Control biológico de la mosca blanca con plantas banco

Aprovechamiento de las plantas como almácenes

Los tomates representan más de $2 mil millones de ingresos para la industria agrícola de todo el mundo. Sin embargo, la mosca blanca de la hoja plateada (Bemisia tabaci) reduce esos ingresos esparciendo un virus llamado Virus del enchinamiento amarillo de la hoja (TYLCV) que puede devastar todo un cultivo. Para complicar aún más el problema, hay un nuevo biotipo de mosca blanca que está generando mucha inquietud porque es resistente a los insecticidas y se ha diseminado a 26 estados, desde su descubrimiento en los Estados Unidos en el 2004. La amenaza está siendo considerada con mucha seriedad en Florida, donde los productores aumentan 40,000 acres cada año el área sembrada con tomate para el mercado fresco.

Cindy L. McKenzie, entomólogo del Servicio de Investigación Agrícola de la Unidad de Investigación de Insectos Subtropicales “Subtropical Insects Research Unit” en Fort Pierce, Florida, EUA, está mostrando la forma en la que los productores pueden combatir la mosca blanca de la hoja plateada y otras plagas de cultivos, al utilizar las plantas como almacenes de insectos depredadores que pueden migrar a los cultivos de tomate y otros productos comerciales de alto valor, para alimentarse de las plagas.

Eligiendo al banquero correcto

McKenzie formó un equipo con Lance S. Osborne, entomólogo del Centro de Investigación y Educación del Centro de Florida de la Universidad de Florida en Apopka, Florida y con Yingfang Xiao, investigador asociado con post-doctorado. Intentaron realizar estudios extensivos en los que se busca demostrar que la papaya, el maíz y los pimientos ornamentales pueden servir de “plantas banco” a un gran rango de parásitos y depredadores. El enfoque es considerado como una buena alternativa a nivel ambiental, ya que reduce el uso de insectos y ofrece a los productores una alternativa de bajo costo autosustentable, dice McKenzie. Los depredadores comen lo que pueden encontrar en las plantas banco y vuelan o se arrastran hasta encontrar las plagas de las que se alimentarán en el cultivo comercial. Sin embargo, antes de que dispersen, la mayoría ovoposita en las plantas banco, con lo que se amplía su efecto a otras futuras generaciones. El menor uso de plaguicidas también significa que las plagas como las arañitas rojas, los trips y las moscas blancas (conocidos por desarrollar resistencia los plaguicidas) tendrán menos probabilidad de desarrollar Resistencia.

Muchos operadores de invernaderos en Florida polinizan los tomates con abejorros y por eso evitan usar insecticidas. Las plantas banco pueden ser cultivadas en macetas para colocarlas en distintas áreas del invernadero cuando el productor desea asperjar una área en especial y dejar las otras áreas sin insecticida.

“Cuándo utilizas plantas banco aprovechas la capacidad de la naturaleza de autoregularse y este método tiene una gran potencial,” dice McKenzie.

El uso de las plantas banco es un acto de equilibrismo que requiere encontrar la combinación perfecta entre la planta, el depredador y la plaga objetivo. Los investigadores deben seleccionar a los insectos depredadores y una presa alternativa para esos depredadores, para que ninguno de esos insectos sea capaz de dañar los cultivos de alto valor. Asimismo, requieren elegir plantas banco y depredadores que no hospeden ni diseminen enfermedades a los cultivos, como el TYLCV.

“Lo único que se puede hacer es liberar al depredador y esperar lo mejor. Requieres una fuente de alimento; una presa alternativa y necesitas asegurarte de que la presa alternativa no se transforme en plaga,” comentó.

En un estudio diseñado específicamente para las operaciones de Nochebuena bajo invernadero en Florida, los investigadores eligieron la papaya (Carica papaya) como candidato para ser planta objetivo y seleccionaron a la pequeña avispa parásita sin aguijón Encarsia sophia, que se alimenta de las larvas de la mosca blanca de la hoja plateada.  Algunos trabajos de investigación anteriores han demostrado que E. Sophia ataca a un gran número de tipos de mosca blanca y que la mosca blanca de la papaya es una fuente potencia de alimento (Trialeurodes variabilis); no le gusta la Nochebuena y de hecho lo único que le gusta es la papaya. Estos investigadores también sabían que siendo una especie nativa de Florida, E. sophia no representa un riesgo para el hábitat de Florida.

