Manejo preventivo de las malezas

El control de malezas puede ser una tarea difícil y costosa cuyos problemas se agudizan debido a la resistencia a los herbicidas y a la presión por utilizar químicas menos agresivas para su manejo.

No obstante, el conocimiento sobre las necesidades de las plantas, la nutrición adecuada del suelo y las técnicas específicas de pre-siembra pueden ayudarlos a controlar las malezas.

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De acuerdo con Bernard Zandstra, Profesor del Departamento de Horticultura de la Universidad Estatal de Michigan, hay ciertas categorías de cultivos que son más sensibles a la invasión de malezas; incluyendo cultivos hortícolas más pequeños de siembra directa.

“Estos cultivos son particularmente sensibles porque les lleva mucho tiempo levantarse y establecer un dosel vegetal; y algunos cultivos como las cebollas, nunca establecen un dosel vegetal. Por ejemplo, los cultivos como la lechuga tienen semillas sumamente pequeñas, y las zanahorias y el eneldo también son sumamente sensibles el primer mes”.

Otro factor que Zandastra nota es que muchas malezas graves son miembros de la misma familia del cultivo al que afectan.

“Por ejemplo, la lechuga es miembro de la familia Asteraceae y las malezas de esa familia afectan en gran medida a muchos cultivos, incluyendo la lechuga, y las hortalizas de hojas.  Las malezas relacionadas con esta familia incluyen la ambrosia, senecio vulgaris o cineraria, matricaria discoidea o manzanilla silvestre, lechuga Espinosa y diente de león del desierto. En los tomates, pimientos y papas, las  malezas solanáceas son muy graves. Son difíciles de eliminar con herbicidas porque están muy relacionadas con estos cultivos” dice Zandstra.

Técnicas de pre-siembra

A fin de controlar las malezas en algunas de esos cultivos extremadamente sensibles, Zandstra sugiere implementar varias estrategias de pre-siembra para ayudar a que los cultivos tengan un buen inicio.

“Siempre es bueno preparar el campo antes de la siembra. Antes de sembrar sus cultivos, necesitan elaborar un plan para controlar a las malezas en ese campo un par de años más tarde”, comenta Zandstra.

Las pruebas de suelo y las pruebas de nutrientes son elementos clave para la pre-siembra, dice Zandstra. “Yo sugiero hacer pruebas completas a niveles macro, micro y de mecánica de suelos. En otras palabras, deben investigar cuáles son sus niveles de  arena, limo, arcilla, material orgánica, pH y capacidad de intercambio catiónico.”

El pH puede afectar a la población de malezas, explica. Por ejemplo, las malezas del género oxalis y muchas otras malezas compuestas, predominan en suelos con pH menores a 6.0. Por otro lado la maleza Agropiro funciona bien a niveles de pH por arriba de 6.5.

Zandstra también recomienda herbicidas para control temprano. “Maten las malezas que surjan antes de sembrar sus cultivos con materiales de contacto.” comenta.

 

4 Controles por Medio de Prácticas de Cultivo

 

De acuerdo con Bernard Zandstra de la Universidad Estatal de Michigan, los productores tienen varias opciones de prácticas de cultivo para el manejo de las malezas.

 

  1. Rotación de cultivos: Zandstra enumera la rotación de cultivos como uno de los distintos medios de control por medio de prácticas de cultivo que deben emplear los productores para suprimir las poblaciones de malezas en la producción de cultivos anuales. “Si están produciendo cultivos anuales es fácil rotarlos, pero si están produciendo cultivos perenes, es más difícil; no es posible cambiar las manzanas cada año. Sin embargo, entre las siembras de árboles frutales, el cultivo de hortalizas anuales o cultivos a cielo abierto durante unos cuantos años les permitirá utilizar la labranza y los herbicidas que les ayudarán reducir la infestación de malezas”, dice Zandstra.

En términos generales, la siembra de cierta variedad de cultivos con rasgos distintos reduce la probabilidad de que algunas malezas se adapten al sistema de crecimiento. De acuerdo con el departamento de extensionismo del estado de Pensilvania (http://bit.ly/1MIjxvT), es preciso planificar las rotaciones para que las especies de malezas que son favorecidas en un año o en un ciclo agrícola, no sean favorecidas al siguiente año o al siguiente ciclo de cultivo.

 

2 Labranza: Esta técnica puede ayudar a reducir la diseminación de las malezas y también puede matar a las plántulas. “No permitan que las malezas establezcan semillas en sus campos de cultivo”, dice Zandstra. “Si dejan que amarre la semilla, podrán tener hasta cinco años de semillas. Necesitan introducir el disco para eliminar las malezas y mantener sus campos limpios. No obstante, la labranza puede producir la diseminación de malezas perenes al transportar los rizomas, los estolones y las raíces hacia otros campos; por lo que deben asegurarse de limpiar su equipo antes de pasar a otros campos de cultivo.”

 

3 La Selección del Sitio: Empieza con un campo limpio con buenas condiciones de suelo y buen drenado, dice Zandstra.

 

4 Mapeo: Los productores deben tener mapas de sus campos de cultivo y deben estar conscientes de las malezas que habitan en estos campos. “Si hay áreas con ciertas malezas perenes o malezas anuales, los productores deben hacer un esfuerzo para controlarlas”, dice. “Con la tecnología GIS y GPS es posible elaborar mapas de las ubicaciones exactas de los parches de maleza en los campos de cultivo. Las malezas pueden ser tratadas de manera específica con un aspersor dirigido por GIS.”


Artículo originalmente publicado en American Vegetable Grower, una marca de Meister Media Worldwide. Foto de portada cortesía de Mel Harte.