Optimización del sabor del tomate en invernaderos

El sabor del tomate depende de una compleja mezcla de azúcares, ácidos orgánicos y más de 30 sustancias químicas volátiles que pueden influir en la intensidad del sabor y en la percepción de la dulzura. La composición de este cóctel de sabor depende en gran medida de la genética de cada variedad y se ve influenciada por las condiciones de crecimiento.

tomateDe acuerdo con el Dr. David Liscombe, científico investigador especialista en bioquímica del Centro de Investigación e Innovación Vineland, Canadá, es posible cultivar y obtener excelente sabor del tomate en racimo (TOV) cultivado en invernaderos canadienses durante el invierno. En coordinado esfuerzo con los productores de hortalizas de invernadero de Ontario, Canadá (OGVG, por sus siglas en inglés) el equipo ya ha secuenciado el ADN de 285 variedades de tomate con diversidad genética y ha estado midiendo los azúcares, los ácidos y los productos químicos volátiles en 180 variedades de tomates.

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En el 2012, Ontario fue responsable del 66% del total de la producción nacional de tomate de invernadero, siendo el 40% de las hectáreas cultivadas dedicadas a TOV. “Estamos integrando la información recabada por nuestro equipo dedicado a realizar estudios de los consumidores sobre los aspectos sensoriales que generan la preferencia de los consumidores, con los perfiles genéticos y bioquímicos de cientos de diferentes líneas de tomates,” comenta Liscombe. “Seleccionaremos líneas que tengan las características de sabor preferidas por los consumidores canadienses y después transferiremos estas características a las variedades de tomate adaptadas a la producción comercial bajo invernadero en Ontario.”

 Fuente: Nota de prensa de OGVG.