Control de Clavibacter

Clavibacter michiganensis es una enfermedad letal que causa marchitez bacteriana y cancros en tomates, tales como el temido Cáncer bacteriano. Las bacterias prosperan en ambientes cálidos y húmedos, y salen por las grietas en los tallos a su superficie, y de ahí se extienden a las hojas y frutos donde causan infecciones secundarias.

Si se desconoce o no se aprecian los síntomas de esta enfermedad, se puede contaminar todo el campo. A continuación mostramos cómo esta enfermedad puede llegar al campo, sus síntomas, y recomendaciones para controlarla.

 

¿Como llega el Clavibacter?

Existen varias maneras en que Clavibacter puede entrar en el campo e infectar a los cultivos. La falta de limpieza es una de las principales fuentes del ataque de la bacteria. Si hay trabajadores o visitas de otros lugares donde está la bacteria, pueden traerla en su ropa y contaminar el campo. Por eso, es de primerísima importancia que todos los que entran el campo laven o cambien su ropa con frecuencia. También se debe observar la rotación del personal de trabajo de un área enferma a una sana.

Además, el uso de navajas, tijeras o guantes puede ser foco de contaminación de una planta a otra, entonces se debe hacer un lavado a todos los útiles entre cada uso. Si los rastrojos dejados de un ciclo a otro no se descomponen, pueden conservar la bacteria y distribuirla a plantas sanas.

 

Medidas preventivas

Para evitar la propagación de Clavibacter de un ciclo a otro, si tiene historial, tiene que hacer una limpieza cuidadosa del campo eliminando raíces, tallos, frutos y cualquier rastrojo de la cosecha anterior.

Es necesario que detrás de cada labor de labranza vaya personal recogiendo rastrojos debido a los riesgos mencionados anteriormente.Se debe hacer un arado profundo con la intención de virar el suelo. Con esto se acelera la descomposición de los rastrojos que hayan quedado. Si el suelo requiere materia orgánica, aplique una dosis más elevada en esa temporada. Es recomendable eliminar los hilos del tutorado, y si tienen estacas de madera, hacer una inmersión en desinfectante a la dosis mencionada abajo.

Hacer un baño maría a las semillas es aconsejable para una desinfección completa del módulo. Debe hacerlo una semana antes de plantar con los siguientes procedimientos:

¿En que consiste el baño maría?

El baño maría es un protocolo que se usa hace muchos años, y existen métodos muy específicos para hacerlo.Primero se debe calentar agua a 52 ºC tomando en cuenta que la cantidad de semilla a sumergir no debe pasar de 454 g. Se sugiere colocar las semillas en una malla para que pueda penetrar el agua fácilmente y se puedan escurrir.

Al terminar de calentar la semillas, se lavan con lejía (hipoclorito sódico al 2%) rápidamente — sólo una o dos inmersiones y se dejan escurrir. A continuación se extienden las semillas y se dejan con un ventilador para que se sequen. Por último, debe moverlas para evitar que se peguen unas a otras.Si no tiene Clavibacter en el campo, hacer un baño maría a las semillas no pregerminadas elimina la posibilidad de infección.

 

Medidas curativas

Tambien existen medidas para seguir si ya tiene el Clavibacter en los módulos y ya ha plantado su cultivo. Ésta es una enfermedad con la que se debe convivir una vez que llega al campo. Es necesario formar un equipo de sanadores que se dediquen a eliminar los focos que van saliendo, y echar los rastrojos infectados en una bolsa o saco, para trasladarlos a un lugar donde los podamos quemar.

El personal de trabajo debe dividirse por áreas, evitando que entren a las áreas enfermas. También se deben señalar las áreas enfermas y formar un cerco sanitario, en el que sólo debe entrar un equipo a realizar las labores culturales. Al salir de cada hilera, los trabajadores deben desinfectarse las manos o traer atomizadores con cloro para aplicar cuando sea necesario. Es recomendable formar un equipo para fumigar que sólo entre a los lugares enfermos.

Se recomienda evitar el fumigar muy tarde para que la humedad de la fumigación no permanezca durante la noche. También se debe evitar hacer labores cuando la humedad relativa supere el 85%. Los huacales de cosechas deben lavarse a diario con cloro a razón de 15 mL por litro o sales cuaternarias de amonio. Los tractores y batangas deben ser igualmente desinfectados.

En caso de que la enfermedad haya comenzado en la primera etapa del cultivo y haya varios focos, es necesario evaluarlos y tomar una decisión en cuanto a seguir cultivando o eliminar el cultivo.

 

 

 

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