La industria del arándano en México, fuerte y en continuo crecimiento

El arándano es uno de los frutales de más reciente domesticación, su cultivo ha traspasado las fronteras de su lugar de origen en Norte América a los cinco continentes, y está próximo a alcanzar un millón de toneladas este año. El 65% de esa fruta es consumida en Estados Unidos y Canadá, y la mitad de ese consumo es producido en Estados Unidos durante los meses de verano.

De acuerdo con Oscar Verges, Presidente y COO de Fall Creek, México juega un papel muy importante en la temporada a las faldas de lo que es la producción en Estados Unidos, con la gran ventaja sobre otros países exportadores de que puede poner su fruta en camiones, y muchas veces acompañarla con otras berries. Por ello, además de la calidad intrínseca que tiene cultivar la fruta de México, su conservación, una vez cosechada, se ve facilitada por el hecho de tener un tránsito de pocos días y de manera segura.

El mercado natural mexicano es, por tanto, Estados Unidos y Canadá, aunque cada vez más, con la apertura de acuerdos trasnacionales, el productor mexicano también está haciendo sus incursiones en Asia, principalmente en China, y también en Europa, sin olvidarnos del emergente mercado nacional para consumo de la fruta.

“En nuestro primer contacto con México en el año 1996, matamos muchas plantas hasta que demostramos como gestionar el cultivo de arándanos en México Central. Desde entonces la industria tomó base en  Jalisco y Michoacan y ha ido creciendo de forma gradual y consistente hasta las 5,500 hectáreas que calculamos actualmente. Al mismo tiempo, el arándano se ha venido expandiendo como cultivo desde estos estados a otros estados de la república incluyendo Baja Norte y Sur, Sinaloa, Guanajuato, y otros”, señala Verges.

Básicamente, dice, es una industria que continúa en expansión, que se ha ganado un lugar dentro del mundo de las berries por su calidad y excelencia y también está incursionando con productores que vienen del mundo de las hortalizas (pimientos, tomates, etc.). Lo cual es algo que en Fall Creek hemos estado haciendo desde hace ya tiempo: ayudar a productores a diversificar sus cultivos entrando en la industria del arándano.

“Al principio, nuestra labor como Fall Creek fue ayudar a aprender a manejar el cultivo en México. Al introducir a un agricultor a otro cultivo tienes que empezar por lo básico: el diseño de campo, el manejo de agua, suelo, sustrato, bases de fertilización, etc. Con el paso del tiempo, lo que hemos hecho es dar apoyo al productor en técnicas de un cultivo específico para las distintas variedades y la genética que está disponible para ellos”, agrega.

Verges cuenta que en el año 2009 establecieron un programa de mejora genética en México y para México y de ahí han brotado las primeras variedades creadas en el país: AtlasBlue™ ‘FCM12-045’, JupiterBlue™ ‘FCM12-131’ y BiancaBlue™ ‘FCM12-087’, todas ellas agrupadas bajo la plataforma comercial ‘Fall Creek Collection™’. “Nosotros creemos fervientemente que para el desarrollo y la sostenibilidad de la industria del arándano en México hay que desarrollar genética que se adapte al país y hacemos el suficiente trabajo de ensayo para hacer las mejores prácticas para sacarles el mayor rendimiento y calidad posible” añade.

El Presidente de Fall Creek señala que la industria del arándano es muy joven comparada con otras, pues la primera variedad data de hace 102 años. “Históricamente, nosotros hemos y seguimos distribuyendo plantas de múltiples programas genéticos públicos y privados, y ofreciendo al agricultor la variedad que más se adecúe a sus necesidades y a la oportunidad que tiene delante. Pero lo que hemos encontrado es la oportunidad de establecer un programa de mejora genética en el país para acelerar el proceso de introducción de variedades a la industria”, explica.

Añade que el concepto de la plataforma Fall Creek Collection™ es crear una cadena de suministro de variedades continuas, enfocada en el desarrollo de características de sabor y de firmeza de la fruta. “Nuestro propósito es generar variedades que deleiten al consumidor y que el agricultor no puede esperar a plantar, por la calidad de la fruta, productividad y facilidad de manejo”.  El foco del programa es también entregar el apoyo técnico y mejores prácticas de manejo en los años siguientes.  “Queremos aumentar las opciones del productor profesional y a la vez reducir su riesgo al adoptar variedades nuevas.”

“Somos aún jóvenes en México, con solo 8 años operando como empresa local en el país.  Estamos orgullosos de haber añadido más talento local y con el crecimiento de la industria en distintos estados esperamos una mayor expansión de nuestro equipo en el país”, finaliza.

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