Incrementa los rendimientos del tomate con la alimentación vegetal adecuada

tomatesLa nutrición vegetal desempeña un papel importante en la producción de tomate. En concreto, los nutrientes que parecen ocasionar la mayor parte de los problemas en el cultivo de tomate son nitrógeno (N),  potasio (K), magnesio (Mg), calcio (Ca), fósforo (P), y en menor grado, boro (B). A continuación presentamos una descripción de los problemas que pueden presentar estos nutrientes y el plan de acción correspondiente.

Fósforo
Los niveles de fósforo elevados en muchos suelos se deben a que durante muchos años se hicieron aplicaciones excesivas de fertilizantes que contenían este nutriente. Sin embargo, si el suelo tiene bajo contenido de P, su deficiencia es detectada a principios de la temporada, y no es fácil que este nutriente se encuentre disponible en el gran depósito del suelo.
Las plantas de tomate con deficiencia de P presentarán un color verde oscuro, y al ser inspeccionadas más de cerca, en muchos casos, el envés de las hojas será de color rojizo o morado. Esta deficiencia de P puede superarse con facilidad en etapas tempranas, del cultivo ya sea utilizando una solución iniciadora con alto contenido de fósforo, o sembrando en acolchados que permitan elevar las temperaturas del suelo.
Nitrógeno y magnesio
Cuando hay deficiencia de nitrógeno, las hojas más viejas en la parte baja de la planta empiezan a adquirir un color verde más pálido, y si el problema no se corrige a tiempo, se vuelven amarillas. El cambio de color es uniforme en toda la hoja, incluyendo las venas y las áreas intravenosas.
En contraste, se puede comparar esa deficiencia con la de magnesio, la cual también afecta las hojas viejas. Pero en el caso de deficiencia de Mg, al principio se percibe un color amarillo con manchas en las zonas intravenosas, mientras las venas permanecen de color verde oscuro. En esta etapa, la apariencia manchada puede parecer un síntoma de virosis. Por ello, tenga en cuenta que cuando hay virosis sólo unas cuantas plantas suelen presentar síntomas; mientras que en le caso de la deficiencia de Mg, todo el campo se verá afectado.
Finalmente, la apariencia amarilla ocasionada por la carencia de Mg puede volverse café y necrótica, asemejándose más a una fungosis. Casi todos los campos y túneles de tomate mostrarán este síntoma de deficiencia en etapas tardías del ciclo, a menos que se aplique Mg junto con otros fertilizantes.

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Potasio
El potasio puede ser difícil de manejar ya que una deficiencia severa aparecerá como mancha color café en las orillas de las hojas, como si las plantas se hubiesen quemado. Sin embargo, el problema más serio es que el K desempeña un papel importante en la calidad de frutos. Como resultado, la deficiencia de K acarrea graves consecuencias.
Los niveles bajos de K en el suelo pueden producir frutos maduros manchados, amarillamiento interno y otros trastornos de color, junto con frutas sin sabor.
La proporción de K en comparación con otros nutrientes también desempeña una función importante. Se ha demostrado que un alto nivel de Mg y un bajo nivel de K pueden producir problemas de calidad en los frutos. Esta relación Mg/K, llamada “proporción Hartz,” es un buen método para predecir trastornos de color. Existe un programa para calcular esta proporción —Hartz Ratio Calculator (www.oardc.ohiostate.edu/tomato/HartzRatioCalculator.htm) —desarrollado por la Universidad Estatal de Ohio (EUA).

Calcio y Pudrición apical del fruto
La deficiencia de calcio produce el caso clásico de pudrición apical del fruto (BER, por sus siglas en inglés), en la que la base del fruto se vuelve de color café oscuro. Como siempre se presenta como pudrición seca, permite distinguirla de las pudriciones de frutos ocasionadas por enfermedad, las cuales tienden a ser pudriciones blandas.
En términos generales, se cree que bajos niveles de Ca en el suelo producen menos del 5% de los casos de pudrición apical. Son los suelos secos los que llevan a una disminución en la absorción de calcio por la planta. El Ca es absorbido con el agua por las raíces, así que si algo reduce la absorción de agua, también reducirá la absorción de Ca.
Debido a que el Ca se mueve con la corriente de agua a áreas de mayor transpiración — por ejemplo las hojas — es lógico que el último lugar en el que se deposita el Ca sea la mitad inferior de los frutos, es decir, la parte más alejada del pedúnculo.
Boro
La deficiencia de boro en el cultivo de tomate está llamando mucho la atención en épocas recientes, ya que junto con el calcio, el boro parece desempeñar una función importante en la reducción de marcas en los hombros del fruto de tomate. Esta condición produce rugosidad en la superficie de la parte superior del fruto (la mas próxima al pedúnculo) y reduce la vida de anaquel y la capacidad de comercialización.
Unos investigadores de la Universidad Estatal de Michigan (EUA) descubrieron que las aspersiones foliares de Ca y B en tomate reducen este defecto en el fruto de manera significativa.

 

 

Reiners es profesor asociado del Departamento de Horticultura de la Universidad Cornell. Artículo orginalmente publicado por American Vegetable Grower, marzo 2013.