“Esto ya existe en la naturaleza y la gente ni siquiera sabe que está al alcance de su mano,” comenta McKenzie.

Los investigadores también necesitan estar seguros de que E. sophia sólo se alimentará de las moscas blancas de hoja plateada después de comerse las moscas blancas de la papaya. Sus observaciones de E. Sophia fueron realizadas bajo dos tipos de condiciones de prueba. En un caso, forzaron a las avispas a alimentarse de la presa objetiva, para asegurarse de que pudieran controlarlas si solamente tenían una opción de alimento. Por otro lado, les dieron a elegir entre la presa que les estaban proporcionando como fuente de alimento y la plaga objetivo que deseaban erradicar.

“Si las avispas prefieren ambas cosas por igual, es positivo, porque significa que pueden sobrevivir alimentándose de un sólo insecto, mientras controlan al otro insecto,” dice McKenzie.

Sus resultados, publicados en Biological Control muestran que E. sophia tiene apetito para la presa alternativa y para las moscas blancas de hoja plateada y que elimina de manera efectiva todas las moscas blancas que encuentra en las Nochebuenas que crecen cerca de las plantas banco de papaya.

El sistema de plantas banco se está probando actualmente, a fin de determinar la posibilidad de aplicarlo en la producción comercial de tomate de invernadero. El factor limitante para que los productores de tomate adopten el sistema era el comprobar que la papaya no es una planta hospedera para el virus TYLCV. En un segundo artículo de “Florida Entomologist,” los investigadores fueron un paso más allá y demostraron que la papaya no es susceptible al TYLCV, comúnmente diseminado por las moscas blancas de la hoja plateada, y que la mosca blanca de la papaya utilizada como fuente de alimento para Encarsia, no infectará las plantas de tomate con el virus TYLCV, porque no se alimentan del tomate.

Más allá de las Nochebuenas, tomates y moscas blancas

McKenzie, Osborne, y Xiao también han demostrado que el maíz puede servir de banco para la mosca de Hess que controla de manera efectiva a la araña de dos manchas. La mosca de Hess ha sido utilizada en el pasado como agente de biocontrol del ácaro que ataca los ejotes y otras hortalizas de invernadero. Sin embargo, su trabajo, publicado en Crop Protection, es el primero en mostrar la forma en la que un sistema de plantas banco puede ser utilizado para “almacenar” de manera efectiva la mosca de Hess.

El equipo de investigación también está estudiando si las diferentes variedades ornamentales de pepinos pueden servir de banco a los ácaros depredadores, Amblyseius swirskii, que son efectivos para el control de las moscas blancas y de los Trips en los invernaderos. Hasta el momento, los resultados han sido extremadamente prometedores y el concepto está popularizándose entre los productores.

Stephen Mullen, gerente general de Knox Nursery, en Winter Garden, Florida, estaba escéptico en un principio acerca del uso de insectos para controlar las moscas blancas que atacan a las Nochebuenas de sus invernaderos. No obstante, el vivero estaba interesado en reducir el uso de insecticida. Por lo tanto, hace 2 años, como parte de un acuerdo de cooperación con McKenzie y Osborne, Mullen empezó a utilizar una combinación de sistemas de plantas banco: ácaros depredadores almacenados en bancos de pimientos ornamentales y avispas sin aguijón almacenadas en bancos de plantas de papaya. Aún cuando estos trabajos de investigación todavía no terminan, Mullen está muy complacido con los resultados alcanzados hasta el momento.  Los depredadores han sido capaces de controlar las moscas blancas por sí solos en la mayoría de los casos; por lo que los viveros están utilizando muy pocos insecticidas en su producción de Nochebuenas.

“Estoy convencido de que está funcionando. Definitivamente está funcionando,” comentó.


La investigación recibió financiamiento de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) mediante el Decreto de Mejoramiento del Registro de Plaguicidas y la Iniciativa de Investigación de Viveros, Floricultura y Agricultura.

Artículo escrito por Dennis O’Brien, quién forma parte del Servicio de Investigación Agrícola.

Esta investigación es parte del programa nacional de Cuarentena y Protección de Cultivos, (#304), descrito en: www.nps.ars.usda.gov.

Cindy L. McKenzie trabaja en la Unidad de Investigación de Insectos Subropicales  de USDA-ARS, Fort Pierce, Florida

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