Sustentabilidad del suelo

La agricultura moderna tiene como objetivo principal proporcionar un suministro adecuado y confiable de alimentos de buena calidad, utilizando la mayoría de las veces distintas alternativas, sometiendo al suelo a obtener excedentes de producción [Schjønning 2004].beauty shot soil

Derivando una carga insostenible y creciente de las actividades humanas sobre la capacidad de la tierra, representa un enorme desafío para la agricultura, agravando paulatinamente el incremento continuo de la población mundial. [FAO; 2015].

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Esto ha contribuido a un cambio en las preocupaciones sociales de gran productividad para la sostenibilidad de la agricultura, incluidos los efectos de los métodos de producción en el medio ambiente, la diversidad de la flora y fauna natural, y el bienestar del propio suelo. [Schjønning, et all, 2004].

Perfil del suelo

Una de las mayores problemáticas a las que se enfrentan nuestros productores de hortalizas es el manejo en el uso de suelo para mantener o mejorar su fertilidad — su calidad — evitando el desgaste de la capa arable, atendiendo asimismo la conservación ambiental, y buscando un entorno sostenible.

Entendemos la definición de calidad de suelo y sostenibilidad como la capacidad de un tipo específico de suelo para funcionar, dentro de los límites de los ecosistemas naturales o gestionados, para sostener la productividad vegetal y animal, mantener o mejorar agua y calidad del aire, manteniendo un orden social [Allan et al., 1995; Karlen et al., 1997].

El suelo puede o no satisfacer la demanda nutricional; aquí destaca la importancia de conocer su composición, propiedades físicas y químicas. La relevancia en la realización de análisis de suelos (determinación de pH, materia orgánica, macro y micronutrientes) que permitirá diseñar e implementar manejo y técnicas adecuadas para la productividad de los suelos es una cuestión de sostenibilidad.

Cómo mantener la salud del suelo

El mantenimiento de la fertilidad del suelo es un aspecto fundamental para la sostenibilidad de la producción hortofrutícola. [Villasanti C., Roman P., Pantoja A., FAO Paraguay. 2013].

La fertilidad del suelo es la capacidad de mantener el suministro de nutrientes, la vida microbiana del suelo y la complejidad física estructural del suelo en el largo plazo. Para conservar la fertilidad del suelo es preciso evitar pérdidas de suelo por erosión (protección), rotación y diversificación de cultivos, mantenimiento de la materia orgánica y una alta actividad biológica, protección del suelo y en el manejo de los cultivos.

pH: En términos de acidez, afecta significativamente la disponibilidad y la asimilación de nutrientes; además ejerce una fuerte influencia sobre la estructura del suelo. Ahora bien, influyen también sobre la presencia y la actividad de los microorganismos del suelo: generalmente a pH bajos (<5.5) los hongos predominan en el suelo y en la rizósfera, mientras que en niveles más altos, las bacterias son más abundantes [Trolldenier, 1971].

Ahora, en cuestiones de alcalinidad, posibilidad de exceso de carbonatos, baja solubilidad del P y de micronutrientes (a excepción del molibdeno) conducen a defloculación de arcillas y materia orgánica; su estructura se vuelve inestable en agua, y los suelos tienen un color negro debido a la dispersión de las partículas húmicas, además de tener estructura pobre siendo muy pegajosos cuando están húmedos y formando terrones muy duros e imposibles de trabajar cuando se secan.

Sodio y carbonatos son los iones más abundantes en el perfil [Raikov, 1971]. La concentración total de iones de la solución del suelo en suelos salinos o alcalinos puede alcanzar niveles capaces de producir plasmólisis de las células de las raíces vegetales. Por encima de pH 8 (muy alcalino) no hay crecimiento de plantas debido al exceso de sodio.

Materia orgánica: La materia orgánica es importante para mantener la fertilidad del suelo y el buen desempeño del uso de los fertilizantes. La caída en los niveles de materia orgánica es una amenaza para la sostenibilidad de la fertilidad del suelo, debido al aumento de los procesos de lixiviación y la reducción de liberación de fósforo en el sistema radicular.

Es importante destacar que investigaciones anteriores han concluido que existe más relación en el contenido de la humedad en los suelos con el contenido de la materia orgánica y con la distribución y el tamaño de la porosidad [11].

Enmiendas

Las enmiendas agrícolas son recursos de naturaleza mineral u orgánica de extraordinaria importancia para corregir limitantes en las propiedades físicas, químicas y biológicas que al incorporarse al suelo influyen de manera favorable.

La selección del mejorador puede estar determinada por el tiempo que requiere su reacción en el suelo. Por lo tanto, si se desea una sustitución inmediata se deberá aplicar un mejorador de acción rápida.

