El comercio agrícola después del TLCAN: una mirada hacia el pasado y el futuro

El comercio agrícola entre los Estados Unidos y México ha aumentado de manera drástica desde la implementación del Tratado de Libre Comercio de Norte América (TLCAN) en 1994.
En el 2015, Estados Unidos envió a México exportaciones agrícolas con valor de $17.7 mil millones, y recibió importaciones de México con valor de $21 mil millones, comparadas con los $3.6 mil millones de exportaciones y $2.7 mil millones de importaciones alcanzados en 1993.

Este notable crecimiento en el comercio agrícola entre ambos países y los métodos potenciales para mejorar y aumentar dicho comercio, están documentados en un nuevo estudio del Sistema de Investigación Económica (ERS) del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, realizado por Steven Zahniser y otros investigadores. Desde la aprobación del TLCAN, México y los Estados Unidos han estado cooperando en aspectos sanitarios, fitosanitarios y otros aspectos normativos que afectan los sectores de la agricultura y los alimentos procesados, a fin de liberalizar y fortalecer el comercio bilateral.

Publicidad

Oportunidades de negocio

mexicosealEl nuevo estudio conjunto realizado entre USDA y la Secretaría de agricultura de México incluyó entrevistas con exportadores, importadores, agencias aduanales y asociaciones industriales.
Los datos indican que después de implementar por completo las disposiciones para la liberalización del comercio estipuladas por el TLCAN, el crecimiento del comercio agrícola entre México y EUA depende de métodos distintos a la eliminación de los aranceles y las cuotas.

Con base en la información recabada a través de 80 entrevistas realizadas a personas del sector privado, el gobierno y la academia de ambos países, los esfuerzos para simplificar los procesos fronterizos y agilizar el comercio, ayudarán a que los productos crucen más rápido.

Recursos de información detallada

Si desean información detallada sobre los métodos utilizados, lean el reporte completo: Opportunities for Making U.S.-Mexico Agricultural Trade More Agile: http://bit.ly/comerciomxeua

Análisis de la Caída en el Consumo (A Closer Look at Declining Fruit and Vegetable Consumption Using Linked Data Sources):
http://bit.ly/analisisconsumo

Mayor productividad para el sector agrícola

Un área del comercio agrícola entre ambos países que ha crecido bajo el TLCAN es el comercio de frutas y hortalizas. Las importaciones de frutas y hortalizas que envía México han crecido de manera substancial en cada uno de los tres principales Distritos Aduanales, Laredo, Nogales, y San Diego; aunque se ha incrementado mucho más rápido en el Distrito de Laredo.
En el 2015, el Distrito Aduanal de Laredo fue el puerto de entrada del 48% de las importaciones de frutas y hortalizas provenientes de México; a diferencia del 31% en el 2004.

La apertura de la Carretera Federal 40D entre Mazatlán y Durango, México redujo el tiempo de tránsito por la Sierra Madre entre 4 y 6 horas y contribuyó al aumento de las importaciones vía Laredo.

La producción de frutas y hortalizas en el centro y este de México se ha expandido más rápido que en el oeste de México. Entre el período del 2001-03 y el período del 2012-14, la producción en México de frutas, hortalizas y leguminosas deshidratadas aumentó un 22%. Los 10 Estados Mexicanos con mayores porcentajes de aumento de producción en este período están más cerca de Laredo que de Nogales, con excepción de Sonora.

Tendencias de consumo

¿Cuáles son las tendencias de los consumidores estadounidenses en cuanto a frutas y verduras? En la última década, según un nuevo estudio financiado por USDA-ERS realizado por Biing-Hwan Lin y Rosanna Mentzer Morrison, los parámetros de medición más exactos del consumo total de frutas y hortalizas en EUA han mostrado una caída; pasando de 136 kg por persona en el 2003, a 123 Kg por persona en el 2013.

No obstante, es importante ver más allá del consumo total, para concentrarse en el consumo de ciertas frutas y verduras. Lin y Morrison dicen que un análisis más detallado de los datos revela que hay tres productos: jugo de naranja, papa y lechuga de bola, que representan 10 kg en la caída de 12 kg en el consumo de frutas y hortalizas. A pesar de la caída total, los estadounidenses consumen más cantidad de otras verduras: pimientos, hortalizas de hoja grande, brócoli y coliflor.

Lin y Morrison utilizaron los datos de “disponibilidad de alimentos ajustada a la pérdida” para rastrear el consumo de frutas y verduras en los Estados Unidos. Los datos registrados para la disponibilidad anual de alimentos de consumo básico “commodities” abarcan desde la producción hasta los consumos finales. El suministro total anual de cada producto de consumo básico consiste en la suma de: producción, importaciones e inventarios de inicio.

Para leer más artículos sobre las tendencias de consumo, haz clic aquí. 

