Sistema de distribución de la solución nutriente

Cualquier solución nutriente hidropónica comienza con el suministro de agua. El agua puede ser obtenida del suministro de la ciudad, un pozo privado o a través de la recolección de agua (canalizando agua de lluvia en depósitos).

Es necesario que haya suficiente cantidad de agua disponible para plantas y enfriamiento. Para el cultivo hidropónico de tomates deben destinarse 4 litros diarios por planta. Pero si se utiliza enfriamiento evaporativo, especialmente en regiones desérticas, el agua necesaria para el enfriamiento del invernadero podría duplicar esa cantidad.

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El recurso hídrico debe contar además con la calidad apropiada, por lo cual debe ser analizado antes de su uso.

El agua debe ser ajustable a un valor final de pH de 5.5 a 6.5 para tomates (y la mayoría de plantas), mientras que el contenido de sal (medido como EC, TDS, ppm, etc.), deberá ser relativamente bajo.

 

Ajuste de receta

Si el agua contiene grandes cantidades de elementos utilizados normalmente por la planta, la receta nutriente podría necesitar ajuste para tomar en consideración los nutrientes ya existentes en el agua.

 

Hortalizas producidas en zonas mineras podrán contener un exceso de minerales tales como plomo y cadmio.

Ciertas Áreas geográficas se caracterizan por sus altos niveles de sal en el agua. Alto contenido en boro, fluoruro, cloruro, sulfatos y sodio pueden causar un crecimiento deficiente en la planta.

 

Altos contenidos en plomo, cadmio, aluminio, plata u otros materiales pesados, pueden ser tóxicos para las plantas, o ser absorbidos por las mismas en cantidades limitadas o grandes.

 

Altos niveles de hierro especialmente en “agua dura” (agua con alto contenido de calcio y magnesio) puede causar manchas en las hojas cuando se utiliza riego por aspersión superior.

 

Finalmente, altos niveles totales de sal pueden causar una rápida acumulación de sal en los muros húmedos del invernadero. En este caso, el agua utilizada para enfriamiento debe drenarse y reemplazarse con agua fresca periódicamente.

Macronutrientes elementos que las plantas necesitan en grandes cantidades (nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, azufre, y magnesio)
Micronutrientes elementos que la planta necesita en pequeñas cantidades (boro, cobre, hierro, zinc, cloro, molibdeno y manganeso)

 

 Usualmente se utilizan 3 tipos de tanques

  1. Tanque de calcio/nitrato/hierro
  2. Tanque con todos los demás macro/micronutrientes
  3. Tanque Ácido para ajustar el pH

Reservas de nutrientes e inyectores

Para pequeños sistemas hidropónicos, pueden mezclarse soluciones de nutrientes concentradas y agregarlas directamente a la zona de la raíz de la planta. Sin embargo para sistemas más grandes, con riego por goteo automatizado, la solución nutriente debe prepararse en forma concentrada en tanques de mezcla.

Existen inyectores o dosificadores de varios tipos que pueden ser ajustados manualmente o combinados con un controlador/temporizador de riego para permitir la dilución apropiada de la solución nutriente concentrada.

Compuestos con contenido de calcio son separados de los que contienen fosfatos o sulfatos porque si son combinados en concentración alta, se forma un precipitado que se hunde en el fondo del tanque por lo que no estaría disponible para las plantas, causando deficiencias de nutrientes en las mismas.

 

Aplicación de mezclas

Pueden comprarse concentrados líquidos o en polvo premezclados. Sin embargo, la mayoría de los productores comerciales optan por mezclar sus propias soluciones de nutrientes.

Hay disponibles muchas recetas específicas diferentes, dependiendo del tipo de cultivo. Por ejemplo, la mayoría de las hortalizas de hoja crecen mejor con más nitrógeno (300 ppm), mientras que cultivos de fruto, como los tomates se desarrollan mucho mejor con niveles de nitrógeno más bajos (200ppm).

La receta también puede ser alterada dependiendo de la etapa de desarrollo de la planta. Por ejemplo, a medida que la planta de tomate comienza a producir flores/frutos éstos van a requerir niveles de potasio más altos (comenzando con 280 ppm para la plántula y en etapas vegetativas tempranas y subiendo hasta 350 ppm durante la floración y fructificación de la etapa madura).

Si la tecnología apropiada está disponible, también ayuda el poder manipular la conductividad eléctrica (CE) durante el día o durante periodos nublados frente a soleados.

En periodos de baja luminosidad (nublado, o muy temprano o tarde durante el día) puede aplicarse una CE más alta, mientras que durante periodos de alta luminosidad (mediodía, soleado) las plantas necesitan más agua, especialmente para el enfriamiento por transpiración, de manera que niveles más bajos de CE puedan ser aplicados.

Métodos de colección

Para evitar que un exceso de solución nutriente contamine el suelo o las aguas subterráneas en los alrededores del invernadero, pueden emplearse varios métodos para colectar la solución después de haber pasado a través de los bloques.

Los bloques pueden depositarse en canaletas de plástico moldeado o de metal y el lixiviado de la solución puede ser colectada al final de cada canal.

Los bloques también pueden ponerse en losas de poliestireno de 10cm de alto, con los bloques envueltos en película de plástico resistente, de manera que una porción del plástico, a un lado de las losas con orificios de drenaje, cuelga hacia abajo formando una bolsa a través de la cual fluye la solución de drenaje.

Si no se reutiliza la solución nutriente, el sistema se denomina œde drenaje de desperdicio o abierto. Si la soluciÓn colectada es reciclada, el sistema se denomina “de recirculación o cerrado.

Artículo recopilado y publicado por el equipo editorial de Productores de Hortalizas, Meister Media Worldwide.

 

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