Prevén problemas bacterianos en tomates

La prevención de enfermedades mediante la sanitización y buenas prácticas de cultivo, junto con un diagnóstico oportuno son componentes clave en la producción de plántulas de hortalizas, ya que hay relativamente pocos fungicidas registrados para el control de enfermedades en esos cultivos.

Las bacteriosis pueden infectar los cultivos de tomates y pepinos produciendo Tizón bacteriano.

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No todas las manchas o quemaduras que afectan el follaje son provocadas por hongos patógenos. Es importante distinguir entre las manchas ocasionadas por hongos y las manchas ocasionadas por bacterias, ya que el manejo de sendas enfermedades es diferente.

En los trasplantes de tomate, hay tres bacteriosis que pueden provocar problemas: Cáncer bacteriano, Peca bacteriana y Mancha bacteriana (los pimientos son afectados únicamente por Mancha bacteriana).

Identificación de la enfermedad
De las enfermedades que ocasionan problemas en los tomates, Peca bacteriana es probablemente la más fácil de identificar por las pequeñas manchas de color café oscuro rodeadas de un halo amarillo sobre las hojas.

La mancha bacteriana que afecta al tomate y al pepino no es fácil de identificar y produce manchas o manchones sobre las hojas y los tallos. Estas manchas son más grandes que las ocasionadas por Peca bacteriana.

Ejemplo de cancer bacteriano en tomate

Ejemplo de cancer bacteriano en tomate Paul Bachi, University of Kentucky Research and Education Center

Los síntomas de Cáncer bacteriano en trasplantes de tomate incluyen pequeñas lesiones en forma de ampollas curtidas sobre las hojas y los peciolos, que progresan hasta formar vetas de color café y úlceras o cancros.

Con frecuencia, el diagnóstico clínico de un fitopatólogo sirve para distinguir los síntomas de bacteriosis de los síntomas de fungosis y de otras enfermedades.

Las plantas de tomate con bacteriosis deben ser extraídas del invernadero de inmediato para ser destruidas. Asimismo, las plántulas de tomate que estén junto a las plantas que presenten síntomas deben ser extraídas y destruidas incluso si parecen saludables.

En ciertos casos, todas las plantas de tomate que se encuentren en el área perimetral del invernadero deberán ser destruidas, dependiendo de la gravedad de la enfermedad y de si ésta fue diagnosticada al inicio de la sintomatología o mucho después.

Aun cuando las epidemias parecen surgir de la noche a la mañana, existen probabilidades de que se inicien en unas cuantas plantas y después progresen sin ser notadas durante un par de semanas. Los materiales utilizados en los trasplantes infectados no deben ser reutilizados.

Eliminar los trasplantes infectados del invernadero es el componente crítico en el manejo de enfermedades bacterianas, una vez que éstas han sido introducidas al invernadero.

Evite la introducción de bacterias
Las bacterias se mueven con facilidad en una película de agua y pueden diseminarse mediante salpicaduras de agua. Por lo tanto, es importante regar las plantas en las primeras horas del día para asegurarse de que el follaje estará completamente seco hacia la caída de la tarde. Buena ventilación y circulación de aire, así como humedad relativa baja son factores importantes para mantener el follaje seco.

El despunte, la poda o cualquier otro tipo de lesión sirven de medio para que entren las bacterias a las plantas y es preciso evitarlas. La diseminación y el incremento del número de bacterias se ven favorecidos por las condiciones húmedas del invernadero y el poco espaciamiento entre los trasplantes.

La multiplicación y la diseminación de las bacterias es menos probable a nivel del campo, debido a la menor humedad relativa y al mayor espaciamiento entre plantas. Resulta más económico y eficiente asperjar los trasplantes cuando están en el invernadero que cuando están sembrados en el campo.

Reduzca el riesgo de infección
Nuestras observaciones han confirmado que establecer un campo de cultivo con trasplantes infectados por bacterias puede provocar pérdidas de rendimiento devastadoras.

Los trasplantes pueden infectarse mientras están en el invernadero, sin embargo parecerán saludables al momento de sembrarlos en el campo.

En el caso de los trasplantes de tomates de invernadero, puede resultar útil aplicar algún producto de hidróxido cúprico, sólo o en combinación con un fungicida base mancozeb en intervalos de cinco días, después del surgimiento de las hojas verdaderas.

Aun cuando no ha sido comprobado, parece ser que la eficacia del fungicida cúprico puede aumentar al mezclarlo con un fungicida a base de mancozeb.

A pesar de que el mancozeb no tiene ningún efecto en contra de las bacterias, algunas personas consideran que la combinación de mancozeb y cobre proporciona un efecto sinérgico contra las bacterias. Esta combinación también podría ofrecer control sobre las enfermedades foliares provocadas por hongos (como Botritis y Alternaria).

A pesar de que Agri-mycin (Nufarm Agricultural Products) sólo o en combinación con hidróxido cúprico también ha sido efectivo en nuestros estudios, este producto no está etiquetado para ser usado en invernadero. Sin embargo, debido a que la etiqueta no prohíbe su uso, podríamos interpretar que este producto puede ser utilizado en plántulas de invernadero.

Todavía no hemos definido si las aplicaciones de los bactericidas a intervalos de siete días ofrecen la misma protección que los intervalos de aplicación de cinco días que utilizamos en nuestras pruebas. Las aplicaciones de hidróxido cúprico a los trasplantes sembrados en el campo pueden ser útiles para  reducir las manchas en los frutos.

Por desgracia, algunas bacterias que llegan a los campos de tomate se han vuelto resistentes al cobre y/o la estreptomicina. Esto enfatiza la importancia de contar con prácticas de cultivo como medios de control; incluyendo mantener el follaje seco y mantener la humedad relativa tan baja como sea posible mientras los trasplantes se encuentran en el invernadero.