Control de ácaros en invernaderos

El ácaro ancho puede ser extremadamente pequeño, pero el daño que ocasiona, no lo es. Esta plaga se alimenta de una gran variedad de cultivos hortícolas de invernadero, incluyendo pepino, berenjena, pimiento y tomate. Estos ácaros proliferan cuando el rango de temperatura es de 15ºC a 21ºC y la humedad relativa se encuentra entre 60% y 80%.

acaro en invernadero

Se sabe que las hembras ovopositan 40 huevecillos durante toda su vida; sin embargo, esto depende de la temperatura y de la humedad relativa.

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Durante un ciclo agrícola pueden coexistir todos los estadíos de esta plaga de manera simultánea, incluyendo los huevecillos, las larvas, las ninfas y los adultos.

El ácaro ancho se alimenta principalmente del envés de las hojas jóvenes y tiende a evitar la luz. Los ácaros viven y se alimentan de los tejidos meristemáticos de las plantas, ya que requieren del tejido vegetal tierno que les proporciona una fuente ideal de alimento para su desarrollo.

Debido a que estos ácaros rara vez son detectados, los productores sólo se darán cuenta de que esta plaga ha entrado a sus invernaderos cuando el daño a sus plantas sea notable.

Identificación y biología

Los adultos miden aproximadamente 0.0009 pulgadas (0.25 mm) de longitud, son de color ámbar o verde obscuro brillante y de forma oval.

Tienen cuatro estadíos perfectamente distinguibles: huevecillos, larvas, ninfas y adultos. Los huevecillos requieren de cinco a seis días para transformarse en adultos, a temperaturas entre 21ºC y 26ºC, y de siete a 10 días a temperaturas entre 10ºC y 15ºC.

Las hembras pueden ovopositar hasta 40 huevecillos durante todo su ciclo de vida; sin embargo, esto depende de la temperatura y la humedad relativa.

El ácaro ancho tiene un sistema reproductivo en el que las hembras no apareadas sólo ovopositan huevecillos que producen progenie masculina. Los huevecillos son ovales, blancos y están cubiertos de protuberancias o granitos. Las larvas de seis patas que eclosionan de los huevecillos se transforman en ninfas de ocho patas y finalmente en adultos.

Detección del daño por alimentación

El ácaro ancho se alimenta en grupo, en especial en el revés de las hojas jóvenes, donde las larvas ovopositan. Se alimentan de las células vegetales insertando los estiletes succionadores de su aparato bucal sobre la epidermis de las hojas. Su alimentación ocasiona que las orillas de las hojas se enrollen hacia adentro y que las hojas se endurezcan y se vuelvan frágiles, resquebrajadas y/o marchitas.

La alimentación también puede ocasionar que las hojas se vuelvan más oscuras de lo normal. Pueden presentar nervaduras distorsionadas y daño en las hojas que se asemeje al daño ocasionado por la sobreexposición a un herbicida fenoxilado como 2,4-D, o al daño ocasionado por virosis o desequilibrios nutricionales (deficiencia de magnesio).

Asimismo, puede presentarse el aborto o agrietamiento de los frutos. El ácaro ancho inyecta toxinas durante su alimentación. En el pepino, pueden aparecer brotes deformes con hojas enrolladas hacia adentro y frutos agrietados; lo cual reduce la posibilidad de comercializar los pepinos afectados.

Las plantas con infestación severa pueden sufrir achaparramiento y morir. Los síntomas de los daños pueden continuar expresándose incluso después de ser tratados con un acaricida.

Cuando las poblaciones de ácaros son muy grandes, se mueven hacia el envés de las hojas para seguir alimentándose, ocasionando deformaciones graves. La superficie del revés de las hojas puede adquirir un tono de color bronce.

Los estudios han indicado que cinco ácaros anchos o incluso un menor número de ellos pueden ocasionar daño severo a las plantas jóvenes de pepino, dando como resultado menor producción de frutos. En general, los tomates tienden a ser menos susceptibles a las infestaciones de ácaros anchos que los pepinos y los pimientos dulces. Esto puede deberse a la calidad nutricional, o a que las hojas del tomate pueden producir substancias químicas de defensa.

El ácaro ancho puede diseminarse entre los cultivos de invernadero por medio de las corrientes de aire, el contacto entre las hojas de plantas cercanas y cuando los trabajadores manejan plantas infestadas y luego tocan las plantas no infestadas.

Se sabe que las hembras pueden agarrarse de las patas y las antenas de las moscas blancas de invernadero adultas (Trialeurodes vaporariorum) y/o a la mosca blanca de la papa biotipo B (Bemisia tabaci); encontrando así otra forma de dispersión. Asimismo, los machos pueden transportar ninfas femeninas, huevecillos y hembras adultas hacia hojas nuevas.

Opciones de manejo

Ya que se requiere una fuente de alimentación para que sobrevivan, los productores deben implementar prácticas de sanitización, como la eliminación de maleza, antes de introducir material propagativo nuevo y deben desinfectar las bancas.

También pueden utilizar acaricidas que afecten al ácaro ancho, autorizados para los cultivos de hortalizas. Sin embargo, las poblaciones de ácaros pueden ser difíciles de suprimir con acaricidas de contacto, ya que se encuentran en los tejidos meristemático.

Cuando se utilicen acaricidas de contacto es preciso cubrir completamente todas las secciones de las plantas y repetir las aplicaciones, para lograr una alta tasa de mortalidad de la plaga. Las hortalizas con pelo o tricomas pueden inhibir el efecto supresor de los acaricidas sobre las poblaciones de ácaro ancho porque los pelos evitan que las gotas del producto lleguen a la superficie de las hojas donde se encuentran los ácaros.

Una opción más efectiva pueden ser los acaricidas con actividad translaminar, autorizados para su uso en hortalizas.

El término translaminar significa que después de la aplicación foliar el material penetra los tejidos foliares y las puntas de las nuevas áreas en crecimiento, formando un depósito de ingrediente active dentro de la hoja o en los nuevos puntos de crecimiento. Por lo tanto, estos acaricidas tienen mayores probabilidades de entrar en contacto con los ácaros anchos que se están alimentando de los tejidos.

Se pueden requerir aplicaciones preventivas, en especial en los cultivos hortícolas altamente susceptibles, ya que cuando el año es evidente; es demasiado tarde para iniciar prácticas de supresión de las poblaciones del ácaro ancho. Por tal motivo y para evitar que las poblaciones de ácaro ancho se diseminen, se recomienda sacar y eliminar de inmediato las plantas que presenten síntomas, incluso las plantas que se encuentren junto a las plantas que presentan síntomas.

El control biológico del ácaro ancho en cultivos de hortalizas que crecen bajo invernadero es una opción de manejo que implica el uso de ácaros depredadores disponibles en el mercado, incluyendo Neoseiulus californicus, N. cucumeris, y Amblyseius swirskii. Se ha reportado que las liberaciones de N. cucumeris han suprimido con éxito las poblaciones de ácaro ancho en pimiento dulce de invernadero. Cuando se utiliza el control biológico, es importante aplicar los ácaros depredadores a principios del ciclo de producción, antes de que se establezcan los ácaros anchos.