Promueve el crecimiento rápido de nuevas plantaciones de arándano azul con meses de antelación

Promueve el crecimiento rápido de nuevas plantaciones de arándano azul con meses de antelaciónDurante varios años los nuevos productores de frutillas o berries, me han preguntado cuál es la razón por la cual los arbustos que sembraron en sus campos no crecen, parecen estar estancados, e incluso hay varias plantas muriendo o ya muertas. Es bien sabido que las nuevas plantaciones de frutillas presentan problemas de poco crecimiento y mortandaz, incluso en los casos en los que se instala riego por goteo.

De todos los cultivos de frutillas, los arándanos azules o blueberries tienen los requisitos de suelo más específicos y es preciso prestar mayor atención al manejo de la humedad del suelo para que las plantas tengan buena tasa de supervivencia y crezcan con rapidez. A cambio de esos cuidados, casi siempre se obtienen entre 50 y 60 años de buena producción de frutos en una plantación de berries bien manejada.

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Explore en profundidad las condiciones de la región de origen de la variedad

Cuando los productores planean cultivar cualquier especie de frutillas, es importante averiguar cuáles son las condiciones y características del suelo en el hábitat nativo de ese tipo de berries. Utilicen un estudio ya existente que contenga la guía para sembrar cada especie para determinar el pH ideal en cada caso.

¿Pueden recrear esas condiciones? ¿Están dispuestos a seguir al pie de la letra los lineamientos proporcionados por las guías para siembra de viveros así como las publicaciones realizadas por los departamentos de investigación/extensionismo de las universidades, o por otros asesores? Por ejemplo, los arándanos azules se originan en condiciones semejantes a pantanos con mantos freáticos casi superficiales, sin que sus raíces someras estén en contacto con directo con ellos. Estos suelos son muy ricos en materia orgánica y retienen gran cantidad de humedad en el suelo, misma que se encuentra disponible alrededor de las raíces de las plantas. En esos ambientes en los que el suelo es ácido y con humedad de suelo uniforme, abundante y casi constante, las plantas casi nunca sufren de estrés por suelos secos.

En las plantaciones silvestres de este tipo, la fertilidad del suelo se incrementa con la descomposición constante de los residuos orgánicos producidos por la cubierta natural del suelo, formada por hojas, humus e incluso plantas muertas, que reabastecen los nutrientes del suelo y los residuos orgánicos. En contraste con estas condiciones, la materia orgánica y la fertilidad del suelo nativo se han reducido en gran medida en nuestros campos de cultivo. De la misma manera, las poblaciones microbianas han sido alteradas y han disminuido drásticamente.

Haga los ajustes necesarios al suelo

Resulta obvio que es preciso enmendar el suelo para aumentar en la medida de lo posible los residuos orgánicos y realizar los ajustes de pH necesarios en el lugar de siembra. En su prisa por sembrar, muchos nuevos productores omiten estos aspectos críticos de enmienda o preparación del suelo en el sitio de siembra. Los investigadores y asesores debemos incrementar nuestros esfuerzos para mostrarles la importancia de estos aspectos críticos.

Con frecuencia oímos hablar sobre nuevas plantaciones de frutillas que fracasan, a pesar de que los productores les piden a sus asesores que les recomienden algún método para mejorar el crecimiento y la tasa de supervivencia de las plantas en sus plantaciones jóvenes.

Sin embargo, cuando los productores solicitan ese apoyo ya es demasiado tarde para rescatar su proyecto. Recuerden que para tener éxito es muy importante preparar el sitio adecuadamente. El establecimiento con éxito de las plantas y el crecimiento rápido durante los primeros años, dependen de manera directamente proporcional de la enmienda y de la preparación del suelo antes de la siembra, a fin de conseguir imitar la mayoría de condiciones ambientales que requiere cada especie de frutilla.

A fin de recrear las características óptimas del suelo para el cultivo de arándanos, los productores con suelos minerales que tienen bajo contenido de materia orgánica, (con frecuencia menos de 1% en muchas áreas) tienen que transportar grandes cantidades de productos derivados de la madera, tal como como aserrín y astillas. Se esparcen varias toneladas por hectárea de estos productos en las hileras de siembra, en bloques de 1.2 m de ancho y al menos a 8 cm de profundidad. El suelo debe ser arado y se le agrega azufre de uso agrícola y turba cuando los análisis de suelo indiquen que es preciso generar acidez en el suelo para logar un rango de pH óptimo de 4.8 a 5.0, añadiendo una pequeña cantidad de fertilizante antes de la siembra. También se pueden esparcir 40 pacas de turba por hectárea sobre los productos derivados de la madera, antes de la labranza para añadir materia orgánica y ayudar a retener la humedad del suelo.

Este trabajo se debe realizar un año antes de la siembra. Si tienen prisa en sembrar de inmediato y no pueden esperar, es mejor que siembren cualquier otro cultivo en lugar de arándanos azules.

Requerimientos de las plantaciones jóvenes de arándano

En las plantaciones de arándano azul recién establecidas, es preciso mantener constante la humedad del suelo en campos de cultivo bien preparados y sembrados. Lo ideal es colocar dos líneas de riego por goteo por hilera, una línea a cada lado de las plantas, con goteros separados a una distancia no mayor de 15 cm de los tallos, ya que las raíces de las plantas jóvenes se encuentran cerca de los tallos.

Utilicen el riego por goteo con frecuencia. Rieguen tres o más veces por semana durante una hora o más, a lo largo del ciclo de crecimiento, con las líneas de riego por goteo por hilera; aun cuando llueva sobre la superficie de las plantas acolchadas.

Energía y Humedad

Recuerdo a una familia joven que estaba decidida a seguir las pautas de riego y preparación del suelo recomendadas; incluyendo la guía que les habían dado en el vivero donde habían comprado sus plantas. Al igual que la mayoría de las agrícolas en su región, su suelo tenía poco contenido de materia orgánica, así que siguieron las recomendaciones para preparar el suelo agregando grandes cantidades de productos orgánicos derivados de la madera, además de añadir acidez y nutrientes al suelo, mucho antes de la siembra. Asimismo regaron con frecuencia su nueva plantación mediante riego por goteo, de manera casi constante durante todo el ciclo de crecimiento, incluso cuando llovía.

Para fines del segundo año, algunas plantas jóvenes de arándano azul ya medían más de 1.5 metros; muchas tenían cerca de 60 cm de altura y todas contaban con numerosas ramificaciones.

Siguiendo el ejemplo de estos jovenes productores, la meta en las nuevas plantaciones de frutillas debe ser mantener el crecimiento de las plantas jóvenes ya establecidas. No permitan que dejen de crecer — ¡Ustedes pueden lograrlo!


Basado en un artículo que apareció en la revista American Fruit Grower, una revista hermana de Productores de Hortalizas publicada por Meister Media Worldwide.