El pimiento es un cultivo difícil que puede hacer batallar a más de un productor novato, pero cuando se domina la técnica puede generar muy buenas utilidades.
España es un líder en la producción de este cultivo, con más de 32,000 hectáreas de las cuales el 95% son destinadas para mercado fresco, y el resto para conserva. Paradójicamente, los rendimientos que se alcanzan en dicho país no suelen superar los 5 kg/m2, con estructuras de tipo parral y mallas. Se estima que sólo el 5% de la superficie cultivada dispone de invernaderos de alta tecnología, con rendimientos de 12 a 18 kg/m2.
Como los productores españoles destinan el 65% al consumo del mercado interno, no buscan una mayor rentabilidad. Pero aquellos que han invertido mayores recursos ven que 0.82 USD/kg) no alcanzan a cubrir los gastos de producción de una empresa con 5 hectáreas de invernaderos de alta tecnología.
Riesgos tecnológicos
Se requiere una correcta selección de tecnología, ya que el pimiento es un cultivo muy susceptible al estrés por exceso de humedad, y los cambios climatológicos obligan a realizar ajustes constantes en las dosificaciones del riego y la nutrición, así como a controlar la humedad relativa dentro del invernadero.
Conviene tener en cuenta que, aunque el pimiento es resistente al estrés hídrico y a las altas temperaturas, el exceso de luminosidad y la baja humedad relativa provocan una rápida deshidratación del cultivo con impacto en floración y desarrollo de los frutos. De tal manera, la selección de tecnología, debe ser adecuada a las condiciones del clima y el manejo que se quiera dar al cultivo.
Veamos algunos parámetros para el cultivo de pimiento en invernadero que han sido determinados en los países mediterráneos principalmente.
Registros de clima y humedad
En el caso de la temperatura, se menciona que la óptima es dwe 25° a 30°C, aunque la floración se beneficia de cambios drásticos con temperaturas nocturnas de 12-15°C. Incluso se ha comprobado que, antes del despliegue de los cotiledones, una temperatura de 10°C durante un periodo continuo de dos semanas, ayuda a obtener una mayor resistencia (rusticidad) de la planta, y permite aumentar la diferenciación floral, lo que se traduce en una mayor producción.
Otra característica requerida por el pimiento es mantener una humedad relativa del 70-75% en el invernadero, lo cual es más difícil cuando se trabaja con cubiertas que presentan una mayor transmisión de luz, como es el caso de las cubiertas de vidrio. Con una humedad relativa más alta se retrasa el crecimiento de los frutos y se provoca una senectud acelerada de la planta.
Manejo de riego
Por lo que se refiere a los riegos, el pimiento gusta más de aportaciones frecuentes de bajo volumen, manteniendo la humedad del sustrato en bajos niveles, aunque siempre disponible.
Se ha observado que incluso una breve saturación hídrica del sustrato puede generar la presencia de patógenos, tales como phytophtora, o bien la asfixia radical; mientras que la ausencia de humedad en el suelo o sustrato, combinada con elevada humedad relativa, provoca un lento crecimiento de los frutos.
Una receta que funciona en los invernaderos del Mediterráneo, es aportar de 70 a 100 litros de agua por kilo de producción. Con ello, para un cultivo con rendimientos de 18 kg/m² el consumo de agua sería de 12,600 a 18,000 m3/ha. Sin embargo, el riego y la nutrición deberán manejarse de acuerdo con las características del suelo (o sustrato), el ciclo cultural, y el método de distribución del agua adoptado.
Para algunos especialistas, en los riegos del pimiento lo mejor es reponer del 50 al 60% de la evapotranspiracion (ET) del cultivo en la fase de crecimiento vegetativo, con un cambio al 70-80% al inicio de la floración; y finalmente, al inicio de la cosecha reponer del 80 al 100% de la ET.
Referencias: “Pimientos.” P.W. Bosland & E.J. Votava. CABI Publishing, Inglaterra; “Cultivo de pimiento en climas cálidos.” Guiseppe La Malfa, Director del Instituto de Horticultura de la Universidad de Catania.