El mejoramiento genético de variedades de cebollas ha permitido que el cultivo transcienda problemas continuos de producción en las últimas dos décadas
La expansión de producción de nuevas variedades novedosas de cebolla, tales como las dulces, amarillas, perlas, de jumbo a cebollines, y otras con variados propósitos aseguraban la competitividad en aquellos tiempos.
Mientras que estas cuestiones fenológicas no necesariamente cambian con el tiempo, algo que sí se ha transformado son las toneladas producidas, las técnicas de fertilización y riego, y avances incalculables en la mejora genética.
Para decirlo de otra manera, los enemigos e inhibidores de la producción no siempre cambian de cara con el traspaso de tiempo, pero las herramientas disponibles para el productor siempre serán mejor informadas y optimizadas para equiparle con la capacidad de producir más. Es precisamente esta innovación a que se puede atribuir el súbito crecimiento en la superficie y el volumen.
Métodos eficaces para la siembra
Uno de los factores más cruciales para alcanzar una cosecha rentable en el cultivo de cebolla es la densidad de plantación.
Aunque pareciera razonable postular que un número elevado de plantaciones traería una cosecha más deseable, este planteamiento no estaría basado en todas las cuestiones agronómicas que influyen el rendimiento.
Por lo tanto, es necesario alcanzar un balance al producir cebollas a la densidad adecuada para promover el desarrollo de bulbos grandes y uniformes que tendrán una buena aceptación en los mercados. Un dilema con una plantación más densa de las plántulas es la pérdida de la calidad de los bulbos y una reducción correspondida en el tamaño de los bulbos. Según un informe investigativo elaborado por la estación Inifap-Zacatecas, una tasa recomendada de plantación en este cultivo de la familia Allicaeae es de 330,000 plantas por hectárea en las camas de 6 hileras.
Cabe reiterar un principio básico de la correlación entre el tamaño del bulbo y la densidad, ya que con esta dicha recomendada, se estima un tamaño promedio de bulbo de 80 mm. Es importante notar que esta recomendación es solo relevante para los climas parecidos a dicha zona del altiplano en la zona norte de la República, el cual es el segundo terreno más prolífico en la producción de cebollas según las cifras del Siap Atlas Agroalimentario.
La absorción de nutrientes
En cuanto a los otros nutrientes, las recomendaciones vienen siendo al menos dos aplicaciones que suministren todo el fósforo y el zinc.
Los desarrollos que han mejorado la producción cebollera en los últimos 25 años, de los cuales esta editorial ha tenido el placer de presenciar, reflejan los cambios trascendentales que han permitido el aumento constante en los rendimientos.
El mejoramiento genético de los cultivares de cebolla hace posible un aprovechamiento de la tierra que supera algunos factores limitantes como lo son las sequías o fotoperiodos cortos. De la misma manera, la disponibilidad de híbridos de semillas de cebolla que presentan alguna resistencia de las enfermedades más debilitantes, como la raíz rosada, el fusarium.
Fuente: “Guía para Producción de cebolla en Zacatecas,” Manuel Reveles Hernández, Rodolfo Velásquez Valle, Luis Roberto Reveles Torres, José Ángel Cid Ríos. Campo Experimental Zacatecas, Calera, Zac.