Enfermedades del ajo

La mayoría de las enfermedades en cultivo de ajo están relacionadas con cierto tipo de hongos; organismos microscopicos cuyas estructuras se integran por las llamadas hiphas, que en masa conforman micelios, los cuales se alimentan de la planta causando su deterioro.

Sin embargo, aunque estaa reconocida la importancia patogenica de los hongos, la mayor atención se concentra en las esporas, que facilitan la reproducción del hongo, y su diseminación y sobrevivencia ante condiciones adversas.

El control de enfermedades causadas por hongos se dificulta por el hecho de que las esporas pueden tener una variación genética de un año a otro, desarrollando nuevas infecciones en tejidos abiertos o en plantas no contaminadas anteriormente. Por ello, los especialistas han optado por identificar el agente patógeno por el tamaño, forma y color de sus esporas.

Por otra parte, las bacterias (que tambien son organismos microscopicos unicelulares) no forman esporas, sino que sobreviven en restos de cultivos infectados y pueden ser transportadas por medio de agua, viento, semilla, plantas infectadas, insectos o implementos utilizados en el cultivo.

Antes de ver con detalle algunas de las enfermedades de mayor importancia economica, podemos decir que el control racional se logra mediante conocimiento del comportamiento del patógeno. Es decir, su factor de sobrevivencia, transmisión, hospederos, respuesta al medio ambiente y variabilidad.

Por parte de la planta, se deberá identificar el factor de resistencia o tolerancia al patógeno, así como complementar el manejo, con una serie de prácticas culturales y finalmente con aplicación de métodos de control biológico o tradicional con agroquímicos.

 

Mancha púrpura

El micelio del hongo patogénico Alternaria porri sobrevive en restos de cultivos anteriores, y la inoculación sobreviene cuando se presentan noches húmedas o las hojas son regadas en exceso por periodos de más de 12 horas.

Este hongo, que ataca preferentemente a las hojas más viejas, puede esporular rápidamente al secarse la hoja y desarrollar una infección en dos a cuatro días

Sistemas de riego por goteo y suelos con buen drenaje ayudan a reducir la humedad de las hojas y evitar la esporulación. Fungicidas protectantes y rotación de cultivos resultan efectivos para evitar el desarrollo del patógeno.

 

Botritis

La esporulación ocurre en condiciones de elevada humedad que provocan un rápido desarrollo de la infección Botritis alli en partes suceptibles de la planta.

Rotación de cultivos, orientación del surco, ajuste de la densidad y barbecho profundo del suelo ayudan a prevenir el desarrollo del patógeno. Deben utilizarse variedades resistentes y evitar fertilización excesiva al final del ciclo de cultivo para no retrasar la maduración de los bulbos. Estudio de condiciones del clima y tratamiento preventivo con fungicidas protectantes dan buen resultado.

 

Pudrición blanca

Sclerotium cepivorum se desarrolla en el suelo, observándose mayor incidencia en suelos fríos y humedad elevada. La enfermedad se transmite a través de suelos infectados y sus daños pueden ser muy severos.

Solarización, inundación del suelo y aplicación de fumigantes son estrategias adicionales.

 

Mildiu

Peronospora destructor requiere condiciones frías y húmedas para su esporulación, aunque sobrevive en restos de cultivos o en suelo. Las esporas pueden ser diseminadas por viento o a través de salpicaduras de lluvia o riego por aspersión. La esporulación aumenta cuando se incrementa la humedad.

Rotación de cultivos, riego por goteo, eliminación de restos de cultivos y orientación del surco en dirección de los vientos dominantes, pueden ayudar a prevenir la infección. Se recomienda aplicar fungicidas preventivos.

 

 


Fuente: “Onion and Garlic diseases.” University of California, 2001.

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