Monitoreo y prevención de roya blanca en brasicáceas

 

La roya blanca puede sobrevivir en malezas brasicáceas como la mostaza Silvestre y el pasto pimienta (Lepidium sp.). Foto por Gerald Holmes, Valent USA Corporation, Bugwood.org.

La roya blanca puede sobrevivir en malezas brasicáceas como la mostaza Silvestre y el pasto pimienta (Lepidium sp.). Foto por Gerald Holmes, Valent USA Corporation, Bugwood.org.

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La roya blanca provocada por el patógeno Albugo candida, ocurre en todas las regiones del mundo en las que se cultivan brasicáceas. Aunque común, esta enfermedad casi nunca es grave.

Se identifica por pústulas circulares o ampollas llenas de masas de esporas blancas, producidas normalmente en las hojas más bajas y en ocasiones en las hojas superiores, así como en los tallos y en las partes florales. Las pústulas miden aproximadamente de 1 a 2 milímetros en diámetro y son blancas o de color amarillo crema.

El síntoma inicial de la roya blanca es la aparición de manchas amarillas sobre las hojas. Estas áreas se ensanchan y se decoloran, produciendo una área protuberante que se va hinchando hasta que la epidermis finalmente se agrieta, exponiendo la masa de esporas blancas.

El tejido foliar sobre las pústulas se vuelve amarillo, hasta transformarse en café, dejando manchas de color café oscuro.

Supervivencia y diseminación
El patógeno no es una roya verdadera y no está clasificada como miembro del reino de los hongos.

Sin embargo, el organismo imita a las royas verdaderas, expresando sus estructuras reproductivas y convirtiéndose en un parásito obligado que requiere una hospedante viva para su supervivencia.

Los esporangios se producen en las pústulas y se diseminan por medio del viento, la lluvia o los insectos, a partir de plantas vecinas. Cada esporangio produce de cinco a siete zoosporas. La temperatura óptima para que las zoosporas penetren el tejido vegetal varía de 15°C a 25°C.

Un rocío denso o una nebulización son suficientes para proporcionar la humedad necesaria para la actividad de las zoosporas; aun cuando la enfermedad puede ser más grave durante los periodos prolongados de lluvia y temperaturas bajas.

Probablemente las semillas contaminadas con oósporos son las fuentes más importantes de infección primaria de roya blanca.

Los oósporos en las semillas pueden sobrevivir durante largos periodos de tiempo cuando las semillas se mantienen secas; sin embargo, no sobreviven mucho tiempo en el suelo; lo cual sugiere que los oósporos en los suelos no son la fuente primaria de infección para los cultivos subsecuentes.

La enfermedad también puede sobrevivir en malezas brasicáceas como la mostaza silvestre y el pasto pimienta (Lepidium sp.).

Métodos de manejo
Es importante utilizar semillas limpias y controlar las malezas de la familia de brasicáceas para manejar esta enfermedad.

Hay algunas variedades de mostaza que presentan resistencia, a diferencia de lo que ocurre con variedades asiáticas como las de mostaza china, col china y pakchoi.

La frecuencia de las aplicaciones foliares de fungicidas varía de acuerdo con la duración del cultivo y de las condiciones climatológicas. Los fungicidas de protección más antiguos como los compuestos cúpricos fijos, el clorotalonil, el maneb y el mancozeb proporcionan cierto control.

Los materiales más nuevos como el metalaxil, la fenamidona y el piraclostrobin tienen actividad curativa limitada y cierta actividad sistémica.