Selecciona la cubierta adecuada para tu invernadero

cubierta

Seleccione el tipo de cubierta en base a las condiciones climáticas (temperatura, luz) y al cultivo. Si elige plástico, se recomienda polietileno de doble capa por sus características térmicas. Si elige vidrio, debe tener propiedades difusoras de luz. Las mallas antiinsecto deben ser de alta calidad, para mayor protección y máximo flujo de aire. Finalmente, decida si requiere pantalla térmica o de sombreo dependiendo de la meteorología de la zona. Un solo producto no satisface ambas necesidades.

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La cubierta del invernadero, ya sea de plástico o vidrio, es uno de los componentes más importantes dentro de la totalidad del sistema de cultivo de invernadero (los otros son capacidad de riego, capacidad de calefacción y características del sustrato). La función más importante de la cubierta del invernadero es la protección del cultivo contra condiciones meteorológicas adversas tales como nieve, granizo, lluvia, viento, temperaturas extremas, y contra plagas y enfermedades. Adicionalmente, la cubierta del tejado también debe permitir al productor controlar el clima interno y crear condiciones conducentes al óptimo crecimiento del cultivo que proporcionen la mayor productividad y calidad de frutos posible.

Un aspecto de las condiciones climáticas internas que el productor querrá optimizar es la penetración de la radiación fotosintéticamente activa (PAR) y la exclusión de radiación ultravioleta dañina (300 a 400 nm de longitud de onda) así como la radiación infrarroja cercana (IRC) (800 a 2500 nm) que causa el aumento de temperatura en el invernadero. Por otra parte, por la noche el productor querrá retener parte de la radiación infrarroja lejana (IRL) (2.5 a 100 μm) que es rerradiación calorífica de la estructura interna del invernadero tal como los pasillos de concreto y los soportes de acero.

Seleccione la cubierta adecuada
La elección de la cubierta correcta para su cultivo es de suma importancia. La cantidad de luz PAR (~400 – 700 nm) debe maximizarse y difundirse a través del invernadero, mientras que la cantidad de luz UV debe ser controlada para prevenir estrés en la cabeza de la planta y daños generales al cultivo.

Al mismo tiempo el productor debería contar con la cantidad adecuada de longitudes de onda IRL (700 – 800 nm), ya que estimulan las respuestas morfológicas de las plantas. También sería deseable alguna penetración de luz IRC en ciertas épocas del año, ya que incrementan la temperatura en el interior del invernadero durante los meses de invierno.

En el caso de cubiertas de plástico para el tejado, el material debería ser polietileno (PE) de doble capa para retener calor cuando haga frío en el exterior y prevenir la entrada de calor en el invernadero cuando haga calor en el exterior. En otras palabras, el productor necesita una barrera térmica entre los climas interior y exterior.

Con el plástico doble, la capa externa difumina la luz y podría afectar la calidad de la luz dependiendo de sus propiedades, mientras que la capa interna transparente tiene un efecto mínimo en calidad y cantidad de luz, pero permite la entrada de la totalidad de la luz en el invernadero y la distribucion equitativa de la misma.

En conjunto, las dos capas crean una barrera térmica aislante entre el interior y el exterior del invernadero, de manera que es posible crear el clima adecuado para las plantas proporcionándoles al mismo tiempo luz suficiente para la fotosíntesis y control de las longitudes de onda de luz dañinas.

En términos generales, el vidrio de invernadero presenta transmisividad de luz de aproximadamente 75 a 80% mientras que las cubiertas de polietileno presentan transmisión de la luz de 65 a 70%. Sin embargo, las propiedades de aislamiento del polietileno de doble capa son significativamente mayores.

La regla general (basada en la experiencia neerlandesa) es que 1% de pérdida de luz equivale a 1% de pérdida de producción. En regiones donde la luz es un limitante durante varios meses del año, tal como en latitudes norteñas en invierno, esta regla tiene mucho sentido. Sin embargo, en latitudes más al sur en Norteamérica, donde la luz es muy intensa, éste podría no ser el caso. De hecho, bajo alta intensidad de luz, mayor de 750 a 800 W/m2, se requiere reducción de intensidad luminosa para proteger al cultivo.

En consecuencia, el material de cubierta en un invernadero es responsable de la cantidad y calidad de transmisión de luz y del aislamiento. Estos dos factores son inversamente proporcionales, ya que a medida que las propiedades aislantes de la cubierta aumentan, la cantidad y calidad de la luz disminuyen y viceversa.

El autor es experto en tecnología de invernadero y actualmente labora como consultor privado para productores de hortalizas y otros cultivos. Para más información escriba a [email protected]