Proteja sus cultivos contra heladas

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El daño que las heladas ocasionan a los cultivos no se debe a la temperatura fría, sino a la formación de hielo extracelular (fuera de las células) en el tejido vegetal; el cual extrae el agua y deshidrata a las células, ocasionándoles lesiones. 

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Después de los periodos fríos, las plantas tienden a endurecerse para protegerse de los daños por congelamiento y pierden el endurecimiento después de un periodo cálido.

Una combinación de éste y otros factores determinan la temperatura a la cual se forma hielo dentro del tejido vegetal y por ende determinan el momento en el que ocurre el daño.  La cantidad de lesiones por heladas aumenta al bajar la temperatura.

 

La temperatura que corresponde a cada nivel de daño específico es llamada “temperatura crítica” o “temperatura de daño crítico.”

Existen dos estrategias de protección contra heladas: protección pasiva y activa. A continuación les mostraremos estrategias de protección pasiva.

La protección pasiva incluye los métodos que se llevan a cabo antes de una noche de heladas para tratar de evitar la protección activa. Por lo general, los métodos pasivos son menos costosos que los métodos activos y con frecuencia sus beneficios son suficientes para eliminar la necesidad de protección activa.

 

Selección del sitio y manejo

Por lo general los productores saben que algunas áreas son más propensas a sufrir daño por heladas que otras.

 

 

El primer paso al seleccionar un nuevo sitio para la siembra, es platicar con la gente del lugar respecto a los cultivos y las variedades que son adecuadas para cada región.

• Suelos. Los suelos secos arenosos transfieren el calor mejor que los suelos pesados, secos y arcillosos, y ambos transfieren y almacenan el calor mejor que los suelos orgánicos (turba). Cuando el contenido de agua se acerca a la capacidad de campo (humedad remanente después de un día o dos de haber mojado bien el suelo), los suelos gozan de las mejores condiciones para la transferencia de calor y el almacenaje.

No obstante, los suelos orgánicos tienen mala transferencia de calor y mala capacidad de almacenaje — sin importar su contenido de agua. Cuando se selecciona un sitio en una región propensa a heladas es preferible evitar sembrar sobre suelos orgánicos.

• Flujo de aire. El aire frío es más denso que el aire caliente, por lo que fluye colina abajo y se acumula en las zonas bajas como si fuese agua de una inundación. Por lo tanto, es preciso evitar sembrar en las zonas bajas y frías, a menos que se incluyan métodos de protección activa lo suficientemente costeables, dentro de la estrategia de manejo a largo plazo.

Esto es importante tanto a escala regional como a escala de granja. Por ejemplo, a escala regional, las partes bajas de los valles cercanos a los ríos son por lo general más frías que las laderas. Estas zonas también pueden ser identificadas a partir de mapas topográficos.

• Sol y sombra. Se recolectan datos de temperaturas y se localizan las zonas donde se forma primero la neblina al ras del suelo. Esas zonas bajas casi siempre tienen noches más frías, con cielo despejado y vientos débiles durante todo el año. 

De manera similar, las mediciones de temperatura para identificar las zonas frías pueden ser hechas en cualquier momento del año.

La siembra de cultivos caducifolios en las laderas sin el sol de frente retrasa la floración en primavera  y sirve de protección. Los árboles subtropicales deben ser sembrados en laderas de frente al sol, donde el suelo y el cultivo pueden recibir y almacenar más energía proveniente de la luz solar directa.

 

A continuación: Drenado con aire frío y Selección de cultivos

Drenado con aire frío

Es común utilizar árboles, arbustos, montículos de suelo, haces de paja y cercas para controlar el flujo de aire alrededor de las áreas agrícolas.

Cuando estas barreras de protección se colocan de manera adecuada, pueden ayudar a evitar daño por heladas.  

 

Selección de cultivos

Es importante elegir plantas que florezcan de manera tardía para reducir la probabilidad de daño por congelamiento; además de seleccionar plantas que sean más tolerantes a las heladas.

Por ejemplo, los árboles frutales caducifolios y las enredaderas no sufren daño por heladas en el tronco, las ramas, ni en las yemas en dormancia; sin embargo sí sufren daños al momento en que se desarrollan las flores, los pequeños frutos, o los frutos secos tipo nueces.

El seleccionar plantas caducifolias con brotes de yema y florecimiento tardíos, ofrece buena protección, ya que la probabilidad y el riesgo de daño por heladas disminuirán en la primavera. En los cítricos, es preciso seleccionar variedades más resistentes.

