Impulsa el uso eficiente e inteligente de agua en México

En México el 76% del agua es utilizada por la industria agrícola, sin embargo su distribución por el país no es ideal, haciendo imprescindible el uso inteligente de la misma. El gobierno entiende el problema y está implementando estrategias de acción.

Entre las estrategias que esperan ser implementadas, en las áreas de Tlaxcala y Puebla, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) informa que ha conducido estudios sobre el funcionamiento de las plantas de tratamiento de aguas residuales existentes para rehabilitarlas, concluyendo que el agua pueda ser reutilizada en actividades adicionales, como el riego de miles de hectáreas.

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Aunque el centro y sur de la república mexicana no sufre de los mismos problemas de riego que el norte, las áreas como el Bajío y la Comarca Lagunera — dos de las más productivas en el sector agrícola y enfocadas en los mercados de exportación — continúan sufriendo de una extrema falta de agua.

Afrontando las necesidades de las zonas, Conagua espera invertir en mayor tecnificación del riego, mayor viabilidad hídrica y remediación de acuíferos y mejoramiento de la calidad de agua disponible. La organización se ha asociado con especialistas de la firma Mekorot — derivado del Convenio firmado con el Gobierno de Israel —  con el fin de determinar las mejores estrategias de remediación. Entre las inversiones gubernamentales en el mejoramiento de acceso hídrico para los productores mexicanos destacan el Canal Centenario de Nayarit, el cual ampliará la superficie cultivable del estado en más de 43 mil hectáreas, y la perforación de pozos profundos para extraer agua con equipos de bombeo para garantizar la sustentabilidad de las 11 presas del estado de Sinaloa.

Pero no podemos depender solamente de los esfuerzos gubernamentales para comenzar a ser más responsables con el recurso agua. Como administradores del campo agrícola, debemos implementar estrategias de producción que tomen en cuenta la vulnerabilidad de disponibilidad del recurso a corto y largo plazo. Haciéndolo así, se tomarán decisiones administrativas y operativas mucho más sustentables y respetuosas con el medioambiente.