Ubicado en el altiplano mexicano, el estado de Tlaxcala ocupa una pequeña región caracterizada por su climas, en ocasiones extremos, que depende mayormente de la agricultura y del turismo.
En esta región sin costa, conocida por su producción de maíz y granos principalmente, resalta Hydro Greenhouse — la única empresa productora de lechugas hidropónicas en la región — fruto de la visión de tres empresarios provenientes de industrias privadas que decidieron adentrarse en el mercado de producción protegida de hortalizas.
Sin embargo, en una industria que ha visto fracasar hasta el 50% de sus invernaderos debido a la falta de apoyo y conocimiento de manejo, la consecución de esta meta costó tiempo y trabajo, según afirman los propietarios de Hydro Greenhouse.
Inversión sana
“Comenzamos a producir en agosto de 2012, pero el armado de la empresa inició hace tres años. Tomó mucho tiempo, porque las personas involucradas en este proyecto somos emprendedores que anteriormente trabajábamos cada quien por su cuenta, en sus respectivas carreras. La inversión fue lenta; fue poco a poco como se ha ido levantando,” comenta Misael Mora, Director de Comunicación Estratégica.
Mora y sus socios vieron el potencial de negocio que representaba la producción de hortalizas frescas en ambientes protegidos: “El mercado de hortalizas, principalmente el mercado que tiene que ver con comidas sanas, es un mercado que, según datos de asociaciones y del mismo gobierno, ha ido creciendo a un ritmo del 15% en los últimos 20 años y continúa en crecimiento. Decidimos entrar con este concepto de comida sana porque lo vemos algo rentable,” explica Mora.
La producción de alimentos saludables tiene sentido, pero ¿por qué precisamente la lechuga? Mora comenta que “la lechuga, en comparación con otras hortalizas que podemos producir en invernadero, es una hortaliza que tiene un crecimiento relativamente rápido. En el clima de Tlaxcala, uno puede obtener una lechuga para vender en un mes y una semana, listo para la venta. Adicionalmente es la base de muchas ensaladas y comidas sanas.”
Producción y ajuste
Hydro Greenhouse cuenta con aproximadamente 2,500 m2. Este año estarán construyendo dos invernaderos más (en adición a los dos ya establecidos). La meta es llegar a unos 3,500-4000 m2. Los invernaderos son de hule lechoso térmico, que les permite proteger bien su producción sin entrar en altos costos.
“Tenemos la capacidad de ir sacando cada mes y medio entre cuatro y cinco toneladas de producto — 16,000 a 18,000 unidades de lechuga, más o menos, con los invernaderos que tenemos. Sin embargo, la idea es de construir otros más para tener una producción mayor.”
A la medida de Tlaxcala
Uno de los motivos por los cuales tantos negocios de invernadero se han ido a la quiebra es que muchos productores hayan decidido invertir en tecnologías, que tal vez su área de producción no amerite, o cuyas estructuras sean inadecuadas para la ubicación.
Por el contrario, los productores de Hydro Greenhouse, no sólo han optado por adentrarse en el mercado de manera sencilla y eficiente, sino haciendo ajustes de producción que toman en consideración la geografía y el clima de Tlaxcala.
“Nos hemos estudiado las condiciones de clima de Tlaxcala porque en ciertas épocas del año tiene climas extremos. A veces hace mucho frío, o llueve demasiado; y cuando hace calor, es tremendamente caluroso. Aquí hemos tenido que hacer adecuaciones a los invernaderos para controlar mejor el clima interno,” afirma Mora.
Entre las ingeniosas adaptaciones implementadas por estos emprendedores destaca la introducción de algún tipo de piedra en el interior del invernadero que les ayude un poco a absorber el calor durante el día, y lo libere por la noche, lo cual les permite cierto control de la temperatura. Otras estrategias son la instalación de focos infrarrojos para mantener la temperatura adecuada para las plántulas durante el proceso de germinación, así como la construcción de desagües para no saturar de humedad los invernaderos en época de lluvias.
Estas estrategias de producción, sin duda están dando resultado. De acuerdo a Mora, durante el año 2012, Hydro Greenhouse pudo vender una producción saludable de lechugas que sobrevivió tres episodios de heladas, mientras que la mayoría de los productores de lechuga de la zona perdieron su producto.
