Producción de biofertilizantes en Michoacán

El programa de producción de biofertilizantes en el estado de Michoacán, ha logrado establecer un total de 18 plantas de abonos líquidos, 10 plantas productoras de micorrizas, 24 módulos lombrícolas y una planta de composta mejorada, con una inversión de casi 40 millones de pesos entre 2006-2007.

De acuerdo con Mauricio Soberanes, subsecretario de Fomento Productivo, de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario de Michoacán, el programa ha logrado beneficiar a cerca de 145 mil hectáreas en la región. Este programa, originado para apoyar la producción de aguacate orgánico, ha sido transferido con mucho éxito a los productores de hortalizas que buscan obtener la certificación orgánica.

En la actualidad, el aprovechamiento de residuos animales a través de biodigestores, se complementa con la producción de micorrizas y bacterias que estimulan la fijación de los nutrientes. A mediano plazo, el programa espera desarrollar una tecnología apropiada para elaborar fertilizantes a base de los residuos de las cosechas, harinas de pescado y lirio acuático.

 

Retrospectiva

Haciendo una breve retrospectiva, podemos mencionar que el incremento de las explotaciones pecuarias intensivas en Michoacán, especialmente avícola y porcino, si bien han traído un aumento en la productividad, podría generar un deterioro progresivo del medio ambiente, causado por los residuos asociados a la actividad pecuaria, los cuales es necesario revertir.  Estas actividades producen una gran cantidad de excretas, a las cuales se atribuyen problemas de contaminación en aguas y suelos.

La mayoría de los productores son conscientes de las consecuencias de la sobrecarga del suelo y las aguas por los desechos orgánicos no tratados y vertidos en cualquier lugar.

Sin embargo, las excretas de animales — vistas por muchos como un contaminante ambiental — pueden generar recursos valiosos mediante su procesamiento anaeróbico en biodigestores, de tal forma que al reciclarse, parte de la energía y de sus nutrientes, contribuyen a hacer sustentable la producción animal, y al mismo tiempo aprovechar los desechos orgánicos.

 

Limitación de recursos

En el mismo sentido, a nivel mundial, la disponibilidad de energía se ha convertido en uno de los principales problemas. Los países en vías de desarrollo se enfrentan a una demanda creciente de energía para satisfacer sus expectativas económicas y sociales. En el caso de México, a pesar de la riqueza energética, nos enfrentamos a problemas relativos al abastecimiento de gas y fertilizantes,  entre otros insumos para las actividades agrícolas

Tomando en cuenta lo anterior, existe una necesidad real de aprovechar estos desechos orgánicos para la generación de energía eléctrica y calorífica, como una manera de suplir el déficit de energía y fertilizantes, así como disminuir al mismo tiempo la contaminación ambiental. Para ello, los biodigestores o biorreactores orgánicos son una herramienta esencial.

 

Biodigestores

Los biodigestores son depósitos-tanques en los que se produce la digestión anaerobia aprovechando el recurso biomasa, en este caso estiércol de animales. A grandes rasgos, se pueden definir como recipientes o tanques que permiten la carga (afluente) de material orgánica y descarga (efluente) de biofertilizantes. Estos equipos, también llamados biorreactores, poseen un sistema de recolección y almacenamiento de biogás para su aprovechamiento energético, y además del gas metano (CH4), pueden producir CO2, electricidad y una composta orgánica de gran calidad.

Los biodigestores son apropiados para las condiciones técnicas y posibilidades económicas de agricultores grandes y pequeños. La tecnología del biogás está bien adaptada a las exigencias ecológicas, ambientales y económicas del futuro. Es una tecnología de avanzada y de mucha aceptación, por tratarse del aprovechamiento de energías renovables.

 

Aprovechamiento de residuos animales

El estiércol de origen porcino, bovino y avícola puede aprovecharse para la producción de biogás, y consecuentemente para la producción de energía eléctrica. En la tabla adjunta se indica la producción de biogás y la generación mínima de energía eléctrica que puede obtenerse de una tonelada de estiércol por día, dependiendo de su procedencia.

Otra forma de aprovechamiento del biogás es por medio de la combustión del metano para obtener agua caliente o calefacción.

Estudios realizados en Cuba, han demostrado que el uso del efluente líquido representa económicamente más beneficio que el propio biogás. El tratamiento anaerobio de residuos orgánicos (específicamente de excretas de animales) imita los procesos que ocurren en la naturaleza, donde no existen los desechos o desperdicios, sino materia prima para crear otro tipo de material útil para la vida.

El residuo orgánico que se descarga del biodigestor obtenido de los procesos de digestión anaerobia es un lodo-líquido fluido de excelentes propiedades fertilizantes, el cual está constituido por la fracción orgánica que no alcanza a degradarse y por el material orgánico agotado. Su constitución puede variar mucho, dependiendo de las variaciones en el contenido de la materia orgánica utilizada para alimentar el biodigestor y del tiempo de permanencia del material en el deposito.

El fertilizante obtenido en la planta de biogás tiene características superiores al abono con estiércol fresco, debido a que no se pierden los nutrientes. Puede competir con los fertilizantes químicos, permitiendo un ahorro en la aplicación de otros abonos convencionales, sin disminuir la productividad de los cultivos. No deja residuos tóxicos en el suelo y además aumenta la productividad en comparación con suelos no abonados. Puede ser utilizado puro o como aditivo de origen orgánico de alta calidad, o como correctivo de la acidez en los suelos.

El biofertilizante sólido o líquido no emana malos olores, a diferencia del estiércol fresco. Tampoco atrae moscas, y puede aplicarse directamente a los cultivos en forma sólida o líquida, en las cantidades recomendadas. Como biofertilizante puro, presenta una concentración de nutrientes relativamente alta, y a pesar de esta característica, puede ser aplicado directamente a los cultivos. Se puede utilizar también como aditivo en la preparación de soluciones nutritivas para cultivos hidropónicos.

Las ventajas de la utilización del biofertilizante son considerables, no sólo por su bajo costo, sino por los excelentes resultados que se obtienen en la producción agrícola de todo tipo de cultivos.

Para mayor información: Innovación Mexicana Agropecuaria direcciongeneral@inovacionmexicana.com.mx

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