Agricultura protegida en Estados Unidos: ¿amenaza u oportunidad para México?

Agricultura protegida en Estados Unidos: ¿amenaza u oportunidad para México?

Esta es una pregunta interesante: en términos de la agricultura protegida, ¿dónde se sitúa la Unión Americana?

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Ni como negar el poder y liderazgo del vecino del norte en prácticamente todas las industrias; entonces uno podría asumir que la agricultura protegida no es la excepción.  Sin embargo, la realidad es que el crecimiento de invernaderos, casa sombras y macro túneles en dicho territorio ha sido demasiado conservador si lo comparamos con México.

Según historiadores, la industria de los invernaderos en la Unión Americana da inicio desde finales de la década de 1920, mientras que en México se puede decir que surgió hasta los 50’s. En el mismo orden comparativo, la industria mexicana no se formalizó hasta el siglo XXI, arrancando el año 2000 con menos de 800 has en todo el país y 18 años después alcanza las 60 mil hectáreas, siendo el 48% de hortalizas, 46% de frutillas y el resto se distribuye entre viveros, ornamentales y flores.

La Unión Americana tuvo una dinámica diferente, principalmente en su distribución, ya que para el mismo periodo de referencia había a principios de este siglo no más de 500 hectáreas, y 18 años después sólo creció a un número cercano a las 6,900 hectáreas, donde el 26% son hortalizas, 32% de frutillas y el resto floricultura, ornamentales, viveros y otros.

Muy recientemente, en “otros” ya predomina fuertemente la reciente industria formal del Cannabis, donde en estados como California su legalización la ha hecho sumamente atractiva, invadiendo zonas productivas que antes se especializaban en hortalizas, bayas o fresas, acaparando mano de obra y recursos como el espacio y agua para su producción.

Habría que entender también en este análisis el porqué de las tecnologías, donde a final de cuentas la incorporación de techos en sistemas productivos va encaminado a las condiciones climáticas, requerimientos del mercado, tipo de cultivo, ventana comercial, capacidad financiera y elementos que afectan la zona productiva en cuestión, de los cuales se deben manejar o proteger al cultivo.

Bueno, aun cuando la conversación puede tornarse corta con simplemente ver la extensión de infraestructura que tiene nuestro vecino, creo que aún es pertinente cuestionarse si esto significa riesgo u oportunidad.

Agricultura protegida en Estados Unidos: ¿amenaza u oportunidad para México?

¿Cuál es la respuesta?

Veamos, sin duda, la agricultura protegida obedece a un sentido estricto de eficiencia donde se promueve un mejor aprovechamiento de los elementos tanto climáticos como físicos, humanos y de espacio para la productividad y potencializar condiciones con el objetivo de incrementar rendimientos y, consecuentemente utilidades; pero no hay que perder de vista que hablar de agricultura protegida en cualquiera de sus niveles tecnológicos implica fuertes inversiones iniciales, mano de obra muy especializada y contar con mercados de alto valor de forma cautiva.

En Estados Unidos existe la tendencia del consumo local (“local grown”), la gente tiene más confianza de lo producido en su país que lo que se produce en México y la tendencia de favorecer a las industrias nacionales como a los productores locales es cada vez mayor, sumado a una creciente “moda” con el mensaje del actual mandatario, Donald Trump.

Entonces, en términos de preferencia al consumidor, la ecuación directa daría como resultado una enorme oportunidad de producir hortalizas bajo invernadero en suelo americano, bajo un formato local, enfocándose en especialidades y esto daría una fórmula de negocio comercial, si sólo nos basáramos en el criterio de demanda y tendencias del consumidor.

Es aparentemente muy claro lo que te platico, más cuando uno acude a supermercados de la región y denota que el producto local es mucho más caro por libra, que inclusive el orgánico de México, esto con un diferencial de precio entre productos convencionales abismal.

Agricultura protegida en Estados Unidos: ¿amenaza u oportunidad para México?

Local vs. Foráneo

Sin embargo, la oportunidad se ve limitada cuando ves factores como la mano de obra. Te sorprendería saber que en un estado como Texas contratas a un empleado para trabajar en un invernadero con lo mismo que contratas de 7 a 9 jornaleros en México (según la región económica). Para nada suena equitativo, pero es la realidad.

Por otro lado, empresas dedicadas a la producción en invernadero en suelo norteamericano han tenido que cerrar parte de sus operaciones por falta de personal, concluyendo que al trabajador nativo no le gusta el trabajo de campo y éste tiene que recurrir a visas de trabajo temporales, a programas donde reos son la mano de obra u otras instancias que no han sido exitosas ni permanentes.

