Aplicación y uso de los inoculantes comerciales para semillas

Las tres formas básicas de inoculantes comerciales son la sólida, la líquida y la forma deshidratada por congelación.  Conforme a la Universidad Estatal de Colorado, la forma más común son los inoculantes a base de turba que pueden comprarse para ser aplicados en semillas o directamente al suelo.

Hay inoculantes líquidos comerciales en caldos de cultivo o en concentrados congelados. Por lo general, los caldos de cultivo y los concentrados congelados se mezclan con agua y se asperjan en el surco con las semillas durante la siembra.

Debido a que los inoculantes líquidos deben mantenerse congelados o refrigerados durante el embarque y almacenamiento, su disponibilidad a través de los canales de distribución normales es limitada.

Disponibilidad de productos
Los inoculantes para semillas se venden como aditivos para cajones de siembra, en semillas preinoculadas y como inoculantes convencionales.
Los más comunes son los aditivos para cajones de siembra en los que los inoculantes se mezclan con las semillas dentro de las cajoneras. La mezcla puede hacerse aplicando el inóculo seco o en lechada, directamente a la semilla.

El método en seco no es tan recomendable ya que la distribución del producto es poco uniforme y el inóculo se adhiere muy poco a la semilla. La lechada se prepara mezclando el inóculo con agua para que se adhiera mejor al tegumento de la semilla. Asimismo, se puede mojar previamente la semilla antes de mezclarla con inoculantes secos. No dejen a los inóculo secos en la cajonera de un día para otro, ni permitan que se mojen con la lluvia o el rocío.

Muchas de las pequeñas semillas de hortalizas como la alfalfa son preinoculadas por las empresas dedicadas a acondicionar, distribuir y comercializar las semillas.

Después del acondicionamiento les aplican un agente de adhesión antes de añadir el inóculo en seco; o incorporan el inóculo en un recubrimiento para semillas. Las semillas preinoculadas deben mantenerse en un ambiente frío durante el embarque y el almacenaje.

Utilicen las semillas antes de que venza el año después de la inoculación; o vuelvan a inocularlas antes de la siembra. Las células de las rizobacterias vivas deben mantenerse viable hasta la siembra.

Por lo general la inoculación convencional se hace en el campo productivo o la lleva a cabo el distribuidor. Este tipo de inoculación requiere una formula adhesiva rica en nutrientes, seguida por un inóculo a base de turba. Este método garantiza que el inóculo sea viable si las semillas se almacenan adecuadamente después de la aplicación y son utilizadas antes de que venza el año.

Proteja su semilla
No confundan la inoculación de semillas con el tratamiento químico para semillas. La mayoría de los desinfectantes de semillas, incluyendo los fungicidas, pueden ser tóxicos para las rizobacterias.

No apliquen inóculo a las semillas que son tratadas con bactericidas, tales como la estreptomicina, a menos que utilicen una cepa resistente de rizobacterias. Aun cuando algunas especies de rizobacterias son ligeramente tolerantes a ciertos compuestos químicos, la inoculación de semillas de leguminosas con tratamientos químicos requiere de cautela muy especial. Verifiquen con el fabricante del inóculo cuáles productos se pueden combinar.

Por ultimo, eviten utilizar inóculos premezclados con plaguicidas o con otras sustancias químicas tóxicas.

Artículo originalmente publicado por CropLife, revista hermana de Productores de Hortalizas. Estudio escrito y publicado por la Universidad Estatal de Colorado (EUA).

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