Una de las prácticas más frecuentes realizadas para neutralizar la acidez de los suelos, es el encalado. El encalado y los materiales que la hacen posible son principalmente carbonatos, óxidos, hidróxidos y silicatos de calcio y/o magnesio, todos con diferente capacidad de neutralización. [Castellanos, R.J. 2014].

Cal agrícola

La cal se aplica para neutralizar el hidrogeno y aluminio intercambiable. Además de proporcionar calcio, mejora las propiedades físicas, químicas y biológicas de los suelos; asimismo mejora la fijación simbiótica del nitrógeno en las leguminosas, e influye en la disponibilidad de nutrientes para la planta. El aporte de calcio (Ca), magnesio (Mg) y otros nutrientes minerales, cabe mencionar que mejora la efectividad de ciertos herbicidas. [Lazcano-Ferrat I].

Los principales factores que se deben tener presentes al agregar cal a los suelos, además de la planta que se va a cultivar, son el pH y el aluminio intercambiable, y la textura y tipo de suelo. Por ejemplo, los suelos con alto contenido de materia orgánica o arcilla requieren más cal que los arenosos para elevar el pH en una unidad, así como la relación Ca/Mg. [Castellanos, R. J. 2014].

La cal agrícola puede ser aplicada en cualquier momento entre la cosecha de un cultivo y la siembra de otro. Sin embargo, debe incorporarse al suelo durante las operaciones de labranza debido a su reacción lenta en el suelo, además de su incompatibilidad con fertilizantes.

La calidad de la cal agrícola depende de los equivalentes de carbonato de calcio, del tamaño de partícula y de su contenido de humedad.

Si nos referimos a cal hidratada, este producto tiene la gran ventaja de la rapidez de reacción, debido a que la molienda es sumamente fina. Su poder neutralizante es 20% mayor al carbonato de calcio.

Yeso agrícola

El Yeso agrícola se presenta como sulfato de calcio bihidratado (SO4Ca.2H2O). En su mayor proporción o como anhidrita, que es un sulfato de calcio anhidro (SO4Ca), es uno de los mejoradores más usados para rehabilitar suelos, ya que es una fuente importante de calcio y azufre. En general, el yeso se utiliza como corrector de suelos o como fertilizante.

image1El azufre necesita ser oxidado primero por la acción microbiana hasta llegar a la forma de sulfato, por lo tanto se lo clasifica como mejorador de acción lenta. Debe tenerse en cuenta, tanto en el caso de azufre como del yeso, el tamaño de partícula, ya que a menor tamaño, más rápida es la reacción.

La eficiencia de acción del mejorador en la sustitución del sodio, será mayor si previo a la aplicación del producto se realiza un lavado de sales solubles en el suelo. Es de suma importancia considerar la permeabilidad del suelo. Es decir, si es baja, el efecto del lavado inicial no se cumple.

Al ser una fuente de calcio, el cual promueve el mayor mecanismo que une la materia orgánica del suelo a la arcilla en el suelo, proporciona estabilidad a los agregados del suelo. El valor de la materia orgánica aplicada al suelo aumenta cuando ésta se aplica con yeso. [Riegosis, 2015].

El yeso incrementa la capacidad de drenado del suelo, evitando que éste quede anegado, debido a una combinación de alto contenido de sodio, arcilla expandible y exceso de agua; disminuye la actividad del aluminio en el suelo; reduce la saturación de aluminio en el complejo de intercambio en el suelo; favorece la germinación, y asimismo en las raíces beneficia su crecimiento y mayor exploración de las mismas [Castellanos, R.J. 2014]. Además evita la destrucción de la estructura superficial del suelo impidiendo la formación de costras de sales [Rivas Rodas R. 2013], las cuales reducen la infiltración de agua e intercambio gasesos con la atmosfera.

El objetivo de la corrección de estos suelos es reemplazar los iones sódicos por sales, tales como sulfatos, que son fácilmente lavables al perfil.

La reacción del yeso está limitada únicamente por su baja solubilidad en agua, la cual es alrededor del 25% a temperaturas normales, y necesita además la presencia de una buena lámina de agua de riego.

La aplicación de yeso aumenta la permeabilidad de los suelos floculando las partículas de arcilla, logrando aumentar el porcentaje de poros medianos disminuyendo los microporos.

Micorrizas

Aproximadamente el 85% de todas las especies vegetales viven en simbiosis con una gran cantidad de hongos del suelo.

Las micorrizas forman una asociación mutualista entre algunos hongos del suelo y la raíz de la mayoría de las plantas. La importancia de esta simbiosis radica en que la raíz es el vínculo entre la planta y el suelo y, a su vez, el tejido del hongo es el puente entre la raíz y el suelo.

