A lo largo de la temporada de cultivo, las plantas pueden presentar coloración inusual, retraso de crecimiento, daños en las hojas o defoliación.
A menudo estos síntomas visuales se deben a deficiencias de nutrientes, las que reducen los rendimientos y la calidad de los cultivos. El reconocimiento de los síntomas visuales durante la temporada de crecimiento y la identificación de los problemas de producción antes de la cosecha permite a los productores planear pasos posteriores a la cosecha que le ayudarán a prevenir problemas similares con los cultivos siguientes.
Los síntomas más visibles de deficiencia de nutrientes pueden incluir un color amarillento en las hojas, y la pérdida de hojas. Las condiciones del suelo pueden hacer los nutrientes menos disponibles, y en suelos pobres, las raíces de las plantas podrán no estar lo suficientemente activas para compensar la reducción de disponibilidad de los nutrientes.
En suelos arenosos, por ejemplo, el lavado continuo por lluvia y riego acaba por agotar los pocos nutrientes disponibles. La mayor o menor riqueza del suelo afectará las plantas según la especie vegetal, puesto que algunas plantas consumen más nutrientes, mientras otras, como los cactus, crecen bien en suelos pobres.
Aunque el suelo contenga los elementos necesarios, otros elementos podrán bloquearlos por efectos químicos llamados antagonismos:
• El exceso de Potasio reduce la disponibilidad de Magnesio.
• El exceso de Magnesio podrá inducir a la carencia de Potasio.
• El exceso de Calcio puede interferir en la asimilación de Magnesio.
• El exceso de Sodio produce deficiencia de Calcio y Magnesio.
El efecto del nivel de pH
Otro problema común es el pH inadecuado del suelo. Tanto un pH alto como un pH bajo puede provocar deficiencias o toxicidades por exceso.
a) Si el suelo es ácido (pH bajo, menor de 6.5), podrá haber deficiencias de Calcio, Magnesio, Fósforo, Molibdeno, y Boro. Un pH 5.5 o menor puede causar deficiencias de Calcio, Magnesio, Fósforo, Molibdeno y Boro o provocar toxicidades de Manganeso, Zinc, Aluminio e Hierro. Para solucionar la carencia de estos elementos, es necesario aportarlos mediante fertilizantes e intentar subir el pH adicionando caliza molida (hacer un encalado).
b) Si el suelo es neutro (pH entre 6.6 y 7.5), hay una óptima disponibilidad de todos los nutrientes que las plantas necesitan normalmente en lo que respecta al pH. Pero aunque el pH sea favorable, puede haber carencias si el suelo es pobre en nutrientes.
c) Si el suelo es básico o alcalino (pH mayor de 7.5 ) es muy probable que haya problemas, especialmente con las plantas acidófilas debido a que en los suelos alcalinos se bloquean varios elementos esenciales para todo vegetal. En suelos básicos, podrá haber Deficiencias de Hierro, Manganeso, Zinc, Cobre, Fósforo y Boro. En estos suelos, se puede aportarlos por fertilizantes en forma de quelatos que contengan los nutrientes que están faltando y, además, bajar el pH del suelo o sustrato y/o bajar el pH del agua de riego si se está regando con agua alcalina.
Síntomas de deficiencia de fósforo
Plantas con deficiencia de fósforo son más pequeñas y crecen más lentamente que las plantas con cantidades adecuadas de fósforo. La deficiencia de fósforo normalmente es visible en plantas de maíz jóvenes, porque el nutriente se moviliza y se desplaza fácilmente en la planta.
Las plantas afectadas tienen un color verde oscuro y las puntas y los márgenes de las hojas más viejas tienen un color rojizo-morado. Las hojas nuevas no tendrán esta coloración. Además, el número de brotes disminuye, formando tallos finos y cortos con hojas pequeñas. Hay también un menor desarrollo radicular, menor floración y menor cuajado de los frutos.
Los síntomas de deficiencia casi siempre desaparecen cuando las plantas crecen y alcanzan un metro o más de alto.
La detección de la deficiencia de fósforo a veces puede ser difícil, debido a que algunos híbridos de maíz tienden a mostrar tonos morados en las primeras etapas de crecimiento aunque la nutrición de fósforo sea adecuada y otros híbridos no muestran los síntomas de color aunque el la cantidad inadecuada de fósforo limite severamente los rendimientos. La deficiencia de fósforo es común:
- en suelos fríos muy húmedos o muy secos;
- cuando se aplica fósforo donde las raíces no pueden absorberlo;
- donde el crecimiento de las raíces está restringido debido a suelos compactados;
- cuando las raíces hayan sido dañadas por insectos, herbicidas, fertilizantes, o prácticas de cultivo.
Solución
Para solucionar la deficiencia de fósforo, es necesario aplicar un fertilizante rico en fósforo. Para obtener los mejores resultados, entiérralo ligeramente para que quede más cerca de las raíces. En suelos calizos, aplica una fertilización fosfórica más elevada de lo normal para evitar las retrogradaciones a fósforo insoluble. El exceso de este elemento no parece causar daños.