Por ejemplo, los limones agrios son menos tolerantes al daño por heladas, seguidos por los limones dulces, la toronja, los tangelos (híbrido de mandarina y toronja) y las naranjas, que son más tolerantes. Asimismo, se sabe que el portainjertos (patrón) de naranja trifoliada mejora la tolerancia a las heladas de los cítricos, en comparación con otros porta injertos.

En cuanto a cultivos anuales en campo y cultivos en hileras, es importante determinar la fecha de siembra para reducir al mínimo la posibilidad de exponer el cultivo a temperaturas bajo cero. En algunos casos los cultivos de campo y los cultivos en hileras no son sembrados directamente en el exterior.

Se siembran primero en ambientes protegidos y después son trasplantados al campo, una vez que ha pasado el peligro de congelamiento. Si no es posible evitar las temperaturas de congelamiento, entonces es preciso seleccionar a los cultivos que se van a sembrar conforme a su tolerancia a las temperaturas bajo cero.

 

A continuación: Manejo de la nutrición vegetal

Manejo de la nutrición vegetal

Los árboles poco saludables son más susceptibles al daño por heladas pero pueden mejorar con la fertilización.

Por otro lado, los árboles que no son fertilizados de manera adecuada tienden a perder sus hojas a principios del otoño y florean de manera temprana en la primavera, lo cual aumenta su susceptibilidad al daño por heladas.

 

Beneficios de una nutrición adecuada

En general la fertilización a base nitrógeno y fósforo antes de las heladas promueve el crecimiento y también aumenta la susceptibilidad al daño por heladas.

A fin de mejorar el endurecimiento de las plantas, es necesario evitar las aplicaciones de fertilizante nitrogenado a fines del verano o principios del otoño.

Sin embargo, el fósforo es importante para la división celular y por lo tanto se requiere para la recuperación de tejido después del congelamiento.

El potasio tiene un efecto favorable en la regulación de agua y la fotosíntesis en las plantas; no obstante, los investigadores mantienen una opinión dividida en cuanto al uso del potasio para protección contra las heladas.

 

A continuación: Poda acuada y cubiertas vegetales

Poda adecuada

Se recomienda la poda tardía para retrasar el crecimiento y floración de las vides, con frecuencia es benéfica la poda doble.

Una buena práctica es primero podar las ramas bajas de las vides, para luego podar las ramas más altas; ya que las ramas más bajas son más propensas a sufrir daños.

El podar las vides para elevar el fruto por encima del nivel del suelo es un buen método de protección, ya que la temperatura durante las noches de heladas aumenta con la altura.

Si se cultivan árboles caducifolios en un clima lo suficientemente frío para causar daños a las yemas en dormancia, es preferible evitar podarlos.

 

Cubiertas vegetales

Las cubiertas en las hileras de plantas conservan mejor el calor que los cultivos a cielo abierto y por lo tanto aumentan las ondas largas de radiación descendente por la noche, además de reducir las pérdidas de calor por convección en el aire.

Por lo general se utilizan cubiertas removibles de paja y materiales sintéticos. Debido a los costos de mano de obra, este método se utiliza principalmente en pequeñas plantaciones de plantas no muy altas que no requieren estructuras de respaldo.

Algunas veces se presentan problemas de enfermedades debido a la falta de ventilación. Los plásticos de polipropileno tejidos o hilados se utilizan para proteger a los cultivos de alto valor. El grado de protección varía entre 1 °C a 5 °C, dependiendo del espesor del plástico. 

Algunas veces se usa plástico blanco para los patrones o porta injertos, siempre y cuando no sean cultivos de hortalizas o frutas.

Se ha observado que al cubrir las vides con polietileno negro aumenta la temperatura del aire cerca del follaje hasta en 1.5 °C. Sin embargo, en términos generales el plástico transparente es más efectivo.

El plástico transparente calienta el suelo más que el plástico negro y el humedecer el suelo antes de aplicar el plástico, mejora en gran medida la efectividad.

En términos generales, los acolchados de materia vegetal sólo se recomiendan para sitios en los que el congelamiento de los suelos presenta problemas para preparar el suelo. Para los huertos no caducifolios, la poda hasta el ras de las primeras ramas permite que haya mejor transferencia de radiación al suelo y de hecho mejora el nivel de protección.

 

A continuación: Evite el cultivo en suelo y riego

Evitando el cultivo en suelo

El cultivo en suelo crea espacios de aire y debe ser evitado durante los periodos en los que hay probabilidades de heladas.

