Control del nemátodo de los nódulos en tomate

El cultivo de tomate (Lycopersicum esculentum) es de gran importancia económica a nivel mundial, ocupando el 2do. Lugar en su consumo. 

En el continente americano, es la hortaliza más importante en su consumo diario y sus plantaciones son fundamentales. Sólo en Mexico sus áreas de producción están distribuidas en todo el país y principalmente en el noroeste de Mexico.

Según estadísticas, este país ocupa el tercer lugar en comercialización, siendo una de las especies hortícolas más importantes del país debido al valor de su producción y a la demanda de mano de obra que genera. Como todo cultivo, se ve expuesto a problemas en su producción como son plagas y enfermedades.

Dentro de éstas y provenientes del suelo, el nemátodo de los nódulos (Meloidogyne spp.) ocasiona severas pérdidas en el cultivo.

Origen del problema de nemátodos: el suelo
El cultivo de tomate es un excelente hospedero de algunos generos de nemátodos, destacando Meloidogyne incognita, conocido como Nemátodo de los nódulos, el cual provoca daños severos en campo y bajo condiciones de invernadero.

El ciclo de vida de las especies de Meloidogyne — como en la mayoría de los nemátodos fitoparasitos consiste de 6 estadios: huevo, cuatro estadios juveniles (J1, J2, J3 y J4) y adulto.

La infección se inicia por la larva juvenil2, la cual está en el suelo y ataca la punta de raicillas finas, penetra al interior e inicia la migración hacia porciones radiculares de arriba. Mediante el uso de su estilete, perfora las paredes celulares e inyecta secreciones que dan lugar a la formación de células deformes o bien producir muchas células alrededor de la cabeza del nematodo.

Debido a lo anterior, se forman engrosamientos en las raíces lo que da origen a los nódulos o agallas. Para completar el ciclo, la hebra adquiere la forma engrosada a manera de
una pera. 

Cuando la hembra es adulta, deposita sus huevos en una masa gelatinosa y el número puede varía de 600-1000 huevecillos por hembra. Estos huevecillos presentan un alto nivel de sobrevivencia y en la manera que sean eliminados por otro microorganismos, el daño por el nemátodo se verá reducido. (Fig. 1).

Síntomas en la planta
Lo que puede observarse cuando el ataque es fuerte es poco crecimiento, clorosis del follaje, marchitez y baja producción. El síntoma mas típico es la presencia de agallas o tumores en raíces. En caso de ataques severos, puede ocurrir la muerte de las planta.

Dependiendo del nivel de infección en las raíces será el efecto en la planta, por lo que es conveniente muestrear el suelo antes de la plantación y detectar las posibles poblaciones de este nemátodo que pudiera hacerle daño al cultivo de tomate. (Fig. 2).

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Acondicione el suelo
Este genero pertenece a los Deuteromycetos y vive en forma nativa en el suelo. Cuando se desarrolla en medio de cultivo, produce colonias blancas, ligeramente de color verde y crecen en forma muy rápida. El micelio es hialino (cristalino), con septas y da origen a estructuras llamados conidióforos, los cuales sostienen a conidias verdes,  las cuales son unicelulares, ovoides o esfericas. (Fig. 3)

Desempeño del Trichoderma
Se ha demostrado por algunos investigadores que el micelio del hongo puede penetrar los huevecillos y larvas juveniles nivel 2, mediante un parasitismo directo, y que a mayor actividad proteolítica de las cepas de Trichoderma, aumenta la capacidad de antagonismo.

Asimismo reduciendo los huevecillos y larvas J2, se reducirá el numero de agallas en raíces de tomate. El hongo también tiene la capacidad de parasitar hembras.

La colonización del micelio de Trichoderma harzianum fue observada en forma muy consistente. (Fig. 4 y 5).

Resultado de estudios
En estudios llevados a cabo en la Universidad de Sonora, se encontró que la presencia de numerosas agallas en plantas tratadas con el nemátodo Meloidogyne sólo y la disminución de las mismas con Meloidogyne y Trichoderma, se deduce que pocos nemátodos penetraron a las raíces en suelo tratado con el hongo, pero al penetrar, el desarrollo del nemátodo no se detiene, lo que significa que el efecto de hongo se lleva a cabo en el suelo y no dentro del sistema radicular.

Dentro del control biorracional de este importante problema, se debe considerar evaluar diferentes cepas del Hongo Trichoderma y detectar las que tengan un mejor control del nematodo.

En conclusión, el uso del hongo Trichoderma harzianum, aplicado al suelo antes de la plantación del cultivo de tomate, ayudara a reducir las poblaciones del nemátodo Meloidogyne spp., el cual causa daños directo e indirecto (Facilita  la penetración de hongos como, Fusarium spp.), y al tener menores poblaciones, el daño radicular será menor y consecuentemente el rendimiento y calidad del cultivo no será afectado.

Dr. Guerrero Ruiz, es Profesor-Investigador en el Departamento de Agricultura y Ganadería de la Universidad de Sonora, México. Profesor-Investigador del Departamento de Agricultura y Ganadería de la Universidad de Sonora, México.

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