Al considerar los totales y hacer los ajustes pertinentes por la pérdida de alimentos, se obtiene la cantidad de alimentos comestibles poscosecha que están disponibles para el consumo humano.

El ajuste de la pérdida de alimentos incluye la pérdida por cocción y la pérdida por humedad; la pérdida por hongos, plagas, almacenaje inadecuado y desperdicio de alimentos.
Lin y Morrison encontraron que el consumo total de hortalizas bajó en la mayoría de los grupos, sin importar el género ni la edad, entre el período de 1994-98 y el período de 2007-08; y gran parte de esta caída se debió al menor consumo de papas.

El mismo estudio encontró que el consumo de tomate (la segunda hortaliza más consumida), se ha mantenido bastante constante en los últimos veinte años para todos los grupos etarios. Al separar el consumo de papa y tomate del consumo de otras hortalizas, las niñas, los niños y los hombres consumieron menos cantidad de otras hortalizas, aun cuando ese consumo no disminuyó tanto como el consumo de la papa.

En el caso de las mujeres, el consumo anual de hortalizas aumentó ligeramente, excluyendo la papa y el tomate (<1 kg por persona).

El consumo de algunas verduras aumentó en este período en grupos de todas las edades; incluyendo los pimientos, las hortalizas de hoja grande, el brócoli y la coliflor.
Los datos en general muestran que los consumidores estadounidenses no están incrementando su consumo de frutas y hortalizas, a pesar de las recomendaciones médicas de consumir más verduras.

En EUA el consumo de papa fue el que mostró mayor disminución. El consumo de papa cayó de 27.8 a 23.6 Kg por persona entre 1994-98 y 2007-08. El menor consumo de jugo de naranja entre todos los grupos etarios es la razón principal para el menor consumo de frutas en términos generales.

Lin y Morrison dicen que la sustitución de algunos productos también es evidente. El consumo de la lechuga de bola disminuyó, mientras que el consumo de hortalizas de hoja grande como la espinaca y la col rizada o berza aumentó. Entre los períodos de 1994-98 y 2007-08, las mujeres consumieron un poco más de hortalizas distintas a la papa y al tomate, pasando de 38.8 a 39.7 Kg por persona, por año.

En el caso de las niñas, los niños y los hombres, hubo pequeñas disminuciones en el consumo de hortalizas distintas a la papa y al tomate. Se consumieron menos plátanos y cítricos; sin embargo el consumo de frutillas o “berries” ha ido en aumento durante toda la década. Los incrementos en el consumo de algunos frutos enteros no fueron suficientes para compensar las disminuciones en el consumo de otras frutas y el consumo de frutos enteros ben general, se redujo en todos los grupos, sin importar la edad ni el género.

supermercadoLos datos sobre el consumo de hortalizas desglosados por nivel socioeconómico revelaron que los individuos (niños y adultos) en hogares de nivel socioeconómico debajo del nivel de pobreza consumieron menores cantidades de papas y tomates que las personas de hogares con niveles socioeconómicos superiores al nivel de pobreza. En 2007-08, las personas de menores ingresos consumieron 22.4 Kg de papas y 12.7 Kg de tomates por persona, por año y los de mejores ingresos consumieron 24.4 Kg de papas y 14.6 Kg de tomates por persona.

Se encontraron mayores diferencias en el consumo de otras hortalizas (distintas a la papa y al tomate): 38.9 Kg por persona en el caso de niveles socioeconómicos más altos, en comparación con los 31.7 Kg por persona, en niveles socioeconómicos más bajos.

El consumo total de fruta fue menor en el período de 2007-08 que en el período de 1994-98, en los cuatro grupos divididos por edad y género. Por ejemplo, el consumo de fruta en las niñas se redujo de 59.4 Kg por persona, por año en el período de 1994-98, a 54.9 Kg en el período de 2007-08.

Parte de la disminución en el consumo total de fruta se debió a que los cuatro grupos consumieron menos jugo de naranja. El jugo de naranja es la categoría más grande de frutas, en cuestión de consumo y el promedio en los Estados Unidos disminuyó de un equivalente de 17.4 Kg de naranjas por persona, por año en 1994-98 a 14 Kg, en el período 2007-08.

No obstante, la disminución en el consumo de jugo de naranja no fue el único factor que propició el menor consumo de fruta; también hubo menor consumo de otras frutas. El jugo de manzana, las “berries” y las uvas fueron las únicas categorías que tuvieron un consumo promedio más elevado en el período de 2007-08, que en el período de 1994-98. Todos los grupos demográficos de los consumidores estadounidenses mostraron los mismos patrones en el consumo de jugo de manzana y jugo de naranja; es decir, consumieron más jugo de manzana y menos jugo de naranja en 2007-08, que en 1994-98

La Producción de Tomate en México

El reporte más reciente (link) del Servicio de Comercio Agrícola Exterior del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, “USDA Foreign Agricultural Service” dice que las proyecciones en la producción de tomate para el año de comercialización (MY) 2016/17 (Oct/Sept) es de 2.9 millones de toneladas métricas (MMT), suponiendo que prevalezcan las condiciones climáticas favorables y los atractivos precios internacionales.

