Mejora la calidad de tus lechugas a través del manejo de densidad

Para todo tipo de cultivos, al concluir la labor de labranza y preparar el suelo para sembrar, el siguiente paso más importante es obtener una buena densidad de cultivo.

En la producción de hortalizas, esto se logra mediante siembra directa o por medio del trasplante. En el Valle de Salinas, California (Estados Unidos), hay muchos cultivos que son trasplantados casi a un 100%: alcachofas anuales, coliflor, berros y pimientos. Otros cultivos como espinaca, cebolla y lechuga tierna, con alta densidad de siembra, son plantados al 100% de manera directa.

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La lechuga de tamaño normal se encuentra entre ambos extremos. No es plantada en densidades tan altas como para requerir de siembra directa; sin embargo en el Valle de Salinas, probablemente más del 95% se siembra directamente.

La razón para el uso extensivo de siembra directa en la lechuga, en lugar de utilizar trasplantes, se debe a varios factores: menor costo, la percepción de una mejor calidad, y mejor vida de anaquel. No obstante, establecer una buena densidad de población con un cultivo que se siembra tan poco como la lechuga representa un gran reto y es necesario tener mucho cuidado para evitar problemas y errores.

 

Cuidados al sembrar la lechuga
Toda lechuga de tamaño normal y siembra directa se planta con sembradoras neumáticas o con sembradoras de bandas que utilizan semillas mejoradas.

La distancia entre cada semilla sembrada es de cinco centímetros. Dependiendo de la variedad, los costos de la semilla son inferiores a cultivar y sembrar trasplantes.

Los productores utilizan agentes anticostras que asperjan sobre la línea de siembra inmediatamente después de plantar, para que el suelo forme agregados, se mantenga blando y permita que emerjan las delicadas plántulas jóvenes que después crecerán de manera vigorosa.

Algunos de los agentes anticostras más comunes incluyen una pequeña cantidad de nitrógeno y fósforo que actúan como fertilizantes de iniciación para el cultivo.

 

Manejo de plantas jóvenes
Una vez que la población se ha establecido y las plantas tienen de dos a tres hojas verdaderas (dos a tres semanas después de que emergen) el cultivo está listo para el raleo o entresacado [Foto 1]. Durante muchos años, el entresacado se hacía a mano; no obstante, en el 2013, vimos el primer uso generalizado de máquinas de raleo automáticas que utilizan un aerosol químico (fertilizante o herbicida) para eliminar las plantas de lechuga no deseadas y las malezas que se hayan introducido [Foto 2].

Estas máquinas de raleo utilizan una cámara conectada a una computadora para revisar la población de lechugas, procesar las imágenes y decidir cuáles plantas sacar y cuáles dejar [Foto 3].

Ventajas y desventajas del uso de máquinas de raleo
Una desventaja de las máquinas de raleo automáticas es que se requiere colocar con precisión las semillas para reducir al mínimo las lechugas dobles. Las máquinas que se manejan hoy en día tienen dificultades para detectar las lechugas dobles y entresacar adecuadamente. No obstante, los ingenieros que desarrollan estas máquinas están trabajando junto con los productores para resolver este problema y ya han hecho grandes progresos.

Una ventaja potencial importante de las máquinas de raleo automáticas es que las operaciones de entresacado no tocan las camas de siembra. Cuando las plantas se extraen de manera manual, los trabajadores forman terrones con la pala. Esos terrones pueden afectar el crecimiento de las plantas que no fueron extraídas del suelo.

A pesar de que se vuelve a colocar la tierra para reconstruir la cama de siembra y seguir cultivando, algunas plantas ya quedaron expuestas a ciertos golpes de viento que en teoría pueden reducir la población o provocar enanismo.

Comparación con la práctica de trasplantes
Después de terminar el raleo o entresacado del cultivo, la población de lechugas alcanza la misma etapa productiva en la que estaría si éstas hubiesen sido trasplantadas. Debido al tiempo que dura el ciclo de producción en el Valle de Salinas, California, la siembra directa de lechuga permite tener cultivos dobles de hortalizas.

El uso de trasplantes puede ayudar a reducir el tiempo para establecer y cultivar la lechuga; aún cuando esto no es la prioridad de los productores en este momento.

 

Conclusiones
En el futuro, aquellos factores tales como la necesidad de mejorar el aprovechamiento del agua, tan escasa en esta región estadounidense, y el fertilizante; o bien la necesidad de hacer uso intensivo de la tierra, podrían dirigir la producción hacia el uso de trasplantes.

En la actualidad, el surgimiento de esta nueva tecnología automatizada para entresacar plantas, ha fortalecido de manera importante la función de la lechuga de siembra directa.

Es alentador ver el surgimiento de una tecnología que ofrece a los productores una nueva forma de responder a los retos de producción, al mismo tiempo que los ayuda a cultivar plantas fuertes y saludables.

 

 

Fuente: Richard Smith, Departamento de Extensión Cooperativa de la Universidad de California, Condado de Monterey, California (Estados Unidos). Artículo originalmente publicado por American Vegetable Grower, una publicación hermana de Productores de Hortalizas, Meister Media Worldwide.