Otra cosa que hemos aprendido es que la alta tecnología, es decir, los sistemas mas activos dentro de la agricultura protegida, como lo son los invernaderos de vidrio con sistemas de clima artificial y otros componentes activos que ayudan al manejo de los elementos, son necesarios no sólo porque el clima de estas latitudes significa mayores retos para producir debido a las temperaturas extremas y las limitadas horas de luz, sino que también el motivo es de responsabilidad civil: una empresa americana debe sustentar y minimizar todos los riesgos de trabajo al máximo que pudieran significar demandas para la organización.

Entonces, Estados Unidos no puede darse el lujo de tener que cambiar plásticos cada tres años debido a los riesgos que implica para los trabajadores que realizan esta labor, que al subirse a las estructuras representa un riesgo por caída, donde sería apropiado medidas y equipos de seguridad que no serían redituables, ya que cualquier mínimo accidente pone en riesgo la estabilidad económica de cualquier negocio, debido a las fuertes demandas que son una práctica común en esta región. Otro factor son los métodos de cosecha y manejo, cuando en nuestro país no es realmente un factor el que alguien se caiga de un carrito, sancos, o cualquier otra práctica que hacemos en nuestros invernaderos, en Estados Unidos significarían un tema enorme de responsabilidad civil.

Factores

Entonces estos dos factores dificultan que, a la hora de hacer un proyecto ejecutivo, llegando al análisis financiero y haciendo un comparativo con sistemas en México, se vuelve casi una locura apoyar el desarrollo de un proyecto de esta índole por la mano de obra, por los costos de asegurar la responsabilidad civil y por los altos costos financieros de las tecnologías y estructuras que se tienen que usar, debido a los factores de clima y riesgo.

Sin embargo, la presión del producto local, la responsabilidad civil tras una contingencia de salud pública, desconfianza y otros factores, sí han motivado el surgimiento de tecnologías muy activas y avanzadas, e inclusive indicios de robótica para la producción de lechugas y otros suculentos, particularmente en el noreste del país en estados como Nueva York, Minnesota, Cleveland y Michigan.

También hay que destacar una industria creciente que son los huertos urbanos, donde la gente en sus veranos cada vez más aplica la práctica de incorporar pequeños invernaderos para surtir de vegetales a comunidades locales.

Toda esta es la situación que desde mi óptica y experiencia puedo platicarles, y en este mismo orden de ideas pudiera llevar la conversación en otro sentido.  Veo una enorme oportunidad en el creciente desabasto de frutas y hortalizas frescas y de calidad en regiones de la unión americana, por ejemplo: existe un corredor central marcado por las rocallosas que empieza desde los estados de las Dakota y baja hasta Texas, ahí el tema es netamente logístico. Donde cientos de ciudades de talla importante no gozan de un abasto constante, ni de frescura ni de calidad, aun con un poder adquisitivo medio-alto que es característico de la población en los estados que conforman dicho corredor.

Agricultura protegida en Estados Unidos: ¿amenaza u oportunidad para México?

La respuesta final al cuestionamiento inicial

Quizás como conclusión pudiéramos encontrar la verdad en la teoría de la agricultura de alto valor, el campo es para producir alimentos y rentabilidad para quien lo trabaja, uno tiene que buscar su especialización, en torno a sus capacidades climáticas, financieras, logísticas, recursos disponibles, oportunidades comerciales, mano de obra, tecnología, etc.; mismas que le den la mayor rentabilidad por metro cuadrado.

Siendo el objetivo generar riqueza, entonces Estados Unidos tendría que encontrar congruencia entre sus altos costos de mano de obra, las lentas y costosas amortizaciones de las tecnologías caras y avanzadas que debe incorporar y avanzar en el tema legal de responsabilidad civil que minimice el riesgo legal de operar, logrando cuadrar un modelo rentable que satisfaga tanto regiones coherentes de abasto, consistencia y calidad, junto con otros elementos que dan valor, como es producto local y certificar orgánicos, entonces solo así, veremos un crecimiento amenazante de infraestructura que competiría con nuestras regiones productivas que exportan a dicho país.

La agricultura protegida es un negocio de escala y eficiencias, el que crece lo hace con un modelo de negocio sustentable, competitivo, productivo, pero sobre todo rentable. En lo que esto sucede en dicho país, la oportunidad radica en crear alianzas para que nuestros productos lleguen a dichas zonas, cubriendo toda expectativa y requerimiento tanto de inocuidad y competitividad, volumen, etc., que nos permita a la vez que nosotros logremos la rentabilidad para comprarles los productos agropecuarios que ellos pudieran producir con eficiencia y que complementan nuestras vidas, y es así como la amenaza se disipa y llueven oportunidades.