretar los botones” que logren incrementar ese 70%, el de producir “más con más”. Estos botones los resumió Mayoral con cuatro ejemplos de biotecnologías:

  1. Sustancias únicas: es una acumulación ancestral en los sedimentos de la tierra convirtiéndolo en una tecnología que puede ser utilizada para lograr estabilidad en nuestros suelos; así como mejorar el tema biológico, el tema químico y el tema físico de los mismos. “Existe mucho desarrollo en las instituciones académicas, sólo se trata de acercarse a las mismas para ver esta área de oportunidad al ser utilizado como una biotecnología”.
  2. Microorganismos: es un tema en desarrollo a nivel mundial, pero el hecho es que puede ser el lugar donde encontremos “el salto cuántico” para mejorar la productividad “en cualquier cultivo, en cualquier sistema de producción, en cualquier tamaño o escala, y en cualquier región del país. El tema es encontrar la tecnología precisa para mi cultivo”.
  3. Extractos vegetales: el tema de los bioestimulantes desarrollados a través de diversos extractos permite un panorama amplio para ser utilizado en los diversos tipos de agricultura; se gana mayor producción, ser sustentables y disminuir costos al reducir la resistencia controlando plagas o enfermedades. “Y de nuevo, las universidades son centros para encontrar este conocimiento, el truco es acercarse, buscarlos”.
  4. Insectos benéficos: se pueden utilizar en múltiples formas y maneras que cumplen con los puntos básicos: es sustentable, es tecnología y al final esto lleva a mejor rentabilidad.

La biotecnología “nos puede abrir esa puerta para alcanzar esa mayor rentabilidad logrando una conciencia tranquila al ser sustentables, y al mismo tiempo aportar la ventaja competitiva que se requiere entre los distintos entes del mercado”.

La reingeniería en la agricultura obedece a cambios en el pensamiento, expresó Eric Viramontes como cierre de la mesa redonda. Para concluir con la misma presentó la última interrogativa: ¿a qué nivel de pensamiento y cambio de mentalidad podemos o debemos llegar como ser humano?

Felix Tarrats afirmó que se basa en un cambio de conciencia. “Hay que ser rentables, pero hay que pensar diferente y pensar en la sustentabilidad”. Concluyó que se debe modificar el pensamiento en las nuevas generaciones al cambiar la forma de ver las cosas ya que esto repercute directamente no sólo en la subsistencia de la empresa o del sector; esto repercute directamente en nuestra subsistencia como especie.

Finalmente, Obed Mayoral respaldó la afirmación de Tarrats y agregó que se debe estar abierto al conocimiento y al aprendizaje. No privarnos a la escucha atenta del otro, voltear a ver para conocer qué están haciendo o qué quieren compartirnos, tanto productores de la región como productores de otras regiones líderes.

Ser críticos con nosotros mismos, “¿cómo puedo incrementar mi productividad incorporando nuevos procesos, nuevas tecnologías, nueva gente, así como diversos tipos de innovación?” Ya que para innovar existen diversas formas, no solamente en el producto, sino en todo lo que le rodea: marketing, servicio al cliente, etc. La base es la innovación, que es buscar cómo, siendo autocrítico, podemos mejorar nuestro proyectos.

Fuentes y notas:
Lozano Ruiz, Rafael. “Biotecnología Agroalimentaria”. Centro de investigación en Biotecnología Agroalimentaria, UAL.
Herranz Sorribes, Carmen. “La Biotecnología en la Industria Alimentaria”. Centro de Vigilancia Sanitaria Veterinaria (VISAVET). Universidad Complutense de Madrid, 2007.

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