El poder de los micronutrientes

Es bastante común pensar en los fertilizantes como en alimentos de las plantas, y en nuestro caso particular, de los cultivos alimentarios. Lo cierto es que, aunque los fertilizantes aportan nutrientes al suelo o medio de cultivo, haciéndolos mas o menos disponibles para las plantas, ahí termina la relación. ¿Dirías tú que las vitaminas y suplementos que algunas personas consumen a diario u ocasionalmente constituyen su alimento? Probablemente no; de la misma manera, los fertilizantes, o bien los nutrientes que éstos aportan, tampoco deben considerarse como alimentos.

En realidad, no es posible alimentar a los cultivos. Las plantas producen su propio alimento a través de la fotosíntesis, un proceso que utiliza la energía del sol (y en ocasiones de otra fuente de energía artificial) para crear azúcar a partir del dióxido de carbono (CO2) y el agua (H2O), así que, si quieren pensar que sus plantas “comen” algo, esa comida es la luz.

Todos los cultivos requieren elementos minerales para desarrollarse adecuadamente. Estos elementos, comparables a los suplementos vitamínicos, son esenciales, son los mismos para todas las plantas, y la mayoría suelen estar presentes en el entorno natural de crecimiento.

Los tres primeros – carbono, oxígeno e hidrógeno – proceden del agua y del CO2 ambiental, por lo que no debemos preocuparnos de aportarlos. Es cierto que algunos productores de invernadero suministran CO2 adicional como estrategia de producción; esta es una decisión que cada operación debe considerar aisladamente en función de sus condiciones específicas y objetivos de rendimiento y calidad.

Los 13 elementos minerales restantes suelen encontrarse en el suelo y se dividen en tres grupos, con base en las cantidades relativas que usan las plantas: macronutrientes o elementos primarios (N, P, K), nutrientes secundarios (Ca, Mg, S) y micronutrientes o elementos traza (B, Cl, Cu, Fe, Mn, Mo, Zn, Ni y otros), que son el objeto de este artículo.

Los micronutrientes son esenciales

Los micronutrientes son elementos que los cultivos requieren en bajas cantidades, y su clasificación en cuanto a su esencialidad, pueden variar en función del cultivo. Debido a la imprecisión y amplitud de ciertas definiciones, se ha dado en llamar “micronutrientes” a los elementos traza que son esenciales.

Un elemento es esencial cuando su deficiencia origina invariablemente la disminución de una función fisiológica hasta condiciones subóptimas, revirtiéndose esta situación cuando el nutriente es suministrado en cantidades adecuadas [Mertz, 1981]. La carencia del elemento esencial debe producir alteraciones estructurales y fisiológicas similares en las diferentes especies vegetales; es decir, que las alteraciones producidas por la deficiencia deben ser independientes de la especie vegetal [Markert y col., 2000].

La importancia de los micronutrientes se hace más patente en cultivos intensivos, ya que, en este caso, la deficiencia de estos elementos afectaría – no solo al rendimiento – sino a factores de calidad que podrían impactar considerablemente en el valor de mercado de los productos; de ahí el interés de los productores de hortalizas y otros cultivos de alto valor en estos nutrientes.

¿Para qué sirven los micronutrientes?

Cada micronutriente esencial contribuye a una función diferente, y no necesariamente con el mismo impacto en cada cultivo. Es importante destacar que tanto la carencia como el exceso de un micronutriente determinado, podrían significar la pérdida parcial o total de su cultivo. Por esta razón, es importante realizar análisis de suelo, de agua y de tejido para evaluar, no sólo las necesidades iniciales, sino una posible acumulación que revertiría efectos no deseados. Veamos las funciones principales de cada micronutriente a continuación.

Micronutrientes en el suelo

Varios factores influyen en la presencia y cantidad de micronutrientes en el suelo, y en su disponibilidad para el cultivo. La importancia de dichos factores varía según el elemento, pero merece la pena analizar los aspectos comunes a continuación:

Conclusiones

Los micronutrientes son sin duda importantes en la nutrición de los cultivos, pero antes de iniciar la aplicación de los mismos, ya sea mediante una mezcla fertilizante o en aplicación separada, es importante realizar pruebas del tejido y del suelo, o en su caso, ajustes a la solución nutritiva, siempre bajo la supervisión de un experto en el manejo integrado de cultivos.

Fuentes:

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