Alarga la vida de anaquel con técnicas de poscosecha

Manejo de Poscosecha

Los productores podrían perder del 20 al 80% de sus productos en poscosecha, dependiendo de dónde hayan sido producidos. Según Michael Reid, un horticulturista especialista en poscosecha de la Universidad de California-Davis, jubilado recientemente, opina que las pérdidas en poscosecha, son mucho más elevadas de lo que pensamos.

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“Tengan en cuenta que no sólo la pérdida del producto es devastadora,” afirma. “Las industrias que apoyan la producción de hortalizas y frutas también sufren. Al reducir sus pérdidas en poscosecha, tambien van a proteger los agroinsumos empleados en el proceso de producción así como en empaque, clasificación y transporte,” dice.

Control de temperatura
El enfriamiento inadecuado después de la cosecha es uno de los principales factores que contribuyen a las pérdidas. “Cuanto más tiempo permanezca el producto en el sistema de distribución,” dice, “más importante se vuelve el control
de temperatura.”

Reid comenta que investigadores de UC-Davis han obtenido datos relativos a temperaturas poscosecha para vida de anaquel potencial de una variedad de productos. En el caso de fresas, por ejemplo, un retraso de media hora entre cosecha y enfriamiento podría tener un efecto significativo en la vida del producto.

Reid menciona que el uso de sombra en el campo y en la sala de empaque contribuye a mejorar el control de temperatura. Esto previene el calentamiento del producto entre el momento de cosecha y de enfriamiento. La sombra de la vegetación o estructuras simples cubiertas con malla puede ser efectiva. “Con mayor frecuencia, se ve un interés en tecnologías de preenfriamiento en campo que permitan enfriar el producto tan pronto como sea cosechado,” afirma Reid. La investigación está avanzando en este terreno, por lo que muy pronto estará comercialmente disponible un preenfriador portátil para uso en campo.

Cuidado con la pérdida de agua
Otra razón para reducir la temperatura del producto rápidamente es minimizar la pérdida de agua. “Deben bajar las temperaturas tan rápido como sea posible ya que la temperatura no sólo contribuye al deterioro del producto, sino que afecta al ritmo de pérdida de agua,” explica el experto. “Cuanto más elevada sea la temperatura, más se acelera la pérdida de agua.”

Frutas y hortalizas contienen un gran porcentaje de agua en su composición, por lo cual la pérdida del líquido elemento tiene numerosos efectos, incluyendo marchitez de hortalizas hojas y tallos, y encogimiento de tubérculos, raíces y frutos. Además se reduce el lustre en la superficie de frutillas tales como las fresas. Por éstas y otras razones, la pérdida de agua se liga directamente al margen de beneficios. “Es posible perder del 4 al 10% de agua sin ver señales de marchitez en el producto,” explica. “Si usted vende por peso, puede perder hasta el 10% del producto.”

Reid recomienda el uso de películas perforadas, ya que retienen la humedad en torno al producto, reduciendo el ritmo de evaporación. Pero también avisa que el uso de estas películas podría provocar condensación, con el consiguiente riesgo de incidencia de enfermedades.

Control de enfermedades
Cuando se manejan productos agrícolas frescos, el inevitable daño resultante propicia la entrada de organismos patógenos en el producto. Por ejemplo, la mayoría de hortalizas deben ser cortadas de la planta al cosechar, lo cual deja una herida propensa a la infección. “Las esporas de muchos de los hongos que infectan frutas y hortalizas pueden germinar en humedad producida por lluvia, aspersores de riego o condensación,” explica. “Las esporas de germinación pueden colonizar lugares donde el producto haya sido dañado durante el manejo.” Reid agrega que los hongos normalmente crecen más rápido en temperaturas templadas, enfatizando de nuevo la importancia del control de temperatura.

Otras tecnologías poscosecha, concluye Reid, tales como atmósferas controladas y modificadas, productos químicos antietileno, barreras de vapor y biocidas, son mucho más efectivos cuando el producto es enfriado, tan pronto como sea posible tras la cosecha, a la temperatura adecuada, y es mantenido a dicha temperatura a lo largo del transporte, distribución y comercialización.

Más información en postharvest.ucdavis.edu