Manejo de virosis y bacteriosis en tomate

Por David Lowe, Productor en Jefe de NatureSweet

tomates en vidEn los últimos 30 años, en siete distintos países y bajo distintas condiciones climáticas, he sido testigo y combatiente de la guerra perpetua contra las infestaciones e infecciones, tanto en los invernaderos de vidrio como en operaciones protegidas por cubiertas de plástico. Durante todos esos años he estado produciendo tomate principalmente y algunas veces he trabajado con pepino y pimiento.

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Consecuencias de un ataque

Sin duda, el impacto económico de una plaga o brote de enfermedad incontrolable es igual, si o más devastador, que el impacto ocasionado por personal no calificado o sin capacitar. Los productores deseamos reducir y controlar los factores que afectan de manera negativa nuestros cultivos.

En la medida que capacitemos y supervisemos a la mano de obra, mayor será el impacto positivo en nuestras operaciones, ya que podremos monitorear mejor las plagas y las enfermedades y éstas tendrán menor impacto en nuestra rentabilidad.

Todas las plagas y enfermedades repercuten en las operaciones agrícolas de cualquier índole. Incluso los sistemas más cerrados pueden sufrir un brote de enfermedad, ya que las plagas continúan encontrando nuevos medios para entrar. He notado que a pesar de las mallas en las ventilas, las puertas y el resto del invernadero, siempre hay una plaga “ninja” que encuentra la forma de introducirse.

Manejo de sistemas de producción

tomate verde beauty shotEn el caso de las plagas, su presencia no necesariamente implica pérdidas económicas; sin embargo, sí implica mayores costos de las operaciones. La mayoría de las empresas operan un sistema de manejo integral de plagas y enfermedades (MIPE) que obliga a hacer inversiones en sistemas de monitoreo; insectos/organismos benéficos y las inevitables aplicaciones de productos químicos para corregir las poblaciones de plagas.

Cuando las enfermedades, aun bajo un clima muy controlado, encuentran la forma de entrar en el invernadero, se requiere invertir en energía, productos químicos y mano de obra, para erradicarlas.

Esté siempre preparado

Sin importar en qué región estemos sembrando, el cultivo que sembramos y lo que hacemos para prevenir; tarde o temprano tendremos la presencia de plagas y enfermedades, y por ende tendremos que invertir para controlarlas.

Cuando consideramos a los invasores más comunes, siempre pensamos en plagas como la mosca blanca, la arañita roja, la oruga, el trips, los psílidos, el gusano alfiler, los minadores de hojas; mientras que por el lado de las enfermedades, pensamos en botritis, pitio, fusario, fitóftora y mildius; los cuales representan verdaderos retos que pueden resultar muy costosos.

La buena noticia con estas plagas y enfermedades enumeradas es que ya existe un gran número de organismos/insectos benéficos; así como conocimiento básico que les puede ayudar en la batalla. Normalmente ganamos las batallas y el impacto económico es casi siempre manejable.

La imagen y la perspectiva cambian cuando empezamos a analizar las amenazas altamente peligrosas de virus y bacterias. En varias ocasiones durante mi carrera, he tenido que enfrentarme a amenazas de bacterias y numerosos virus, todos con el potencial de devastar los cultivos y las empresas. Quiero compartirles mi experiencia respecto a estos problemas que son potencialmente devastadores.

Próxima página: cómo enfrentar los brotes de virosis y bacteriosis

bacteriosis y virosis en tomateBrotes de virosis

El primer gran reto que enfrenté fue en Portugal durante la década de los ‘90; primero con el brote de un virus y un año después con Corynebacterium. El virus fue identificado como Papa A ó B y apareció primero en el pasillo principal que atraviesa en invernadero, y se diseminó con rapidez entre todas las hileras por medio de los áfidos que habían entrado al invernadero.

En este caso, observé que cada uno de los brotes iniciaba a lo largo del pasillo principal, lo cual me indicaba que en esa área había ciertos factores que añadían estrés, incluyendo menor humedad, mayor temperatura y mayor radiación solar; lo cual generaba estrés por conductividad eléctrica elevada.

La conclusión en ese entonces fue que el virus estaba atacando a todas esas plantas estresadas y además de sacar las plantas infectadas y erradicar los vectores, necesitaba reducir los factores de estrés en la medida de lo posible. El gotero extra que tenía en el pasillo era insuficiente y después de cierto análisis decidí colocar una malla sombra sobre una parte del pasillo principal, con la intención de sombrear sólo un metro de cultivo. La mejora fue instantánea.

Al reducir en gran medida el estrés por luz solar, humedad y temperatura, había producido plantas que eran menos susceptibles al virus. Por tal motivo y desde ese entonces, cada vez que he enfrentado condiciones favorables para los virus relacionados con estrés, utilizo ese sombreo parcial para reducir el riesgo de un brote.

Cómo controlar una virosis en su producción

Las medidas emprendidas y el protocolo que he seguido y continúo utilizando para controlar las virosis y bacteriosis son los siguientes.

1. Establezcan un programa de inspección para detectar las plantas afectadas
2. Las plantas que presenten síntomas de virosis o bacteriosis deben ser eliminadas de inmediato, al igual que 2 a 3 de las plantas a su alrededor.
3. Es preciso identificar con claridad las hileras infectadas y evitar la entrada colocando una cinta de protección con la leyenda de “CUIDADO.”
4. Las infecciones por bacteriosis requieren que se elimine tanto la planta como el sustrato de crecimiento.
5. Es necesario inspeccionar las hileras afectadas todos los días para encontrar, tan pronto como sea posible, las plantas recién afectadas para después sacarlas del invernadero y seguir el paso 2.
6. Los trabajos de cultivo en las áreas infectadas se deben realizar una vez a la semana y de manera simultánea. Es preciso desinfectar correctamente todas las herramientas utilizadas en esas hileras y conservarlas en cuarentena durante todo el tiempo que prevalezca el brote.

Brotes de bacterias

Un brote de Corynebacterium, también en Portugal durante la década de los 90, surgió de la noche a la mañana y se diseminó a la velocidad de un incendio forestal. He tenido que enfrentar brotes de Corynebacterium y Clavibacter en Estados Unidos, México y Holanda, al igual que en Portugal, en las últimas 2.5 décadas y aunque los síntomas parecieron surgir de la nada, noté que los brotes aparecieron inmediatamente después de un periodo de mucha lluvia en los que el agua de lluvia entró al invernadero.

En el caso de mi primera experiencia con las bacterias, los puntos de infección fueron completamente aleatorios, por lo que fue sumamente urgente inspeccionar y localizar todas las plantas infectadas. En esa ocasión seguí un protocolo de 6 pasos (mostrados a continuación) que me permitió tener éxito en aislar y controlar la infección.

Una peculiaridad que noté con los brotes de bacterias fue que tienden a persistir en los mismos invernaderos durante 2 o 3 años; por lo que siento que hasta el momento he corrido con suerte.

Todavía no he tenido que abandonar un cultivo debido a algún ataque de virus, bacterias, agentes viroides o fitoplasmas. Todos los ataques han sido controlables y manejables económicamente. Los casos en los que he visto cultivos destruidos, se han debido a una estrategia de control poco clara o con muy mal seguimiento.

Dada la gran cantidad de inversiones que debemos hacer para sostener nuestros negocios, es de vital importancia que nos comprometamos a hacer todas las inversiones necesarias para garantizar el control de las plagas y enfermedades con potencial devastador.