Mano a mano con Sagarpa
Para todos aquellos que muestran reticencia a colaborar con el gobierno federal para impulsar sus proyectos, sirva Hydro Greenhouse como ejemplo positivo de que sí puede funcionar. Lo que comenzó como un proyecto personal, se convirtió en realidad, gracias en parte al apoyo de Sagarpa.
Mora relata cómo la Secretaría les ayudó con asesoría, enviándoles técnicos y coordinándoles con cursos de capacitación que les permitieron entender las necesidades de producción de su cultivo.
“Dadas nuestras experiencias trabajando en el sector privado de negocios, ya teníamos conocimiento de contabilidad, manejo de negocio y mercadotecnia, pero Sagarpa nos ha ayudado mucho en la cuestión de orientación. Ellos nos visitan, nos hacen pruebas, nos dan sugerencias, nos dicen cómo debemos llevar las cuestiones de seguridad e higiene, nos dan manuales. Están muy de la mano con nosotros, nos han ayudado mucho.”
Sin embargo, Mora entiende las dificultades que conlleva trabajar con entidades gubernamentales y la persistencia necesaria para no perderse en la burocracia de Sagarpa.
“Para nadie es un secreto que el gobierno mexicano reacciona muy lentamente a muchas cosas, especialmente en comparación a la industria privada. Nosotros, los que iniciamos este proyecto, somos personas que toda la vida hemos trabajado con las industrias privadas, entonces tenemos nuestro ritmo de trabajo. Con eso quiero decir que el gobierno sí es lento, pero también depende del empuje que usted le da,” relata Mora. Y recomienda ser insistente y dar seguimiento, no interrumpir la comunicación.
“Realmente nos damos cuenta de que a quien le importa esta empresa es a nosotros — la gente del gobierno, obviamente también — pero nosotros como empresarios debemos ser los primeros en tener interés en ella. Entonces, tal vez, si alguna respuesta es lenta, nosotros la empujamos.”
Mora subraya que fue tanta la insistencia y la perseverancia con la que acometieron sus solicitudes en la delegación de Sagarpa en Tlaxcala, en cuestión de procurar ayuda con el gobierno federal para la certificación y otros asuntos “que realmente nosotros no podíamos hacer por nuestra cuenta, que terminaron visitándonos y ayudándonos.”
Satisfaciendo el mercado nacional
La insistencia de encaminar su proyecto se convirtió en una experiencia de grandes retornos. Con la aprobación de Sagarpa, una nueva cámara de frío y su proximidad al mercado de la Ciudad de México, Hydro Greenhouse se la convertido en un importante proveedor de lechugas hidropónicas. Parte del motivo por el cual desean ampliar su superficie de producción es la incrementada demanda de su producto actual así como la posibilidad de producir espinacas — a petición de sus clientes, principalmente restauranteros.
En un futuro proximo la empresa espera tener su marca propia. “Actualmente nosotros nos dedicamos a vender a empresas que ya tienen una marca establecida en el mercado; solamente se las entregamos y ellos las empacan y le dan su presentación,” comenta Mora. “Para nosotros lo primero era capitalizarnos, vendiéndole a áreas ya preestablecidas, para luego tener presencia en el centro comercial con nuestra propia marca.”
Entre los clientes de Hydro Greenhouse se encuentran restaurantes, varias cadenas de hoteles, y empresas con presencia en Grupo Walmart y Grupo Nieto.
Consejo para futuros productores
Los propietarios de Hydro Greenhouse recomiendan a todas aquellas personas que sueñan con producir en un pedacito de tierra, pero no cuentan con los recursos o la capacitación necesaria, que no se desanimen.
“Nos ha tomado tiempo; hemos tenido que recurrir a capital propio y financiamiento. [Si desean adentrarse en este negocio] realmente deben de tener el empuje, ser muy constantes, y recordar que, como todo negocio, hay altas y bajas, y a la primera no se pueden decepcionar y pensar ‘pues si no me ayudan, dejo esto’ — tienen que seguir. Nosotros hemos batallado bastante, pero sí hemos empezado a notar resultados muy positivos,” concluye Mora.