A pesar de que el Gobierno de México (GOM) no ha anunciado proyecciones para la producción de tomate en el año de comercialización 2016/17, las estimaciones indican que la producción de tomate será mejor que la del año pasado.

Proyecciones para el futuro

Se espera que la producción para el año de comercialización 2015/16 sea ligeramente más alta que la producción proyectada con anterioridad, alcanzando 2.8 millones de toneladas métricas, a pesar de algunos problemas climatológicos que se presentaron en los estados del norte durante el invierno; en particular, las temperaturas bajas de diciembre que retrasaron la cosecha, se espera que los cultivos de tomate de primavera de Baja California y de otros estados rindan mayor producción que el año anterior, llegando a 1.5 millones de toneladas métricas.

Se estima que la producción total de tomate para el año de comercialización 2014/15 fue de 2.7 millones de toneladas métricas. Las proyecciones consideran que la superficie sembrada con tomate para consumo en fresco para el año de comercialización 2016/17 llegará a 49,200 ha, mostrando un ligero crecimiento en comparación con el año de comercialización 2015/16, a pesar de la expansión realizada en el estado de Michoacán. Esto se debe a las circunstancias que se mencionan a continuación.

La superficie sembrada depende del comportamiento del mercado estadounidense, ya que los productores tratan de sembrar solo lo que se venderá en Estados Unidos, después de satisfacer el consumo nacional. Las superficie sembrada estimada del tomate dirigido al mercado de productos frescos en el año de comercialización 2015/16 es de 48,000 ha; lo cual representa un ligero incremento a la superficie de 47,530 ha que se sembraron en el año de comercialización 2014/15.

La variedad Roma representa más del 62 por ciento de la producción total de tomate en México, ya que la demanda de este tipo de tomate ha superado la demanda del tomate bola.
El total de la superficie sembrada con tomate ha ido disminuyendo durante varios años, sin embargo los rendimientos han ido aumentando debido al establecimiento de más superficie bajo agricultura protegida (invernaderos, casas-sombra y túneles). El abandono de la producción de tomate a cielo abierto se atribuye a los problemas de plagas, los altos costos de producción, las fluctuaciones en los precios internacionales y los tipos de cambio, así como a las limitaciones en la disponibilidad de agua.

Mayor retorno de inversión y expansión de negocio

La disminución en las superficies sembradas a cielo abierto es más evidente en estados como Sinaloa, Baja California, y Jalisco. En 1990, la superficie sembrada con tomate llegó a 85,500 hectáreas, mientras que en el 2000, la superficie sembrada con tomate apenas alcanzó 75,800 hectáreas.

Debido a que los productores continuaron reduciendo la producción a cielo abierto y siguieron aumentando las superficies de siembra bajo agricultura protegida, la superficie total se redujo de 55,888 hectáreas en el año de comercialización 2011/12, a casi 44,504 hectáreas en el año de comercialización 2012/13.

Aun cuando se ha reportado recientemente un incremento en la superficie sembrada, la tasa de crecimiento es muy poca, ya que los estados donde se produce tomate como Sinaloa y Baja California continúan alejándose de la producción a cielo abierto para producir bajo ambientes protegidos, utilizando menos superficie total, al mismo tiempo que incrementan los rendimientos.

Asimismo, para lograr producir tomates de alta calidad para el mercado de la exportación, algunos productores de Sinaloa están produciendo tomates en los estados de Michoacán, Jalisco, y Querétaro, lo cual les permite tener acceso a la ventana de exportación del verano después de que termina el periodo de invierno en el mes de mayo. Estos últimos estados también han orientado parte de sus operaciones a la producción de variedades de tomate más sofisticadas. Otros estados han empezado a construir infraestructura protegida para cultivar tomate, pepino, pimiento bell, calabacita, fresa y flores.

Las operaciones de invernadero/casas-sombra se concentran en los estados de Sinaloa, Baja California y Jalisco, aun cuando también hay invernaderos en los estados de Colima, México, Hidalgo, Michoacán, Querétaro, San Luis Potosí, Sonora, y Zacatecas. De acuerdo con las fuentes de información, la superficie sembrada con tomates en todo México bajo agricultura protegida es de 15,000 hectáreas en el 2015/16, a diferencia de las 14,000 hectáreas que se tenían en el año de comercialización 2013/14. Este inremento se atribuye en gran medida al éxito alcanzado en la exportación de tomates de alta calidad hacia los Estados Unidos.

Además de que la producción de tomates está transfiriéndose hacia ambientes protegidos, los pequeños productores a cielo abierto están cambiando su producción a otros productos como maíz y frijol que dan mejores utilidades.