El aire es muy mal conductor del calor y tiene calor específico bajo, por lo que los suelos con más y más grandes espacios de aire, tienden a transferir y a almacenar menos calor. Si se cultiva en suelo, el compactar y regar el suelo mejorará la transferencia de calor y el almacenaje.

 

Riego

Cuando los suelos están secos, hay más espacios de aire, lo cual inhibe la transferencia y el almacenaje de calor. Por lo tanto, en años secos, se mejora la protección contra las heladas al humedecer los suelos secos.

La meta es mantener el contenido de agua en el suelo a niveles cercanos a la capacidad de campo; es decir, el contenido de agua que tiene el suelo 1 a 3 días después de humedecerlo cuidadosamente.  

No es necesario mojar el suelo profundamente, ya que la mayor parte de la transferencia y el almacenaje de calor diario ocurre en los primeros 30 cm de suelo. El color del suelo se hace más obscuro al humedecerlo, lo cual a su vez aumenta la absorción de radiación solar.

No obstante, cuando la superficie está húmeda, también aumenta la evaporación y las pérdidas de energía por evaporación tienden a contrarrestar los beneficios de una mejor absorción de radiación.

Es preferible humedecer los suelos secos con mucha anticipación a las heladas, de tal suerte que el sol caliente el suelo.

 

A continuación: Eliminación de cultivos y protección y Control bacteriano 

Eliminando los cultivos de protección

Para lograr la protección pasiva contra las heladas, es mejor eliminar toda la vegetación (cultivos de cobertura) de los huertos y viñedos. Al eliminar los cultivos de protección el suelo absorberá más radiación y por lo tanto mejorará la transferencia y el almacenaje de energía.

Los cultivos de cobertura contienen concentraciones más altas de bacterias activas nucleadoras de hielo (INA) que los huertos y los viñedos; de tal forma que la presencia de vegetación en los pisos de huertos y viñedos aumenta las concentraciones de las bacterias INE en el cultivo y por ende el riesgo potencial de daño por heladas.

Por lo general, el segar, cultivar y asperjar con herbicidas son métodos que ayudan a eliminar la vegetación en el suelo. De ser posible, el cultivo de cobertura debe ser segado lo suficientemente temprano para permitir que los residuos se descompongan; de otra manera, será necesario eliminar la vegetación segada.

 

Control bacteriano

Para que ocurra el congelamiento, o para que inicie el proceso de formación de hielo, es necesario contar con la presencia de bacterias INA. Mientras más alta sea la concentración de bacterias INA, mayores probabilidades habrá de formación hielo.

Después de formado, el hielo se propaga hacia el interior de las plantas a través de orificios en la superficie del tejido vegetal.  Por lo común, se utilizan plaguicidas (compuestos de cobre) para matar a las bacterias; o se aplican bacterias activas no nucleadoras (NINA) que puedan competir con las bacterias INA y reduzcan sus concentraciones.  

Debido al costo relativamente bajo del riego por avenidas, los beneficios económicos resultantes son muy grandes y es un método común en muchos países. Se puede alcanzar hasta 3 a 4°C de protección mediante este método de riego, si se aplica antes de una helada.

El tirante de agua que se debe aplicar dependerá del equilibrio entre la energía presente durante la noche y la temperatura del agua.

 

A continuación: Aislamiento con espuma

Aislamiento con espuma

Se ha demostrado que la aplicación de espumas de aislamiento aumenta la temperatura mínima en las superficies foliares de cultivos de poco crecimiento, hasta 10°C.

No obstante, este método no ha sido adoptado por los productores debido al costo de los materiales y la mano de obra, así como a los problemas que se presentan al intentar cubrir áreas grandes en poco tiempo; sobre todo por la falta de exactitud en los pronósticos de heladas.

Cuando se tiene la posibilidad de aplicarla, la espuma evita pérdidas de radiación en las plantas y atrapa la energía ascendente que proviene del suelo. La protección es mejor durante la primera noche y disminuye con el tiempo debido a que la espuma también bloquea la energía evitando que se calienten las plantas y el suelo durante el día y además se deshace con el tiempo.

Mezclar aire y materiales líquidos en la proporción adecuada para crear muchas pequeñas burbujas, es el secreto para producir espuma con baja conductividad térmica.

 

 

 

Fuente: Artículo extraído del Manual: “Frost protection: fundamentals, practice and economics,” originalmente publicado por FAO, escrito por Richard Snyder y J.Paulo de Melo-Abreu.