El cultivo de tomate requiere mano de obra y cuidados intensivos, desde su siembra hasta su cosecha. Como toda hortaliza, se ve afectada por problemas patológicos, los cuales se deben prevenir para evitar reducciones severas en su rendimiento y calidad.
Fig. 1: Crecimiento de las bacterias en un medio selectivo. La flecha indica la formación de endosporas, consideradas como estructuras de resistencia.
Conservar la sanidad del cultivo requiere gastos de consideración, siendo un reto para los productores tener un balance de productividad, calidad y sustentabilidad.
El uso de productos biorracionales es una importante estrategia en el manejo integrado de plagas y enfermedades del tomate. Entre las practicas utilizadas destaca la utilización de microorganismos como las bacterias, entre las que se encuentra Bacillus subtilis como una de las más importantes.
B. subtilis evita y reduce el efecto de patógenos del suelo, y tiene efecto contra patógenos foliares de importancia mientras que a su vez ayuda a la planta a optimizar su desarrollo.
Beneficios de B. subtilis
- Inhibe e invade el crecimiento de la germinación de esporas
- Provee una barrera física para que los patógenos no se establezcan sobre la superficie de los tejidos
- Actúa como bioestimulante del crecimiento radicular
- Promueve la secreción de fitohormonas
- Mejora la asimilación de agua y nutrientes
- Induce a la planta a producir fitoalexinas, proporcionándole resistencia a las plantas al ataque de hongos y bacterias
- Disminuir los efectos de hongos fitopatógenos
¿Qué es Bacillus Subtilis?
Es una bacteria Gram Positiva habitante natural del suelo, la cual coloniza las raíces, compitiendo con los patógenos por espacio y sitios de infección en raíces.
2. Fig. 2. Síntomas de enfermedad característicos causada por Alternaria solani, llamada comúnmente Tizón temprano.
Forma una resistente estructura denominada “endospora” cuya finalidad es asegurar la sobrevivencia bajo condiciones extremas.
Las mayores poblaciones de Bacillus en suelos, se localizan entre los 2.5 y 5 cm de profundidad.
Se ha documentado que produce antibióticos naturales que debilitan la pared celular e inhiben el crecimiento de patógenos. Posee una habilidad especial para colonizar raíces, no permitiendo el espacio a otros hongos que intentan infectar a la raíz.
Se ha reportado que esta bacteria produce sustancias de interés en control de patógenos — Bacilomycin, Fengimycin y Micoceryn — las cuales son consideradas como antibióticos contra hongos. Otro antibiótico es Bacilysin, citado como inhibidor de bacterias y levaduras.
Control de patógenos ofrecido
B. subtilis evita y reduce el efecto de estos patógenos del suelo: Rhizoctonia, Fusarium spp.,Pythium spp, Phytophthora spp., Verticillium spp., Cenicillas, Mildius, Botrytis spp., Alternaria spp., Colletotrichum sp.
Modo de acción de la bacteria
Se ha documentado que la bacteria inhibe la germinación de esporas, e invade directamente el crecimiento de las mismas. Además, al establecerse en la planta, provee una barrera física para que los patógenos no se establezcan sobre la superficie de los tejidos.
Fig. 3. Los daños causados por Tizón temprano afectan peciolos y frutos de tomate en su parte basal.
Además actúa como bioestimulante del crecimiento radicular, siendo considerada como una Rhizobacteria Promotora del Crecimiento de las Plantas (PGPR, por sus siglas en inglés), y promueve un desarrollo radicular fuerte y sano, debido a la secreción de fitohormonas, lo que permite un óptimo crecimiento de raíces, y consecuentemente una mejor asimilación de agua y nutrientes. [Fig. 4].
Al colonizar raíces y hojas, induce a la planta a producir fitoalexinas, las cuales proporcionan resistencia a las plantas al ataque de hongos y bacterias.
Otra de sus características reportadas es su capacidad de utilizar la quitina como sustrato, con el fin de aumentar sus poblaciones y con ello disminuir los efectos de hongos fitopatógenos.
Métodos de aplicación de B. subtilis:
- Al suelo, o bien junto con composta o lixiviado de la misma
- A la semilla
- Al sustrato en las charolas
- Al momento del trasplante
- Al follaje y a frutos directamente
Control de tizón temprano del tomate
Esta enfermedad foliar del tomate es de gran importancia en la familia de las solanáceas, ya que se puede presentar en cualquier etapa de desarrollo del cultivo. Es causado por el hongo Alternaria solani.
Fig. 4. Efecto de Bacillus subtilis en raíces. Note a la derecha un mejor desarrollo de las mismas comparadas con un testigo ( Sin Bacillus) a la izquierda.
Los síntomas se observan en hojas mas viejas, como pequeñas lesiones irregulares de color café oscuro, con anillos concéntricos hasta de 1.5 cm de diámetro.
Causa amarillamiento en los márgenes del follaje, secazón y defoliación, propiciando posteriormente quemaduras de sol a los frutos.
En tallos se presentan como lesiones alargadas oscuras de aspecto hundido, y que pueden ahorcar a las plantas a nivel de suelo.
En frutos de tomate se presentan áreas hundidas y con anillos concéntricos [Figs. 2 y 3].
Respecto al control biológico de este patógeno, estudios llevados a cabo por López Martínez et al, durante 2012, citan que aplicando una cepa de Bacillus subtilis, obtuvo aumentos en crecimiento de plantas de tomate bajo condiciones de producción orgánica del 14- 65%, con incrementos en rendimiento del 45%, y reduciendo el ataque de Tizón temprano en un 59%.
Respecto al efecto de esta bacteria como biostimulante, Kleoppeer et al. en el año 2000, evaluaron dos cepas de B. subtilis más Quitosano en tomate var. Solar, bajo condiciones de invernadero. Sus resultados indican aumentos considerables en follaje, altura y peso de plantas, en comparación con el testigo. Asimismo el número de foliolos/planta en el tratado fue de 12.3, mientras que en el testigo fue de 2.3.
Estos resultados comprueban así el mejor desarrollo de plantas de tomate utilizando Bacillus subtilis en conjunto con la aplicación de Quitosano.
La aplicación de cepas adecuadas de esta bacteria será de gran ayuda en la producción de tomate, que sin duda reducirán el empleo de agroquímicos como fungicidas, bactericida y fertilizantes químicos.
Artículo escrito por José Cosme Guerrero y María Teresita Salcido Real