Cultiva más con menos con riego tecnificado

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Foto cortesía de la Universidad de Vermont (EUA)

Hoy día los irrigadores deben hacer frente a una variedad de retos, entre los que se incluyen un entorno de mercado comercial en constante desarrollo, así como la necesidad de mantener el rendimiento durante los periodos de sequía. Cambios significativos en recursos hídricos y programas de Gobierno han afectado a la irrigación agrícola más que a cualquier otro sector industrial. El cambio también está siendo impulsado por la preocupación por el medioambiente — local y globalmente — con la realización que el agua de buena calidad y el manejo ambiental responsable pueden traer ventajas para el productor en cuanto a su productividad, además de otros beneficios derivados del acceso a nuevos mercados.

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La industria de irrigación ha demostrado que puede afrontar con éxito los desafíos que se presentan por medio de un pensamiento innovador y clarividente. Ha desarrollado multitud de aptitudes y experiencias, e invertido en nuevas tecnologías y maneras de hacer negocio. La eficacia en el uso del agua se ha convertido en una práctica sustentable popular y va a continuar impulsando un manejo innovador y responsable en el futuro.

La innovación en riego viene en multitud de formas y tamaños; donde todos los implicados, ya sean individuos, cooperativas, organizaciones de productores o programas de Gobierno, desempeñan una función clave.

La motivación para que los irrigadores adopten estas mejoras varían de industria a industria e incluyen a menudo la influencia de una aproximación regional o del colectivo.

En muchos casos, operaciones pioneras emprenden iniciativas, no sin cierto riesgo, pero cuando triunfan en sus proyectos respectivos sirven de ejemplo a otros colegas de la industria para desarrollar innovaciones, habilidades y el conocimiento de una producción eficiente y sustentable.

Es importante difundir estos casos prácticos, con la esperanza de que inspiren y animen a otros responsables del riego en diferentes operaciones a que desarrollen las habilidades y conocimiento necesarios y materialicen el halagüeño potencial del futuro de la irrigación de México. En este sentido, la decisión de invertir en la irrigación por goteo de subsuperficie ha sido contemplada y aplicada por muchos productores. En algunos casos, la producción del tomate se ha doblado, comparando con áreas que usan métodos tradicionales de irrigación en surco.

Algunos productores comenzaron a implementar riego tecnificado cuando era relativamente nuevo, con los problemas que ello supone. En muchos casos los sistemas eran costosos y había poca ayuda técnica. Pero se ha avanzado mucho desde entonces, los costos han bajado, la tecnología ha mejorado, y se ha cruzado la curva de aprendizaje. Estos sistemas suelen proporcionar mayor control y utilizar menos agua; poniendo menos tensión en el suelo ya que no se está saturando ni desecando, y las raíces son menos propensas a enfermedades, mientras que la mayoría de los fertilizantes se aplica a través del sistema.

En general es gratificante ver cómo la industria de irrigación se ha puesto a la altura de los retos que conlleva el manejo sustentable de recursos hídricos.