Recomendaciones para control de Clavibacter

Acción global contra Clavibacter

Según un comunicado emitido el año pasado por John van Adrichem, director administrativo de Grow Group en los Países Bajos — empresa dedicada a propagación de plántulas de hortalizas y ornamentales — el control del Cáncer bacteriano, requiere de la participación global.

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Esta enfermedad causada por Clavibacter michiganensis se conoce desde hace casi 100 años como ojo de pájaro, pudrición del tallo y cáncer bacteriano, entre otros. Su difusión en campo abierto e invernadero es una amenaza, debido a que puede dispersarse rápidamente hasta acabar completamente con el cultivo.

 

Daños importantes

Durante la temporada 2006-2007, los daños causados por cáncer bacteriano en México se estimaron en 20% de la producción de tomates. También se han observado casos de infecciones en cultivos de pimiento.

En invernaderos, el daño fue de 5 a 20%, siendo la causa principal la contaminación de plantas injertadas. Por lo anterior, es muy importante que se tomen medidas de precaución para evitar su diseminación.

Como medida preventiva y debido al brote de Cáncer bacteriano producido en el 2006 en plantas de tomate injertadas principalmente en el noroeste de México, los directivos de Grow Group optaron por retirar temporalmente la producción de injertos en México, solicitando que los productores aumenten las medidas de control mediante la exigencia a las compañías semilleras de un certificado de que la semilla está libre de Clavibacter. Otra medida de control radica en utilizar plantas injertadas sólo cuando éstas hayan sido producidas en zonas libres del patógeno.

 

Fuentes de contaminación

Por tratarse de una enfermedad bacteriana, las fuentes de inóculo van desde la misma semilla, trasplantes o injertos, hasta sustratos, restos de cultivos, malezas, plantas hospederas y canales o estanques de agua. Por lo tanto, las medidas de prevención, deben ser muy amplias.

Otros factores relacionados con la presencia de Clavibacter,  son las condiciones del clima (especialmente elevada humedad relativa combinada con baja luminosidad), velocidad del viento, virulencia de la bacteria infecciosa, y prácticas culturales.

Una de las razones del problema con los injertos, es que al cortar los tallos y exponerlos a una elevada humedad relativa, existe un mayor riesgo de infección. Durante el manejo de la planta, podas y cosecha, también se puede generar una contaminación con esta bacteria.

Un dato importante es que, aun en el caso de trasplantes o injertos infectados, los síntomas no aparecen generalmente hasta el tercer o cuarto racimo. Por lo tanto, las recomendaciones son muy amplias y se basan sobre todo en la prevención del problema.

 

Si deseas obtener una copia de la tabla proveída en este artículo, favor de enviar un correo electrónico a: [email protected]