El Tizón gomoso del tallo podría ser una de las enfermedades de sandía más devastadoras debido a la habilidad de la misma de regarse rápidamente en la producción. Causada por el hongo Didymella bryoniae, la enfermedad no puede ser controlada después de que haya afectado a la producción.
David Langston, profesor asociado del Departamento de Fitopatología de la Universidad de Georgia, EUA menciona que algunos productores le han dicho que la enfermedad se esparce tan rápidamente, que aun cuando inspeccionen un día, dentro de los dos días siguientes ya todas las plantas han quedado arruinadas – en virtud de su agente causal Didymella bryoniae.
Condiciones ideales de desarrollo de la enfermedad
El Tizón gomoso del tallo ocurre en climas cálidos y húmedos. Específicamente a temperaturas por encima de 29˚C con una humedad relativa más allá del 95%. La enfermedad es empeorada por las lluvias.
Problemas de trasplante
El clima no es el único factor que facilita la ocurrencia y proliferación de esta enfermedad. Las semillas también pueden representar un problema. La mayoría de las semillas de sandías provienen de Asia o Sudamérica, donde supuestamente no ha ocurrido el problema. Sin embargo, Langston sospecha de esta premisa, ya que en muchos casos la enfermedad ha surgido en cultivos de invernadero.
La enfermedad también puede mantenerse en semillas infectadas y surgir un año después. Además se puede esparcir por el aire. “Tan pronto comienza en el campo, se esparce a través de agua salpicada, personas o maquinaria,” menciona Langston. “En campo abierto, las esporas se adhieren fácilmente a cualquier cosa y pueden ser transportadas.”
“Es importante saber de dónde viene el inóculo. Es mucho más fácil lidiar con la enfermedad si conoces la fuente primaria del inóculo.”
¿Cómo determinar la fuente del inóculo?
Langston menciona que algunos productores en EUA siguen prácticas culturales como la rotación de cultivos. “Además inspeccionamos los trasplantes a fin de encontrar a tiempo síntomas del Tizón.”
Herramientas para productores
Un sinnúmero de fungicidas pueden ser utilizados para controlar la enfermedad, pero se corre el riesgo del desarrollo de resistencia. Para evitar que suceda esto, Langston aconseja a los productores a rotar los productos y utilizar fungicidas de amplio espectro lo más posible. Langston sugiere rotar clorotalonil con triazole.