Oportunidades bioenergéticas para México

En el 2009, se pondrán en operación varias plantas para la producción de etanol para exportación. México tiene ya en puerta la posibilidad de exportar etanol para que EUA. Sin embargo, aun no se puede ver claramente cuál sería el argumento exportador de estas plantas que se ubicarán en Sinaloa, Sonora, Nuevo León, Veracruz, Oaxaca y Jalisco, la mayoría de ellas utilizando como base el maíz, sorgo y/o caña de azúcar.

 
 
 

Brasil como ejemplo

Para evaluar las perspectivas de la producción de biocombustibles, el gobierno de México invitó recientemente a Edison Guimaraes, Secretario de Politíca Agrícola y Provisión de alimentos de Brasil, para que diera su punto de vista, ya que desde una perspectiva  puramente económica, las producciones de etanol en México con base en maíz, no serían sustentables, ya que México importa este grano en volúmenes considerables.
 
 
Los asesores brasileños que acompañaban al Secretario, explicaron que al principio de los años ’80 el etanol tenía un precio cinco veces superior a la gasolina y que actualmente un litro de etanol equivale a medio litro de gasolina.
 
Representantes de BioDiesel Brasil aclararon que la producción de etanol en Brasil no compite con la producción de alimentos,  ya que la materia prima es la caña de azúcar y no el maíz. Igualmente comentaron que están siendo presionados por los incrementos a los fertilizantes, pero que a pesar de ello, la producción de biocombustibles se percibe como una industria auto sustentable y estratégica.

Estrategias agrícolas

 
Los proyectos de biocombustibles, así como la cogeneración de energía, la elaboración de compostas e inclusive la preparación de alimentos para peces con base en los residuos de los cultivos, podría ser una industria estratégica en los próximos años, tal y como ha sucedido en Brasil.
Por lo anterior y tomando como base el potencial productivo que tenemos en nuestro país en los cultivos de caña de azúcar y sorgo, se podría generar una cadena de productos e insumos de gran valor para salir de la crisis. Por lo tanto, no hay que dejar la responsabilidad solamente a los gestores de las políticas públicas, sino adelantarnos al futuro con trabajo y responsabilidad.   
 
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