Chile habanero como opción de cultivo

Los mayas consumían chile, sabiéndose que comercializaban con los taínos, pueblo aborigen de Puerto Rico, de donde pudieron haber traído el habanero. No se sabe como se introdujo a Yucatán — ya que no existen pruebas lingüísticas del nombre de este chile en maya, por lo que lo de “habanero” fue puesto por los españoles que lo trajeron a Yucatán desde Cuba.

La escala Scoville que mide el picor de los chiles, registra al habanero (Capsicum chinense Jaq.) con 350 mil a 500 mil unidades siendo este el chile más picoso del mundo por su alto contenido de capsaicina, (sustancia que da el picor) haciéndolo muy preciado para la exportación.

En México, el habanero se cultiva en Yucatán, Jalisco, Campeche, Quintana Roo, Tabasco, Chiapas, Veracruz, Zacatecas, Coahuila, Aguascalientes y Michoacán.

Además de su sabor picante, tiene el doble de vitamina C que los cítricos, alta concentración de flavonoides antioxidantes que retrasan el envejecimiento, alivia dolores de cabeza y migrañas, es un agente termógeno que ayuda al cuerpo a quemar grasas y calorías, y previene cáncer de intestino, colon y estómago.

El INIFAP ha determinado que la producción actual de habanero se caracteriza por el empleo de tecnología tradicional casi obsoleta, como el riego con manguera, plantaciones de 10,000 plantas/hectárea, manejo sanitario deficiente, fertilización manual, entre otras, con lo que se obtienen rendimientos promedio de 10 t/ha, con frutos que no cumplen la calidad exigida por el mercado.

Este sistema de producción es poco eficiente, propiciando altos costos, bajos rendimientos y poca calidad del fruto, lo que ha venido desanimando a productores que empiezan a abandonar el cultivo.

Por ello, debe optarse por técnicas más eficientes y centrar la atención a los requisitos especiales que necesita el habanero para maximizar la producción por hectárea en campo abierto o invernadero, pues se exige la calidad suprema para exportación.

 

Nutrición ideal

Al habanero se le aplica fosfato diamónico (18-46-0) y fórmulas balanceadas como el triple 17 en etapas fenológicas de transplante y floración, creyéndose ser las etapas más importantes.

Se consideran también el amarre de frutos y el primer corte, donde la planta debe fortalecerce para que no sea susceptible a plagas y enfermedades. Desde 1975 se determinó una dosis óptima económica de 68-90-0 con rendimientos de 20.7 t/ha en 18 cortes, siguiéndose aplicando por la mayoría de los productores sin la certeza de la verdadera eficiencia nutritiva en el cultivo. Estas formulaciones se han probado en los estados de Yucatán, Campeche y Tabasco, pero en general la fertilización deberá incluir N, P, K, Ca, S, Mg y micronutrientes cuyas dosis dependerán del tipo de suelo. Por ello, antes de fertilizar, es recomendable un análisis del suelo a fin de conocer los nutrientes presentes así como la calidad y aptitud agrícola de éste.

En una experimentación exitosa realizada en Muna, Yucatán se evaluaron las etapas de floración, altura de planta, número de brotes axilares, número de frutos por racimo, frutos por planta, peso de fruto por planta, y rendimiento de fruto, concluyéndose que los más altos rendimientos de 21.1 t/ha se obtuvieron con triple 17, y 19.6 t/ha con aplicación de 18-46-0 + sulfato de potasio + urea, así como mayor peso y número de frutos por planta.

 

Riego eficiente

Para ahorrar costos en agua, mano de obra, materiales, agroquímicos y tiempo, lo mejor es el fertirriego por goteo con acolchado plástico, permitiendo controlar y distribuir al máximo el agua y nutrientes, evitando el estrés en el desarrollo vegetal con efecto directo en la altura de la planta, número de frutos y calidad de éstos.

El acolchado tiene la ventaja de reducir la evaporación de la humedad del suelo controlando la temperatura, evitando la invasión de malezas, hongos e insectos vectores de enfermedades.

 

Recomendaciones de siembra

Se recomienda sembrar una densidad de población de 22,300 plantas (1.5 m x 0.30 m) por hectárea con acolchado plástico, de preferencia negro, que es el que mejores resultados ha probado.

 Sanidad del Habanero

Las enfermedades de origen viral son las que más atacan a los chiles causando fuertes pérdidas económicas y reducciones de hasta el 100% de producción, como la epidemia de 1989 en Yucatán que casi acabó con el germoplasma de habaneros criollos regionales, provocando el abandono temporal del cultivo. Sin embargo, gracias a unos productores, se rescató esta especie, resurgiendo con mayor intensidad, logrando que se encuentre en trámite la denominación de origen.

El acolchado plástico es vital para controlar plagas, como la mosquita blanca (Bemisia tabaci Genn.) que transmitió la virosis del ’89. Se dice que esta plaga incrementa sus poblaciones entre marzo y abril, con una humedad relativa del 60% y temperaturas mayores a 30ºC multiplicándose al máximo.

En Habanero se presenta gran incidencia del 90% de enfermedades por Virus jaspeado del tomate (TEV), Virus bronceado del tomate (TSWV), Virus Y de la papa (PVY) y Virus mosaico del pepino (CMV), reduciendo los rendimientos hasta un 60%, lo cual debe tomarse seriamente al prevenirlas. Entre los insectos que más atacan a este chile, están las diabróticas (Diabrotica bateata), el picudo del chile (Anthonomus eugenii), grillos (Gryllos sp.) y pulgones (Aphis gossipi).

 

Opciones de balance

No es para alarmarse, añadiendo al fertilizante fierro al 1% puede fortalecer a la planta contra virosis y demás enfermedades así como mantener limpias y desinfectadas las herramientas usadas.

Tampoco se exceda en el uso de plaguicidas haciendo que el remedio sea peor que la enfermedad pues recuerde que además de hacer más tóxico el cultivo, el uso inmoderado de estos productos, causa contaminación al suelo, agua, y aire. Para no causar daño al medio ambiente, mantenga las buenas prácticas de cultivo así como el uso de depredadores naturales de dichas plagas.

 

Agronegocio picante

Además de seguir estas recomendaciones en el cultivo, si se atreve a procesar el habanero en conserva, salsa u otro procesado, tendrá un agronegocio muy rentable, debido a la gran demanda y el desabasto de producto, lo cual se verá reflejado en mayores ingresos, diversidad y comercialización del habanero, abriéndole las puertas a expandirse a más mercado.

Recuerde que una vez aprobada la denominación de origen, este chile subirá de precio, haciéndolo más codiciado y pedido, lo cuál es una oportunidad de hacerse de prestigio al ser conocido como un productor de habanero de calidad: ¡Vaya que vale la pena!

 

 



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