Manejo de Luz, Temperatura y DPV en producciones protegidas de tomates

Manejo de Luz, Temperatura y DPV

Merle Jensen, basó su presentación en la importancia del Déficit de Presión de Vapor (DPV) para las plantas en invernadero. Según el experto, los estomas, formados por células que se abren o cierran según las condiciones ambientales, regulan la transpiración e intercambio de CO2 de la planta.

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Cuando los estomas están abiertos, la planta absorbe nutrientes ví­a radicular y realiza la fotosí­ntesis, pero para ello es necesario que el DPV no ascienda demasiado. El DPV, por su parte determina la tasa de pérdida de agua de la planta, y aumenta hasta la mitad del dí­a, momento en el que empieza a disminuir.

Mediante una tabla de temperatura y humedad relativa, es posible determinar el DPV ideal para el correcto funcionamiento de la planta. Por ejemplo, entre las temperaturas de 16 y 30 C, el DPV oscilará entre 1.29 y 0.30, para valores de humedad relativa de 35 a 90%

Predicción del rendimiento

Marlow por su parte, explicó cómo predecir el rendimiento de frutos de tomate en relación al promedio de temperatura en 24 horas. Esto es posible debido a que este promedio afecta a:

  •  Velocidad de floración
  •   Días a maduración
  •    Tamaño del fruto
  •    Calidad del fruto

Por ejemplo, en el rango de temperaturas de producción ideales, el desarrollo semanal del racimo puede oscilar entre 0.7 y 1.3, e inversamente, los dí­as a maduración de 95 a 42.

Según el experto, es importante llevar registros de todos estos datos, en función de la variedad cultivada, para evitar problemas de agrietamiento de frutos de tomate y maximizar la calidad de los mismos.

Control de luz, temperatura y humedad

En su presentación sobre el efecto de luz, temperatura y humedad en la calidad de frutos de pimiento en invernadero, Marlow concluye que es necesario controlar estos parámetros para regular el estrés en las plantas, ya que a menos estrés, se obtienen rendimientos más altos y mejor calidad de frutos.

Por ejemplo, la cantidad de luz recibida por las plantas debe controlarse para evitar daño a hojas y frutos. Esto se consigue mediante la regulación de la superficie foliar y sombreo para proteger a plantas y frutos.

 

  •   Mantener la humedad entre 0.5 y 1.5 kPa
  •   Limitar el CO2 al mediodí­a para evitar estrés
  •   Incrementar la frecuencia de riego y reducir el volumen de irrigación al mediodía; es decir, provocar una influencia vegetativa a través de la estrategia de irrigación

 

 

El experto recomienda utilizar una estrategia de ventilación temprano en la mañana para activar la transpiración (actividad de la planta) y reducir la humedad, así­ como la nebulización sólo en las horas centrales del dí­a para ayudar a las plantas y rebajar el DPV.

 

 

 

 

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