Manejo integrado de raíz rosada

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Phoma terrestris, también conocido por sus nombres  vulgares “Raíz rosada” o “Mancha rosada,” viene de la orden Sphareopsidales, género Phoma, y especie terrestris. Así se categoriza un problema muy serio para productores en las zonas agrícolas de México donde se produce más cebolla.
 

Fitopatología detrás del color

La Raíz rosada se encuentra principalmente en climas calurosos y áridos. Cuando la temperatura del suelo está entre 24 y 28°C, P. terrestris sobrevive a 45 centímetros de profundidad. Aunque las infecciones pueden disminuir entre 16-20°C, el patógeno todavía puede estar presente en el suelo, así que es recomendable hacer pruebas de suelo antes del inicio de la temporada de producción.
 
 
En general, esta enfermedad afecta principalmente a las cebollas maduras. En este caso, se puede ver una disminución en el tamaño del bulbo, así como señales ligeras de desnutrición en las hojas. Sin embargo, si la temperatura del suelo es muy alta, las plantas jóvenes pueden ser afectadas gravemente, lo cual podría resultar en una pérdida muy seria del cultivo. En este caso, se observa un raleo en el follaje y las puntas de las hojas están muy secas.
 
 
Los síntomas obvios de la enfermedad comienzan con una ligera coloración amarillo-café y rosada de las raíces, las cuales pasan por grados diferentes del color, terminando en un violeta oscuro. Finalmente, las raíces se secan y se pudren. Al ser eliminado el canal de transporte de los nutrientes al cultivo, se produce una reducción en el tamaño del bulbo.
 
 
Aunque Phoma terrestris no afecta a los bulbos vivos, es posible que se adhiera a las cáscaras secas, lo cual hace que la planta sea más vulnerable a una infección de Fusarium oxysporum.
P. terrestris puede sobrevivir en estado inactivo durante años, aun en invierno, y las sustancias químicas emitidas por cebollas jóvenes activan la germinación del hongo. Por ello, un importante control preventivo consiste en conocer el historial del campo.
 

Manejo integrado del hongo

Expertos en la industria de producción de cebolla coinciden en que, además de conocer composición e historial del suelo, las dos herramientas más poderosas en control de Raíz rosada son: 1) Uso de semillas certificadas resistentes a la enfermedad, y 2) Rotación de cultivos — no sembrar cebolla durante cinco años. Adicionalmente, la selección de especies cultivadas, antes y después de la cebolla, desempeña una función importante en la sobrevivencia de P. terrestris.
 
 
Es buena idea sembrar, al menos en una temporada, algún tipo de cereal tal como la cebada, ya que este tipo de cultivo ayuda a fortalecer y agregar biomasa al suelo.
Además de los tratamientos químicos del suelo con fungicidas, existen otros tipos de manejo con mucho potencial, como la aplicación de extracto de ajo junto con la aplicación de la bacteria benéfica Trichoderma viride en las raíces del cultivo antes de plantar los trasplantes en el campo. Otra aplicación en la base de la planta saturando el suelo (drench) puede tener efectos positivos en la reducción de la presencia del hongo y el aumento en el rendimiento.
 
 
Otro método que ha dado buenos resultados es la solarización del suelo infectado durante seis semanas antes de sembrar y después de la cosecha, mediante el tendido de películas de polietileno sobre el suelo en períodos calurosos.
 
 
Se recomienda a los productores con problemas de Raíz rosada que consulten con técnicos y autoridades en sanidad vegetal para informarse sobre la raza de la enfermedad en su zona de cultivo. Así armados con estas herramientas, pueden llegar a conocer la mejor combinación para controlar el patógeno y preservar la salud e integridad de sus suelos.