Diagnóstico y control del nemátodo de los nódulos en tomate

 

El cultivo del tomate es considerado, sin lugar a dudas, como uno de los más importantes en las áreas hortícolas de México.

En el noroeste de México y principalmente en el estado de Sinaloa, este cultivo ocupa el primer lugar debido a la superficie de siembra, volumen y valor de su producción.

Asimismo es considerado como un vegetal de exportación, y su consumo (tanto en fresco como procesado) es alto. Éstos han sido factores importantes en la ampliación de su siembra.

 

No obstante su importancia, el cultivo de tomate se ve afectado por patógenos tales como hongos, bacterias, virus y nemátodos. Y precisamente a estos últimos se atribuyen pérdidas en producción de cultivos del 25 a 50%. 

 

 

El género Meloidogyne

Dentro de los géneros de nemátodos más importantes se encuentra Meloidogyne, comúnmente conocido como el Nemátodo agallador o de los nódulos, y es considerado como el más importante a nivel mundial, debido a la severidad de los daños y la reducción en producción y calidad del tomate. Las especies más comunes que se han identificado son: Meloidogyne incognita, M. javanica, M. arenaria y M. hapla [Fig. 1].

 

Síntomas y signos del Nemátodo de los nódulos 

Las plantas afectadas por el Nemátodo de los nódulos se muestran amarillentas, débiles y raquíticas y con aspecto similar al de deficiencia de agua y/o nutrientes [Figs. 2, 3].

Los resultados de estos síntomas son: poca producción de frutos, y menor peso y tamaño de los mismos.

Los signos más característicos son la formación de agallas o tumores en las raíces hasta provocar necrosis en las mismas [Figs. 4, 5].

La formación de tumores se inicia desde la penetración de larvas en el segundo estadio, y las que permanecen en el interior de las raíces son hembras [Fig. 6], ya que los machos salen de la raíz.

Las hembras inducen el aumento de células y la deformación de las mismas, lo que provoca las agallas. Una vez que las hembras producen la masa de huevecillos, salen al exterior y las grietas que provocan éstas al salir de las raíces, sirven de entrada a varios patógenos como Fusarium, Phytophthora, Rhizoctonia y Pythium.

 

¿Qué son los nemátodos? 

Los nemátodos son los organismos pluricelulares más numerosos del
Planeta, donde se han reportado aproximadamente 15,000 especies cuyo 50% son parásitas de plantas, animales y humanos.

Pertenecen al reino animal, tienen aspecto filiforme en la mayoría de los casos, son generalmente microscópicos, y estructuralmente poseen casi todos los sistemas orgánicos, excepto el circulatorio y el respiratorio. Los nemátodos son gusanos “redondos,” con simetría bilateral, tamaño microscópico y semitransparente.
Su distribución en el suelo es irregular y está en función del desarrollo de raíces de las plantas y el área adyacente a dichas raíces, a lo que se le llama rizosfera. Su movimiento es muy lento y se limita a unos cuantos centímetros por año. La mayoría se concentra sobre todo en los primeros 30 cm del suelo.
Los nemátodos pueden sobrevivir en estado latente a pesar de las condiciones desfavorables que se le presenten. Este periodo de latencia está limitado por la cantidad de reservas alimenticias que tenga el nemátodo y puede variar de 20-40 días hasta un año, para parásitos de plantas.

Ciclo de la enfermedad

La persistencia de este patógeno se produce en forma de huevecillos [Fig. 7], y como larvas juveniles de segundo estadio en el suelo, que es la forma en la cual se cuantifica al tomar las muestras de suelo.

La penetración es a través de este estadio (L2), y la diseminación es por movimiento de suelo (maquinaria), plántulas infectadas y por el riego en forma muy efectiva.

Las condiciones favorables son: suelos ligeros con buena humedad y temperatura óptima de 25-28°C.

 

Combate del nemátodo Meloidogyne

Una meta importante en el manejo de las poblaciones de este nemátodo es reducirlas al máximo, y para esto se puede considerar lo siguiente:

• Rotación de cultivos de dos años por lo menos

• Utilización de variedades o patrones resistentes

• Barbechos en verano, con el fin de exponer las poblaciones a temperaturas fuertes

• Aplicación de Materia Orgánica al suelo, ya que promoverá el desarrollo de organismos antagónicos a nemátodos

• Aplicación de solarización por al menos 60 días, que ayudará a reducir las larvas de segundo estadio.

• Aplicación de nematicidas al suelo, tanto fumigantes como no-fumigantes

• Aplicación de nematicidas de tipo biológico.

 

 

 

 


 

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