Para muchas especies vegetales, incluyendo la mayoría de las cultivadas, el tipo dominante de infección fúngica es la micorriza vesicular arbuscular (MVA).

Después de la inoculación del suelo con micorrizas aumenta la capacidad de absorción de nutrientes de la raíz, por el hecho de que el micelio fúngico (tejido micorrizal), al constituirse en una extensión de raicillas explora mucho más volumen del suelo que la raíz sola. Favorece la absorción de iones poco móviles del suelo, particularmente fosfatos, pero también zinc, cobre y amonio.

Pero las ventajas de la micorriza no se limitan a la nutrición vegetal — las plantas reciben beneficios adicionales tales como tolerancia a diferentes tipos de estrés, por ejemplo en épocas secas (estrés hídrico), con alto contenido de sales, exceso de viento, exclusión de patógenos del suelo y adaptación a metales pesados.

Muchas veces las poblaciones naturales de micorrizas son insuficientes o ineficientes para establecer una buena simbiosis, lo cual afecta al desarrollo de una comunidad vegetal. En estos casos, se pueden aumentar las eficiencias simbióticas con la inoculación de hongos eficientes y competitivos [FAO, 2013].

El uso práctico de las micorrizas es considerado como una buena práctica agrícola; son aceptadas como biofertilizantes por ser un producto natural que encaja dentro de una gestión biológica en la fertilidad del suelo dirigida a obtener una productividad sostenida respetuosa del entorno. Para el uso del producto, éste debe quedar en contacto con el sistema radical de la planta, por eso se aplica al momento de la siembra o del trasplante.

Rotación de cultivos

La rotación de cultivos es la siembra sucesiva de diferentes cultivos en un mismo campo, siguiendo un orden definido (p. ej: maíz-frijol-girasol o maíz-avena). En contraste, el monocultivo es la siembra repetida de una misma especie en el mismo campo, año tras año.

Las ventajas de la rotación de cultivos van desde la prevención de la transmisión de enfermedades y reducción de plagas, hasta el mejor control de malas hierbas.

Proporciona una distribución más adecuada de nutrientes en el perfil del suelo (los cultivos de raíces más profundas extraen nutrientes a mayor profundidad).

Dado que la mayoría de estos problemas afectan a un determinado tipo de cultivo, se pueden erradicar cambiando el tipo de cultivo.

Para esta rotación se deben alternar plantas de distintas familias y con necesidades nutritivas distintas (exigencias de materia orgánica, consumo de agua, etc.). También es muy recomendable introducir alguna leguminosa en el ciclo por el aporte de nitrógeno al suelo, algo muy beneficioso. 

Bibliografía: 1. Per Schjønning. The soil quality concept as a tool for exposing values in science and promoting sustainability considerations. Department of Agroecology, Danish Institute of Agricultural Sciences, Research Center Foulum, Tjele, Denmark.
2. FAO. Indicadores de la calidad de la tierra y su uso para la agricultura sostenible y el desarrollo rural boletín de tierras y aguas. 2001. 43p. Publicación preparada en el marco de la iniciativa para indicadores de la calidad de la tierra banco mundial programa de las naciones unidas para el medio ambiente programa de las naciones unidas para el Desarrollo.
3. Villasanti C., Roman P., Pantoja A., FAO Paraguay. 2013. “Manejo del suelo en la producción de hortalizas con buenas prácticas agrícolas”.
4. Castellanos Ramos Javier. México. Manejo y corrección de la acidez de los suelos.
5. Lazcano – Ferrat I. Cal agricola: conceptos basicos para la produccionde cultivos. www.inpi.net/conceptos+basicos+para+la+produccion+de +cultivos.
5. Yeso Agrícola. México. 2015. www.riegosis.com./V2/index.php/productos-agricolas.
6. Ciclos bioquímicos del suelo, nutrientes de las plantas, micorrizas, distribución de los organismos del suelo, acidez & reacción de los suelos. Facultad de recursos renovables, Mención en conservación de suelos y agua.
7. Covacevich F et al; Lugo MA et al; Urcelay C. Sandra. Argentina. 2000. Micorrizas vesiculo arbusculares MVA o arbusculares, Mar de Plata.
8. Las diez mejores practicas para una agricultura sostenible. 2012. www. xatakaciencia.com/medio-ambiente/las/diez/mejores/practicas/para/una/agricultura/sostenible/
9. Christian Thierfelder y Patrick C. Wall, del CIMMYT-Zimbabue. Rotación de cultivos, boletín adaptado a las condiciones en que trabajan los agricultores mexicanos.