La producción de hortalizas en zonas donde predominan temperaturas y humedades relativas altas siempre ha sido un reto. Si consideramos el factor de los nublados constantes por la temporada de lluvias hay una afectación adicional por la disminución en la captación de la luz necesaria para el proceso fotosintético de la planta.
En estas zonas los ciclos productivos suelen ser cortos y la planta suele haber pérdidas en las primeras etapas del ciclo del cultivo.
Con un invernadero pasivo no hay muchas herramientas de las que se puedan echar mano para modificar o controlar el clima. El pintado de los plásticos es una práctica común en la industria, sin embargo, tiene implicaciones en la transmisión de luz, costos de mano de obra, etc.
La innovación en la tecnología de plásticos, mallas y pantallas, nos permiten diseñar soluciones encaminadas a mejorar el clima dentro del invernadero.
Una combinación de plásticos con alta transmisión de luz y pantallas de sombreo o difusión ofrecen una solución muy versátil para tener la mayor cantidad de luz posible y reducir la temperatura cuando así sea necesario. Un elemento más que favorece a la generación de un mejor clima es el uso de mallas con mayor porosidad que permiten mucho mejor ventilación, clave para el desarrollo adecuado de la planta y el cultivo.
Gracias a este tipo de soluciones se ha logrado extender el ciclo de producción, haciéndola una opción muy rentable para los proyectos de baja tecnología.
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